Como viene ocurriendo desde que se disputa a partido único, la final de la Copa Libertadores ofrece un espectáculo musical en la previa. Allí confluyen artistas representativos de los países y los equipos que disputan la final. En esta oportunidad, por el lado de Fluminense se presentó Ferrugem, un músico de pagode y samba, autor del tema “Vamos los Tricolores a ganar la Libertadores”. Representado a Boca estuvo Yerba Brava, grupo referente de la cumbia villera, con su gran hit futbolero “La cumbia de los trapos”.
La banda de San Fernando interpretó su tema que se convirtió en himno de las canchas y los vestuarios de todo el mundo, desde el torneo más amateur hasta la final del mundo en Qatar, donde Lionel Messi y la Scaloneta lo entonó con la hinchada. Y así lo interpretó el grupo en un escenario en el legendario estadio carioca, con esa letra universal, reforzada con el “Dale, dale Bo”, en la previa al estribillo como marca identitaria.
La parcialidad xeneize cantó hasta la afonía en el Maracaná, sin embargo la transmisión televisiva mostró algunos desajustes en el sonido, que rápidamente se volcaron en las redes. En X, antes conocida como Twitter, hicieron tendencia a Yerba Brava, con versiones a favor y en contra de su actuación. Y entre los comentarios se destacó el de Pablo Lescano, gran referente de la cumbia villera, que escribió un nuevo capítula en la disputa con sus colegas, que se remonta a los inicios del género, allá por finales de los 90 en la zona norte del conurbano.
“Ven porque hay que tocar en vivo, tengo un amigo que cobra más barato”, expresó el músico desde su alias Perrito malvado, al compartir un video de la actuación del grupo. “Y hace playback. Yo toco Cumbia en vivo”, agregó en otro mensaje. Y para seguir en la misma sintonía, usó una frase del lenguaje popular atinada por la sede del evento. “Me Río de Janeiro”.
A raíz de estas palabras, los usuarios tomaron partido por uno u otro artista, y Lescano se focalizó en uno que lo cuestionó. “¿La quiere toda para usted? ¿Y los códigos entre colegas?”, le preguntaron. Pero el tecladista redobló la apuesta. “Colegas míos no son, yo toco en vivo. Se llama dignidad”.
Vale recordar que semanas antes del gran partido, cuando se rumoreaba que Damas Gratis iba a tocar en la final, Lescano había publicado un mensaje sin destinatario pero con un sentido contundente. “Lo único que digo es que con mi grupo Damas Gratis tocamos en vivo. Si quieren una pista corte playback que convoquen otro genero musical, esto es cumbia”, escribió junto a una bandera argentina.
Por su parte, en la previa a la final, el cantante de Yerba Brava había hablado con ESPN sobre su emoción de ser parte del show: “Nos llamaron desde Conmebol para invitarnos y agradecido por supuesto a todos por esto. Nos llena de orgullo ser partícipes de esta fiesta”. Además, contó qué sintió cuando se enteró que los jugadores del equipo de sus amores solían cantar su tema: “Fue tremendo, empezaron a llamarnos cada vez que la cantaban antes y después de los partidos. Una alegría inmensa”.
Con el show consumado, las reacciones de Lescano y las opiniones de los seguidores, el escenario pareció remontarse a los comienzos del género. Aquella explosión de fin de siglo y la conformación de la banda de sonido de un sector de la Argentina en crisis que no tardó en trascender su clase social.
San Fernando, en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires, sería el centro de ese, por entonces, nuevo ritmo. De ahí surgieron Yerba Brava y Pablo Lescano, con un recorrido previo en las filas de Amar Azul, otro estilo de la música tropical. El tecladista con los años se convertiría en el ícono de la cumbia villera, a fuerza de las canciones que compuso para Flor de Piedra y luego con su proyecto personal, Damas Gratis.
En los últimos años Conmebol ha incluido shows musicales de bandas que representen a ambos finalistas. El caso más recordado es el de Los Palmeras, que tocaron en la Sudamericana 2019 por pedido de Colón y también el de Turf, que representó a River Plate en la final de la Libertadores 2019 en Lima.