Evangelina Anderson sorprendió a todos con su baile en Los 8 escalones

Tras la salida de Pampita en el jurado de Los 8 escalones, quien se encuentra en este momento ocupando su silla es Evangelina Anderson, quien luego de varios años viviendo en el exterior, regresó a la Argentina en el marco del nuevo desafío profesional de su marido, Martín Demichelis, al hacerse cargo de la dirección técnica de River.

Es en medio de este panorama que la empresaria fue figura principal de un colorido momento que se vivió en la última jornada, cuando durante la contienda final del concurso, la tercera jurado tomó el micrófono para efectuar su pregunta. Con un vestido en tonalidad plateada como parte de su look, no se limitó únicamente a hacer la consulta, ya que sorprendió al caminar hacia la zona donde se encontraban los finalistas y con la melodía de fondo ambientando el momento, se sumergió en un baile que capturó la atención de todos los presentes.

Tras volver a su asiento y luego de remarcar lo divertido que resultó el baile, pasado ese momento de distensión, Anderson planteó una cuestión vinculada a la coreografía recién realizada: “¿Cómo se llama este estilo de baile que acabo de hacer?” Las alternativas presentadas para responder fueron: swing, charleston, tap y morris. Los dos competidores, Sergio, quien es arquitecto, y José, de profesión geólogo, optaron por seleccionar la opción B, que correspondía al estilo charleston. Ambas elecciones resultaron ser acertadas. “Coinciden en la respuesta, se ve que saben de baile”, cerró la jurado.

Los finalistas apenas estaban separados por una respuesta cuando llegaría la pregunta final, tambíen a cargo de la empresaria: “¿Cómo se llama al tipo de aplique de flor que usa Nicole Kidman en este vestido y es tendencia este año?”, luego de mostrarles el paso de la actriz por una alfombra roja. Las opciones en este caso eran: Bordado, 3D, Sublimado o Abrojo y quien acertó fue Sergio, al volcarse por la opción 3D.

La emotividad embargó a todos en Los 8 escalones la jornada anterior, cuando se confirmó que Edith era la nueva ganadora. La participante que se desempeña profesionalmente como costurera y reside en la localidad de Lomas de Zamora, en Villa Centenario, logró alzarse con el premio de tres millones de pesos. Este logro suscitó emoción no solo por la cifra en sí, sino también por la decisión que tomó en relación con una oportunidad adicional que se le presentó durante la competencia.

“Edith, ¡3 millones de pesos! Edith gana el juego. Costurera Edith, vive en Lomas de Zamora, en Villa Centenario, la ganadora de los 3 millones de pesos vive con sus hijos, Joel y Julieta, y tiene dos nenes más. Tiene seis hermanos, un familión”, destacaba Guido Kaczka luego de que la mujer acertara la última pregunta, que estuvo a cargo del jurado invitado, Iwao Komiyama, respecto de qué bebida fue creada en sus inicios para combatir la malaria gracias a que en su composición posee quinina.

Mientras Tobías se volcó por la opción “Ginger ale”, Edith acertó al elegir la opción “Agua tónica” momento en que el estudio se cubrió de una lluvia de papeles dorados, con un llanto y emoción difíciles de frenar, mientras corría a abrazar a su hermano, quien la acompañaba en el estudio. Tras ello, recibía el saludo de los demás participantes que fueran parte de la jornada.

Posteriormente, Kaczka ofreció a Edith la posibilidad de comprar una “llave dorada”, un elemento del juego que otorga el derecho a participar en una final donde el premio es un departamento. La situación planteada por el presentador fue la siguiente: si Edith decidía adquirir la llave dorada que estaba en posesión justamente de su compañero en la final, Tobías, tendría la opción de volver al programa al día siguiente para competir por otro premio de tres millones de pesos, y además se aseguraba un lugar en la final por el departamento.

El conductor le consultó si estaba dispuesta a invertir parte de su premio en la compra de la llave, o si prefería conservar la totalidad del monto ganado. Edith, al responder, manifestó que su necesidad económica la llevaba a optar por no hacer ninguna oferta, y así poder disponer del premio de manera completa. “Yo necesito la plata, así que no voy a ofrecer nada”, llegó a decir con la voz entrecortada.