Si el 4 de noviembre es el Día Nacional del Piberío Biónico, el 8 de diciembre debería ser considerado directamente el Día Mundial de Tan Biónica. En esta fecha pero en el año 2012 fue cuando la banda que componen Chano y Bambi Moreno Charpentier junto a Seby Seoane y Diega Lichtenstein dio su primer show multitudinario: unas 80 mil personas acudieron al cierre del Obsesionario Tour en Alcorta y La Pampa. Ahora, once años después de aquel hito, la fiesta tuvo lugar a unas 15 cuadras de allí, del lado de adentro del estadio Más Monumental.
La cancha de River fue el escenario del cierre para Argentina de La Última Noche Mágica Tour, la gira con la que la banda volvió al ruedo luego de la pausa que habían iniciado a mediados de 2016. Después de una pequeña aparición en Lollapalooza Argentina en medio del show solista de Chano, Tan Biónica dio dos shows en el estadio de Vélez y otro par en el Diego Maradona de La Plata. Con producción de DF Entertainment y transmisión en vivo por Flow, el viernes feriado marcaba una cita con la historia.
Así las cosas, el estadio de mayor capacidad en la Ciudad de Buenos Aires se vistió de gala para la última función y a las 21 horas, puntual, comenzó a sonar por los parlantes la clásica intro de los shows biónicos: “Seven Nation Army” de The White Stripes. Luego, una música incidental y época, muy al estilo del grupo, fue la cortina para que uno a uno vayan subiendo a su lugar. El último en subir fue el cantante, con la mirada muy brillosa por la emoción. Y una vez que se acomodó, soltaron la primera de la noche: “Hola mi vida”.
El escenario triangular que presentaron en esta pequeña gira de estadios se mantuvo inalterable -así como los kimonos floreados en el look de los cuatro-, con sus proyecciones psicodélicas, con algunos fragmentos de las letras interpretadas y con planos de la banda mezclados con la multitud que los fue a ver. En un momento, poncharon a una chica que sostenía una figura de Chano como el Jesús del Sagrado Corazón, algo que de alguna manera conecta con su pulsión de vida y resurrección permanente. O, mejor aún y utilizando las palabras que cantó Bambi en la tercera canción de la lista, “todos los días del mundo existe una forma de resucitar” (”Música”).
El repertorio fue casi el mismo que vinieron haciendo en estas noches de regreso, mezclando canciones de todos sus álbumes y todas sus épocas, siempre motorizadas por esa precisión de relojería pop que caracteriza a la banda y con Chano entregando el alma en cada estrofa. Desde versiones renovadas de temas casi prehistóricos, como “Lunita de Tucumán”, hasta algunas de Hola Mundo, su hasta ahora último álbum, como “Tus horas mágicas” y “Las cosas que pasan”, preludiada por un emotivo discurso del cantante en el que quebró en llanto al decir que cada día intenta ser “mejor hermano, mejor hijo, mejor novio, pese a todo lo que ya saben que me pasó”.
Pero lejos de ir por un tono melancólico, la cosa fue puramente celebratoria. “Todos los músicos que nacimos en Argentina soñamos en cantar alguna vez en River y esto es posible gracias a ustedes”, dijo el cantante, y en esa tónica convidó el escenario a distintos colegas. Primero, Ale Sergi y Juliana Gattas de Miranda!, quienes se sumaron a una versión electro de “Ella”. Luego, Abel Pintos hizo un interesante contrapunto con Chano en “Obsesionario en La Mayor”, una de las más emotivas del repertorio, y en la que el folclorista pop opuso su perfeccionismo vocal a la habitual interpretación con el corazón (roto) en la mano del líder. “Gracias Tan Biónica, gracias piberío biónico mundial. Los quiero mucho”, escribió el bahiense minutos después en sus redes, con fotos y videos documentando el momento.
En el segmento acústico, para el cual el grupo se comprimió en un tablado pequeño instalado en el medio del campo y rodeados por la multitud, Nicki Nicole subió en la inédita “Boquitas pintadas”, la cual debieron tocar dos veces dado que a la rosarina se le cerró la garganta al momento de cantar. Las otras canciones que reinterpretaron en clave intimista fueron “Claramente” (del repertorio solista de Chano), “Poema de los cielos”, “La ensalada” y “Chica biónica”.
Con las emociones del estadio a flor de piel, TB encaró el tramo final del show con sus mayores hits, desde la “Ciudad mágica” nacida para la pista de baile, la melancólica “Mis noches de enero”, el llanto tóxico de “Arruinarse” con los Airbag como invitados (”La mejor banda de rock del país”) y el cierre a toda orquesta con “La melodía de Dios” y lo último que le quedaba de voz a Chano. “Esperamos haberles mejorado la vida un ratito, aunque sea”, dijo en el final.
276.879 fueron exactamente las entradas que vendió Tan Biónica para los cinco shows de esta gira de regreso a la que todavía le queda una parada más antes de que termine el año (29 de diciembre en Uruguay) y que tendrá algunas excursiones hacia el interior del país y también al Paraguay en el primer cuatrimestre de 2024. “Yo creo una cosa: que lo mejor está por venir. ¡Arriba, corazones nostálgicos del piberío biónico!”, gritó el cantante sobre el final de este recital y abriendo la puerta a lo que ocurra en el futuro inmediato. Respaldo popular hay de sobra y canciones para que sean coreadas por multitudes, también.