“Así nos robaron ayer los bronces de la puerta de calle. Plena luz del día. Así estamos”, escribió Adriana Salgueiro en el pie de un posteo de Instagram en el que subió un video que refleja un robo furtivo a plena luz del día. Son apenas 20 segundos por demás elocuentes: munido de un objeto largo, un hombre hace palanca contra la puerta de un edificio para arrancar una placa de bronce y sale corriendo.
Las imágenes fueron captadas por la cámara de seguridad instalada en el hall del inmueble en el que vive la histórica actriz desde hace 17 años. El hecho ocurrió en el barrio de Palermo a las 5 de la tarde y, lamentablemente, no llama la atención, dado que es un robo que en el último año se puso de moda. Los ladrones arrancan los bronces que encuentran en fachadas de las propiedades de los edificios -pueden ser picaportes, placas, tableros de porteros eléctricos- y los venden por kilo. La modalidad también se extiende a los cementerios, donde se sustraen placas de ese material. En Buenos Aires, el kilo de bronce tiene un valor de entre 3800 y 4200 pesos, y las chatarrerías pagan en el acto, contra entrega.
“Publiqué el video y ahora lo que me sorprende cuando lo veo es que yo termino mi posteo diciendo ‘así estamos’. No me quejé, sino que mostré a la gente lo que había pasado y puse eso, que siento como que lo naturalicé inconscientemente. Es una barbaridad que está pasando todos los días, porque si vos ves con la violencia con que este hombre arranca el bronce, más allá del bronce, es perturbadora”, cuenta Adriana Salgueiro en diálogo con Teleshow. La actriz cuenta que minutos antes del robo, el ladrón pasó sentado en un escalón del edificio durante unos minutos “viendo que no apareciera nadie. Y le tomó 10 segundos hacer lo que hizo. Así estamos”.
“Con total impunidad y a las cinco y media de la tarde, plena luz del día, el tipo fue y arrancó el bronce. Es un edificio antiguo que tiene mucha decoración de bronce, cosa que tuvimos que sacar del todo. Lo que quedó es el portero eléctrico, que también lo vamos a cambiar para no llevarnos otro disgusto. ¿A vos te parece que está bueno tener que cambiar historia por una modernidad que es menos linda y más barata?”, se indigna Salgueiro.
“Otra cosa que me disgusta, a mí y a todos los vecinos, es que tuvimos que dejar cerrada esa puerta. Estas cosas te cambian hasta la manera de llevar tu vida dentro de tu casa, que es tu lugar en el mundo. Aparte es un edificio que no hay muchos vecinos, no somos muchos. Y a todos nos pasa lo mismo, además del susto que te queda por ver la violencia que hay”, remarca Adriana.
“En este edificio somos toda gente grande, no hay jóvenes, y la verdad es que quedamos preocupados por el hecho. Pero hay algo que está bueno y es que somos todos muy expeditivos. No nos quedamos lamentándonos: llamamos de inmediato a la policía, se hizo la denuncia y vinieron a ver. Después, lo que pase con eso, no lo sé. Yo creo que deberían cerrar o multar a estas casas que compran estos materiales, que se fijen que son robados. Hasta que no paren con eso, no creo que haya una solución real”, dice.
“La policía tiene que ir a esos lugares, no al chorro. Aparte, otra cosa: el que nos robó no era una persona en situación de calle que estuviera pidiendo comida o ropa. Este fue un delincuente que vino a romper una puerta para llevarse algo. Entonces, tienen que ir a los lugares que tienen a los delincuentes como clientes. Eso sería una buena idea”, reforzó.
“Hablar de este tema me da un poco de pudor, porque siempre hay gente que te puede criticar o decir que estás hablando de algo como esto, cuando hay gente que la pasa peor. Por supuesto que sí. Lo que quiero es simplemente visibilizar y que la gente esté atenta a cosas como esta que nos pasó a nosotros, porque le puede pasar a cualquiera y en cualquier barrio”, cerró Salgueiro.