Ricardo Piñeiro murió este miércoles a los 67 años. El histórico representante de modelos estaba internado en el Sanatorio Otamendi, luego de sufrir un ACV hemorrágico. Un grupo de amigos lo acompañaba, entre ellos, Dolores Moreno, quien se hizo cargo de cuidar a sus perritas. Sin embargo, una de las mascotas, Elena, sufrió problemas neurológicos y está internada en grave estado en un centro veterinario.
Sabido es que Ricardo mantenía un vínculo especial con sus mascotas, a quienes consideraba parte de su familia. Así lo mostraba en sus redes y en sus cada vez más esporádicas apariciones públicas. Y como ejemplo vale uno de sus grandes gestos. Cuando ya estaba alejado del mundo del modelaje, encontró en la fotografía una manera de canalizar su pulsión artística. Y una de sus muestras fue dedicada a enaltecer el vínculo con sus perros. Así, logró compartir su mundo interior con quien quisiera verlo y, al mismo tiempo, la forma de hacerlos eternos a través de su lente.
El ACV hemorrágico que sufrió el representante el domingo a la mañana y su muerte ocurrida tres días después, golpeó fuerte a la comunidad del espectáculo. Y el impacto naturalmente llegó a las mascotas. En diálogo con Teleshow, la exmodelo contó que todo comenzó el domingo cuando recibió un llamado telefónico de un amigo, Charly, para comentarle que estaba preocupado porque no se podía comunicar con Ricardo. Con la ayuda de la Policía y el SAME pudieron forzar la puerta y entrar al departamento de Recoleta. Allí lo encontraron desvanecido en el baño y lo llevaron de urgencia al Hospital Fernández. Luego, lo trasladaron a la clínica privada donde lamentablemente falleció.
“El domingo fue de terror, totalmente inesperado. Ricardo tenía cuatro perritas, una de ellas es Elena que cumple tres años ahora. Ese fin de semana hizo mucho calor y creo que estaban sin agua y sin comida. Después de todo lo que pasó, nos dividimos las tareas entre tres amigos y yo me traje a las cuatro perras para casa. Ellas me conocen, estaban bien y contentas cuando las subí al auto”, aseguró Moreno, quien en la actualidad maneja su propia escuela de modelos.
Ya en su casa, se dio cuenta de que Elena tenía un comportamiento raro porque estaba temblorosa y se le deslizaban las patitas de atrás. “Pensé que estaba afectada por la falta de la comida, de agua, sumado al impacto que lo que le había pasado a su dueño. Se subía a mi cama y era la única que dormía más. De repente se activaba y se ponía feliz, saltaba con las otras tres, gritaban a loco. Se conectaba y de golpe se desconectaba”.
El lunes el estado de la perrita empeoró, ya que caminaba de manera errante y parecía que tenía problemas de visión porque se llevaba por delante las puertas. Dolores pudo contactarse con el veterinario de las perritas de Piñeiro, ya que sospechaba que podría tener un problema neurológico. Por la noche, como Elena empezó a ladrar sin parar, decidió llevarla a una guardia en un centro veterinario para que la atendieran de urgencia.
“La perra caminaba en redondo sin parar y era el único momento en el que no ladraba. En su caminata buscaba apretar su cabeza contra la pared. Los veterinarios la revisaron, la internaron y la sedaron. Yo estuve en todo momento hasta que la pusieron en un coma barbitúrico. A la mañana siguiente me pasaron el parte de que hizo cinco paros cardíacos. La sacaron de los cinco. El martes por la tarde pude verla, estaba intubada y con una droga que le están pasando para descomprimir la cabeza”, explicó Moreno.
“Parece que Elena estaba con una ceguera hace poquito y ya estaba con un problema neurológico. Yo supongo que uno de los motivos fue que la perrita podría haber quedado afectada por el golpe de calor y por haber estado sin agua y sin comida. Además, la situación que pasó con su dueño fue muy estresante. Él estaba con las perritas pegadas 24/7 y eso pudo haber sido un factor desencadenante para que Elena se viniera abajo en 72 horas”, señaló.
La internación en el centro veterinario tiene costos altos. Por este motivo, con un grupo de colegas, liderado por Paula Chaves, Mariana Arias, María del Cerro y otras modelos que trabajaron con Ricardo, iniciaron una campaña en las redes sociales para juntar dinero y pagar los gastos médicos. Rápidamente, empezaron a recibir donaciones gracias a la solidaridad de la gente.
“Fue increíble, ayer cubrimos el primer día de internación que son 155.000 pesos. Ahora sigue internada y la tiene que revisar un neurólogo. El dinero lo recaudamos a través de Mercado Pago a la cuenta escuela.de.modelo.mp”, manifestó Moreno.
Con la muerte de Ricardo, ahora Dolores quedó a cargo de Elena. Mientras que las otras tres perritas están siendo cuidadas con un matrimonio amigo del exrepresentante de modelos. “Yo lo quería como un hermano, con el mismo amor”, cerró cuando se enteró del fallecimiento de su gran amigo.