Claudia Valenzuela, la madre de L-Gante, sorprendió en las últimas horas a sus seguidores de Instagram y a todos los fanáticos del reconocido cantante con un tierno video lleno de fotografías inéditas de su hijo en distintas etapas de su infancia. Las imágenes muestran a Elián Ángel Valenzuela, como es su verdadero nombre, cuando era apenas un bebé y jugaba con las ruedas de una bicicleta, y después ya más grande, disfrutando de nadar en una pileta. En otra postal, durante su adolescencia, aparece saltando desde lo alto de un árbol con una gorra, uno de sus accesorios de moda preferidos.
Además, Claudia musicalizó el video con una de las canciones más emotivas que escribió Elián: “El día más feliz”, en cuyo estribillo dice: “Quisiera volver a verte como el día más feliz que haya vivido, mucho mejor si ese momento es conmigo...”. En la red social, la mamá del artista escribió un emotivo mensaje junto a esas imágenes: “¡Estoy orgullosa de vos!”. En cuestión de pocas horas, la publicación se llenó de cientos de “me gusta” y comentarios de muchos fans del músico.
Por otra parte, L-Gante fue noticia al protagonizar un tenso momento en el programa de Andy Kusnetzoff por el malestar que le generaron unas preguntas del conductor y algunas invitadas, a quienes acusó de quererlo “hacer pisar el palito”. El referente de la cumbia 420 no se guardó nada, pero no especificó el motivo detrás de su descontento. Minutos antes, había hablado sobre su relación con Wanda Nara.
El artista reveló cómo surgió su vínculo con la empresaria al recordar que comenzaron a interactuar a través de “reacciones de fuego en Instagram”. “Con eso se da a entender que hay onda”, le explicó el cantante a Marilina Ross, quien también participó del programa “PH Podemos hablar”.
Sin embargo, contó que se conocieron tiempo después en un evento que se organizó por una pelea de Yao Cabrera. En ese momento, le tocó sentarse junto a ella. “Tanteando, ahí tranqui. No sé, digo: ¿Le gustará que le hable así o así?”, relató. Frente a esto, Karina Mazzocco y Pía Shaw comenzaron a hacerle preguntas. “¿Te encantó apenas la viste?”, consultó Mazzocco y su colega agregó: “Si vos empezaste a pensar ‘cómo me muevo’, es porque ya te gustó” y luego retrucó: “¿Llegó el fueguito después?”. El cantante aseguró que, tras esa interacción, fueron a comer, pero no quiso profundizar mucho sobre el tema. “No cuento más, ya está”, dijo entre risas.
La conversación finalizó luego de que L-Gante confirmó que se había “enganchado” con Wanda, pero reconoció que “era un quilombo con su pareja (por Mauro Icardi)” y expresó que “por mente clara de los dos” decidieron terminar su vínculo. El tono de la charla cambió minutos después, cuando el conductor vio molesto a Valenzuela, por lo que le consultó qué le sucedía. “Quedé enojado un poco”, respondió el artista.
Al ser consultado sobre los motivos que lo llevaron a sentirse así, el cantante confesó: “Porque me puse a pensar… Vos me invitás a tu programa Podemos Hablar y puede explotar, pero también puede no explotar”.
“Si yo fuera un chico de mentalidad débil, hubiera caído en cada una de las trampitas que me han dicho para pisar el palito, que ustedes saben que me puede generar problemas personales, que lo tendrían que saber porque son profesionales”, continuó el artista. Luego, ejemplificó: “Si viene un pibito de mi edad que no está tan pillo a la forma de hablar de ustedes, frente a una cámara, que queda expuesto por todos lados, le iría mal”.
En ese sentido, quiso dejarles en claro a todos los presentes que “no están hablando con un boludo”. L-Gante recalcó que “quedó muy enojado” y, antes los intentos de solucionar las cosas de Kusnetzoff, lo cruzó: “No, yo no tengo drama de nada, vos tampoco tendrías que tener drama de nada”.
El conductor pidió perdón en nombre del programa y recordó que antes de la grabación le expresó que quería que se sienta cómodo. Luego del tenso momento, L-Gante expresó que solamente quería decir lo que sentía y que prefería continuar con el programa. Todo terminó con un abrazo entre el artista y Kusnetzoff, quien además le aclaró: “Nunca querría que pises el palito, ni mucho menos subestimarte”.