El diagnóstico fue totalmente inesperado. A mediados del mes de junio, justo después de haber terminado las grabaciones de Masterchef y de haber recibido un Premio Martín Fierro como revelación por su participación como jurado de ¿Quién es la máscara?, Wanda Nara decidió hacerse unos chequeos de rutina previos al viaje que pensaba hacer junto a su marido, Mauro Icardi, y sus cinco hijos, Valentino, Constantino y Benedicto de su matrimonio con Maxi López y Francesca e Isabella de su actual pareja, a Europa. Sin embargo, los valores no salieron como los médicos esperaban. Y, por tal motivo, le sugirieron que postergara sus vacaciones para someterse a una serie de estudios.
La incertidumbre de Wanda era total. Y es que, al miedo lógico de una persona que aguarda los resultados de unos chequeos, se le sumaron las versiones que empezaron a circular en los medios de comunicación y que señalaban que la empresaria tenía una enfermedad oncológica de la sangre. “¿Por qué no me lo dicen a mí?”, se preguntaba. Y, por supuesto, esta situación hizo que pensara que su situación era mucho más grave todavía.
En ese momento, todo el mundo esperaba que Nara saliera a exponer cuál era su realidad. Siendo la mediática número uno de la Argentina, la conductora había construido toda una carrera en base a la exposición de su vida privada. Y se suponía que, de inmediato, iba a recurrir a sus redes sociales para contar lo que le estaba sucediendo.
Pero, esta vez, la situación era completamente diferente. Primero, porque el diagnóstico definitivo tardó varios días en llegar. Y, segundo, porque ella necesitaba tiempo para procesar la información y para comunicársela de la mejor manera posible a sus hijos antes de darla a conocer a sus seguidores.
Así las cosas, después de algunas semanas de hermetismo, Wanda comenzó a hacer algunas declaraciones hablando de “eso que tengo”. Se sabía que había comenzado su tratamiento en Fundaleu, que es el lugar especializado para la atención de la leucemia. Y que, aún después de que decidiera viajar a Estambul y a Milán, el doctor Miguel Pavlovsky, director médico de esa fundación, era quien monitoreaba su evolución. Pero ella no podía poner en palabras aquello que tanto la asustaba.
Finalmente, en sus últimas entrevistas, la conductora empezó a referirse a su problema como una “enfermedad”, sin dar mayores definiciones al respecto. Hasta que, recién en la mañana de este sábado, pudo ponerle todas las letras a su problema de salud. “Leucemia”, escribió contestando la pregunta concreta de uno de los más de 16 millones de usuarios que la siguen en Instagram. Y luego agregó: “Al principio le decía esa cosa que tengo yo. Después pude decirle enfermedad. Y ahora lo llamo por su nombre. Perdón a quien sintió que debía anticipar mis propios tiempos”.
Como era de esperar, la confirmación de Wanda sobre su leucemia llegó de inmediato a todos los medios del país y muchos internacionales, en especial de Turquía, donde su marido se desempeña como jugador en el club de fútbol Galatasaray, y en Italia, donde ella participa del Ballando con le Stelle que se emite por la RAI.
Hace unas semanas, después de su debut en el ciclo que conduce Milly Carlucci, Wanda dijo algunas palabras en el backstage en la que confesó por qué había aceptado el desafío de bailar a pesar de estar en medio de un tratamiento médico.
Y, sin poder contener el llanto, explicó: “Cuando me llegó la propuesta del Bailando, obviamente, ya se había estabilizado la situación. Así que le pregunté a los médicos si lo podía hacer. Y me dijeron que sí, tranquilamente, al cien por ciento...Si lo hago es para demostrar que estoy bien”.