Patricia Palmer sorprendió al compartir uno de sus secretos de belleza mejor guardados: cómo cuida y revitaliza su rostro cada mañana usando exclusivamente productos 100% naturales. La actriz de 68 años destacó el poder de la naturaleza en la medicina, enfatizando las cualidades iluminadoras, hidratantes y antiarrugas que contribuyen a mejorar la piel del rostro y a disminuir la hinchazón ocular.
En un video publicado publicado a través de su cuenta de Instagram, donde cuenta con casi 250.000 seguidores, demostró su técnica abriendo una cáscara de banana y aplicándola sobre su rostro: “El bosque es de donde se nutre la medicina. Sus propiedades iluminadoras, hidratantes y antiarrugas pueden mejorar la piel del rostro y reducir la hinchazón de los ojos. No se trata solo de la piel, sino también de tu cabello y dentadura”, explicó en el texto que acompaña el video.
Palmer extendió su enfoque más allá del cuidado de la piel, abordando también la riqueza nutricional de la cáscara de banana y argumentando en contra de desechar este producto natural. Sin embargo, sus observaciones no se detuvieron allí. Reveló que la cáscara también puede ser utilizada para dar brillo a diferentes objetos.
“Cargada de nutrientes esenciales, como fibra dietética, inulina, potasio, vitamina B6 y B12, la cáscara del banana no debería desecharse. Pero las ventajas no terminan ahí. ¿Sabías que la cáscara de plátano también puede brillar tus objetos de cuero y cubiertos? Además, es un abono natural perfecto para tus plantas, enriqueciendo la tierra y fomentando un crecimiento saludable. Al finalizar su mensaje, hizo énfasis en la importancia de adoptar prácticas de reducción, reutilización y reciclaje de los productos alimenticios.
El video publicado por Patricia Palmer rápidamente ganó popularidad y se volvió viral con casi 16.000 likes y más de 1000 comentarios, recibiendo una gran cantidad de opiniones positivas. Estos seguidores no solo felicitaron a la actriz, sino que también contribuyeron con más información sobre las sorprendentes propiedades de la cáscara de banana, aunque otros también, en menor medida, cuestionaron la técnica compartida.
Con un largo recorrido en el mundo del espectáculo, Patricia Palmer llegó a Buenos Aires desde Mendoza con 24 años, una hija y un sueño por cumplir. Antes, se recibió de psicóloga social y había sido enfermera voluntaria en un hospital de su provincia . “Nunca me voy a morir de hambre, tengo muchísima capacidad de trabajo”, sostuvo en una reciente entrevista con Teleshow.
La intérprete que llegó a protagonizar clásicos de la pantalla chica como Dulce Ana, cuenta que logró acceder a Alberto Migré y Alejandro Romay a fuerza de insistencia y originalidad. Al autor lo esperó durante días en la puerta de Canal 13 hasta que logró su atención, y al entonces director de Canal 9 lo convenció del protagónico de la novela disfrazándose del personaje. “Fue una suerte tener esos dos valores dentro del medio de la televisión apoyándome y dándome esa gran oportunidad”.
“Cuando escucho la frase ‘el show debe continuar’, pienso: ‘Lo único que debe continuar son los hospitales’. Es más importante un enfermero. El trabajo del artista es maravilloso, cumple un objetivo y lo vimos en la pandemia. El arte no es necesario pero es imprescindible y lo hemos comprobado. Pero también hemos comprobado que puede parar. Lo que no puede parar es el trabajo de los hospitales. Fui voluntaria de un hospital muy humilde en Mendoza, donde viví cosas muy tristes. El valor que tiene la gente que limpia el piso, que trae y que pone el suero, es fundamental. Eso no puede parar”, explicaría a la vez que también detallaría que además de cuidar su cuerpo, es importante cuidar el alma, y para ello se refugió también en la meditación: ”Teniendo un momento de silencio, en un espacio de reflexión. Poniéndole la misma energía y el tiempo que le pones a la ducha, al cepillo de dientes, a peinarte. Se lo ponés a tu alma, y ya está”.