Palpitando uno de los estrenos más esperados en la cartelera cinematográfica, se realizó la avant premiere de Napoleón y los famosos no quisieron perderse detalle. La figura histórica de Napoleón Bonaparte, más el atractivo ineludible del protagónico de Joaquin Phoenix y la dirección de Ridley Scott son algunos de los atractivos que presenta el filme que desde este jueves puede verse en las salas de todo el país.
Graciela Borges, una de las grandes divas del cine nacional, lució un vestido largo negro con motivos floreados, una pashmina color mostaza, sombrero y lentes de sol. Junto a ella, figuras como Juan Minujin, Marcelo Piñeyro, Andrea Politti, Gabriel Corrado y Armando Bo se dieron cita en el Complejo Cinépolis ubicado en el barrio de Recoleta para repasar las gestas militares del emperador francés y espiar en su relación con Josefina, dos de los ejes que propone el filme.
La actriz Sabrina Carballo se llevó buena parte de las miradas al lucir su embarazo, y con una sonrisa respondió cada uno de los saludos. Martín Slipak, Mariana Genesio, Paola Barrientos, Fabián Zitta, Florencia Canale, Costa y Nico Maiques también estuvieron presentes en la primaveral noche de Buenos Aires, en una jornada en la que primaron los looks casuales. La exuberancia del vestuario esta vez estaba del otro lado de la pantalla.
Conocido tanto por sus hazañas militares como por su impactante legado político, Napoleón Bonaparte continúa siendo objeto de estudio y controversia. Y entre una de tantas lecturas posibles aparece esta visión del reconocido director Ridley Scott, quien traza la historia del caudillo francés. Protagonizada por Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby, el largometraje del cineasta británico busca colocarse entre las mejores películas del año, y desde ya huele a nominaciones al Oscar y a un sitial de privilegio en las ceremonias más importantes.
El filme se construye como una epopeya de acción llena de espectáculo que detalla el accidentado ascenso y caída del emblemático emperador. Con un impresionante escenario cinematográfico a gran escala orquestado por el legendario director Ridley Scott, la película capta la implacable travesía de Napoleón (Phoenix) hacia el poder a través del prisma de su adictiva y volátil relación con su único y verdadero amor, Josefina (Kirby), mostrando sus visionarias tácticas militares y políticas plasmadas en algunas de las secuencias de batalla más dinámicas y realistas jamás filmadas
Mientras se espera la apertura al público en general en la Argentina, la película reactivó la histórica grieta entre Francia e Inglaterra. A pesar de la recepción positiva en los medios del Reino Unido, las críticas en el país galo no han sido tan favorables. El diario Le Figaro ironizó al sugerir que la película podría titularse “Barbie y Ken bajo el Imperio”. GQ Francia describió la cinta como “profundamente torpe, antinatural e involuntariamente divertida”, especialmente al representar a soldados franceses en 1793 gritando “Vive La France” con acento estadounidense.
Patrice Gueniffey, biógrafo de Napoleón, también se metió a fondo en el debate y calificó la película como una reescritura de la historia “muy anti francesa y muy pro británica”. Ante estas críticas, Ridley Scott defendió su obra en una entrevista con la BBC: “Los franceses ni siquiera se gustan a sí mismos. A la audiencia a la que se lo mostré en París les encantó”. Además, el cineasta británico desafió a los críticos que cuestionan la precisión histórica de la película: “¿Estuviste allí? Oh, no estuviste allí. Entonces, ¿Cómo lo sabes?”, preguntó de manera irónica.