De vivir en un pueblo en Corrientes con no más de 7000 habitantes pasó a ser una de las figuras más polémicas y nombradas luego de salir de la casa de Gran Hermano y adentrarse en la pista del Bailando 2023, lo que le generó una exposición para la cual Coti Romero advierte que no estaba preparada. Hoy, está con tratamiento psiquiátrico. Y enciende la alarma: dice que la mayoría de sus excompañeros en el reality “están con problemitas”.
Coti le hizo frente a cada uno de los conflictos que se le presentaron. A pesar de haber sido fuertemente hostigada por las redes sociales, de la cenizas resurgió. Ahora se la pasa de programa en programa dando notas, en las cuales aborda desde su situación sentimental y los diferentes choques mediáticos que se le generan a diario, hasta la salud mental.
—¿Cómo vivís todo lo que te está pasando luego de Gran Hermano?
—Estoy muy contenta, pero es como que no caigo todavía. No tomó dimensión del cariño de la gente. Obviamente me di cuenta, pero siento que capaz lo triste me nubla un poquito todo esto.
—Ya se están haciendo los casting para GH 2023. ¿Te acordás del tuyo?
—Fue una locura. Me acuerdo que recibí el mensaje de que había quedado en la primera etapa y no lo creía, entonces le escribí a Tomás Holder que en ese momento era el más conocido y él contaba por Instagram que le estaban hablando de los castings. Le pasé el número de teléfono que se había comunicado conmigo y me confirmó que era real. Ahí empezó todo.
—¿Cuántos castings fueron?
—Seis en total. El primero fue muy temprano. Cuando bajé del auto me encontré con Daniela (Celis). Ahí la conocí: estábamos re nerviosas las dos. Entré, me hicieron una serie de preguntas y cuando salí pensé: “Respondí todo mal”. Cuando me volvieron a llamar no lo podía creer. Así fui avanzando, y observando en cada etapa las miradas y los gestos de quienes me entrevistaban, hasta que pasé a la última etapa donde quedamos 35 personas, de las cuales iban a descartar 17. Bueno, finalmente me eligieron. Siempre tuve fe.
—¿Qué es lo mejor y lo peor que te dio la casa de Gran Hermano?
—Lo mejor de todo fue el cariño de la gente... Hay veces que estoy mal y con un mensaje ellos saben cómo ponerme de pie… Y aparte también me demostró quienes son las personas que estuvieron a mi lado desde el primer momento y nunca me abandonaron. Lo más difícil fue darme cuenta lo triste del mundo: la gente te critica, se mete con tu vida sin límites, con tu familia, con cosas delicadas del cuerpo, y no piensan lo que uno puede estar pasando. Me hizo sentir más vulnerable de lo que yo pensaba que era.
El alto precio de la fama
Al salri del reality, la sobreexposición la llevó a caer en una mezcla de ansiedad y depresión, provocándole tener conductas agresivas contra su cuerpo: desde lastimarse sus muñecas hasta pensar en la idea de quitarse la vida. “Muchas veces estuve muy cerca de hacerlo... Y es duro porque en esos momentos no pensás en otras cosas. Por eso pienso que fue Dios también quien me ponía esas imágenes lindas en mi cabeza: de mi familia, de las cosas que viví, de lo que todavía puedo vivir…”, expresa Coti, entre lágrimas.
—Tanto Maxi Guidici como Holder estuvieron en una situación parecida. ¿Por qué crees que pasó eso con algunos ex participantes de Gran Hermano?
—La mayoría de las personas que salimos de GH estamos con problemitas porque la gente se acostumbró a vernos en esa casa y opinar de nosotros… Entonces salimos y piensan que son los jueces de nuestra vida. Pero también hay que convivir con eso, porque en cualquier lado nos puede pasar.
—¿Cuál fue el comentario más cruel que te hicieron?
—No sé si es uno. Inclusive, a mí al principio los comentarios no me importaban, pero no recuerdo muy bien cuándo fue que me empezó a afectar porque no fue un día en sí, sino que fue creciendo ese malestar, y al final terminó por hacerme sentir que era todo eso que la gente decía… Transité mucha oscuridad.
Coti cuenta que fue el amor de su familia y sus amigos lo que hizo que haya podido empezar a trascender ese momento tan duro de su vida. Cuando sus padres se dieron cuenta del estado en el cual se encontraba viviendo, sola en Capital, vieron factible la posibilidad de que una amiga de su infancia se fuera a vivir con ella, con el fin de hacerle compañía y que la soledad y los días no se le hicieran tan difíciles.
—¿Hoy sentís que estás recuperada?
—Yo creo que todavía estoy transitando un momento difícil de mi vida. No sé si diría que estoy recuperada... Es como una montaña rusa: hay veces que estoy bien y hay veces que estoy mal, pero es parte del proceso, creo yo. Estoy haciendo terapia y estoy medicada, aunque intentando dejar un poco las pastillas porque no quiero depender siempre de eso. Le pongo fuerzas porque tengo muchas ganas de salir adelante.
Una infidelidad que ocultó
—¿Qué sentiste cuando viste el video de Alexis Quiroga, tu exnovio, besándose con otra chica?
—Me pasaron un montón de cosas. En realidad no me dolía el video en sí. Me dolió lo que me contó: que cuando estábamos juntos, no había pasado ni un mes de que habíamos salido de la casa y él ya se comunicaba con otras chicas, les hablaba, reaccionaba historias, usaba el modo efímero… También descubrí que el representante le decía: “Vos tenés que decir que Coti te fue infiel para dejarla mal”. Hubo muchas cosas ahí, que son fallas. Eran un montón de cosas y mentiras y yo nunca lo conté.
—¿Por qué elegiste no exponerlo?
—Porque yo apostaba a volver con él y si lo contaba iba a ser mucho más difícil, tanto para mí cómo para él.
—¿Y en qué momento dijiste: “Basta, hasta acá llegue”?
—Un día dije que no quería saber más nada y lo bloqueé de WhatsApp, de Instagram, de TikTok y de los mensajes comunes. Y me empezó a hablar por correo. Me pedía que volviera con él, que lo perdonara, me mandaba cosas a mi casa: peluches, flores, chocolates, cartas. Y yo pensé: “¿Cómo hace para que llegue todo esto?”. Le pregunté y me dijo que le pasó la dirección a una de las fans. Filtró mi dirección. Ahí dije basta, hablé con mi familia y mi mamá le mandó un audio y le dijo: “No quiero que la lastimes más porque si le llega a pasar algo voy a buscarte”.
Pese a las idas y vueltas que tuvo esta relación que nació en Gran Hermano y duró casi un año, Coti -con el corazón aún roto y desilusionado por todo el dolor que le generó la ruptura de un amor al que se entregó “al cien por cien”- todavía quiere “volver a creer en el amor”. Y se emociona: “Siento que el amor que es real, es hermoso. Le pido a Dios que algún día llegué alguien que me sepa valorar, que no me falle. Es lo único que quiero”.
—Recibiste mensajes de futbolistas. ¿Coti podría ser una futura botinera?
—Me llegaron varios mensajes, pero no contesté ninguno porque no estaba interesada y creo que aún sigo sintiendo cosas por Alexis.
—¿Qué tipo de hombre te atrae?
—Soy muy rara para enamorarme: no me gusta cualquier persona. Pero cuando siento esa chispita, voy por todo. No es de a poquito, sucede de repente... Imaginate, soy de Aries y con ascendente y luna en Cáncer, por eso soy tan sensible.
Sueño cumplido
De chica, se pasaba horas frente al televisor viendo los programas de chimentos, los realities shows y los diferentes ciclos de espectáculo. Desde el primer momento supo que ella quería estar ahí. Y lo logró: está en aquel lugar en el que siempre se vio. Hasta puede decirse que hubo una suerte de predicción. “Un día le dije a mi papá: ‘Yo voy a estar en la pista del Bailando’”, rememora Coti. Y ahora, va por mas: asegura que, con el respaldo de su equipo, será la ganadora. “Hay que tener mucha fe, aspirar alto”.
Dice que el team conformado por su coach, Sol Ruggeri, y su bailarín Jitsu Díaz, es “muy positivo”. Tanto es así que han querido plasmar esa unión grupal en su piel, realizándose un tatuaje. “Nos hicimos un diamante, por lo que significa: es una piedra de carbono, igual que el grafito de la mina, son el mismo material, pero el diamante está hecho a muchísima más presión y por eso se crea algo tan hermoso. Nosotros pensamos que somos un equipo que, bien o mal, estamos bajo mucha presión. Y podemos crear algo hermoso juntos, porque cada uno tiene una historia detrás”.
—Cuando termine el Bailando, ¿qué te gustaría hacer? ¿Te ves como angelita de Ángel de Brito?
—Creo que sí. Voy a ir por todo, realmente. Y sí, me veo y quiero. Así como le dije a mi familia que iba a estar en la pista del Bailando y lo logré, hace no mucho le dije a mi amiga: ‘Voy a estar en una película o en una serie’. Ahora voy a ir por teatro, pero yo sé que en algún momento de mi vida voy a estar en la pantalla grande.
—O sea, ¿a Corrientes no vas a volver?
—No sé. Mi pensamiento va cambiando de acuerdo a lo que me va pasando. Por ahora me gusta mucho estar acá porque acá están los sueños, pero siempre es lindo volver a Corrientes porque Corrientes tiene payé, como decimos nosotros.
—¿Qué es lo que más extrañas?
—La tranquilidad. Me pasa que voy y es como si los días duraran 48 horas porque podés dormir, te levantás, salís, te vas a jugar al básquet, podés salir a correr, y el día sigue siendo como que no pasó nada. Y acá es como que se te va muy rápido la hora. Igual, también me gusta.
—Te propongo un ping-pong. ¿Con qué participante del Bailando tenés más pica?
—Lourdes Sánchez, correntina también.
—¿Le aceptarías una salida a Ezequiel Barco o a Gastón Edul?
—A Gastón sí; a Barco, no.
—¿Qué sería peor, nunca más poder usar el rosario o nunca más poder ir a la cancha?
—Nunca más poder usar el rosario. Me acompaña desde chiquita.
—La Tora, Alfa y El Cone están en una isla desierta: ¿a quién salvas, a quién le das provisiones y a quién dejás que se lo coman los tiburones?
—Me llevo a La Tora, que es una amiga muy grande, lo dejo a Alfa con provisiones y dejó que se coman los tiburones a Alexis...
—¿Con qué jugador de las ediciones anteriores de Gran Hermano te identificás más?
—Con Gastón Trezeguet. Lo conocí en persona y me dijo que yo tenía mucho de él porque cuando jugábamos éramos muy fríos, como que a la hora de votar no mezclamos los sentimientos. Aunque yo sí mezclé un poquito porque nunca voté a Alexis y siento que lo hubiese votado en algún momento.
—¿Quién va a ganar el Bailando?
—Coti va a ganar.
—La última: ¿qué le dirías a la Coti que de chiquita soñaba tanto esto que le está pasando?
—Le diría que no se tome nada personal porque en la vida pueden pasar un montón de cosas, pero siempre tiene que guiarse por Dios, por su familia y por sus amigos más cercanos. Y que realmente disfrute porque la vida es una sola y como dice mi tatuaje: “Te vas a morir en algún momento”. Y tenés que llevarte todo lo vivido porque nada material se lleva adonde vayamos.