Luego de la grabación de PH, Podemos hablar, se filtró una fuerte discusión entre Andrea Rincón y Belén Francese a partir de dos versiones diferentes de una misma anécdota. En el amanecer luego de una fiesta en Mar del Plata, Belén contó que se sentía mal y que Andrea intentó seducirla, algo que fue desmentido rotundamente por la actriz.
Las imágenes que se conocieron, más los testimonios posteriores de las involucradas, habían generado expectativa sobre lo que la producción iba a decidir mostrar al aire. El programa venía transitando según lo planeado, con las visitas también de Graciela Alfano, Sol Pérez y Sofía Jujuy Jiménez, un panel pensado especialmente para hablar de las maternidades en la previa del Día de la Madre.
Ante la consigna de Andy Kusnetzoff para que pasaran al frente quienes hayan participado de una fiesta inolvidable, Belén pasó al frente y Andrea no. Al empezar a relatar su anécdota, Francese la miró y la invitó a dar el paso, por tratarse de un hecho que las involucraba, lo que generó cierta sorpresa en el rostro de Rincón.
Hasta entonces todo eran sonrisas y complicidades. “No dormimos esa noche”, advirtió la actriz de ATAV 2. La modelo contó que la fiesta había durado hasta el amanecer, que ella venía de una separación y que había conocido a un chico. “Era de día, y Andrea subió a hablar conmigo y charlamos mucho. Yo estaba triste, me estaba separando de un novio y la pasamos muy bien”, recordó Francese.
“Solo hablamos, ella estaba saliendo de una y entrando en otra. Yo subí y le pregunté: ‘¿Te lo volteaste? contame todo’”, acotó Rincón, sin hacerse cargo de lo que estaba sugiriendo Francese y que habían interpretado todos en el estudio. Entonces, el conductor apuntó a Belén. “¿Usted tuvo algo con Andrea en esa fiesta?”.
“No”, respondieron a dúo, aunque seguían hablando de cosas diferentes. Rincón insistía en que Francese había estado con un hombre musculoso, pero la modelo se mantenía en su versión. “Yo flashee otra situación. Yo sentí eso, pero por ahí me querías contener. Yo me ilusioné, siempre entendí eso, porque era de día, estaba mal. Me quedó confusa la situación”.
Rincón se rio, entre nerviosa y sorprendida. “Si te hubieras dado cuenta que Belén quería unos mías, habrías agarrado”, preguntó Andy. “No, de ninguna manera. ¿Por qué pensaste eso?”, respondió Rincón mirando a Francese. “Después te cuento”, respondió la aludida entre risas. En ese momento, Kusnetzoff improvisó un frente a frente entre ellas en el centro del estudio para resolver todas las dudas.
Francese:— ¿Te acordas que era de dia, subiste y te pusiste a hablar de un montón de cosas? ¿Y me dijiste: “sos hermosa, tranquila, todo va a pasar”?
Rincón: —Sí, porque estabas triste. Y te traté de consolar, creo que no te rompí el corazón.
Francese: —No, cero, al contrario. Obviamente pasó mucho tiempo, pero yo interprete que vos querías otra cosa
Rincón: —No, lejos de eso.
Se dieron la mano y la situación parecía subsanada, pero minutos después, volvieron a enfrentarse. “Es imposible agradarle a todo el mundo”, concluyó la modelo. En ese momento, intervino Rincón y retomó la discusión anterior. “A veces lo hace uno con el otro sin darse cuenta. Te lo quiero decir, pero lo que hiciste recién no me parece. Sabés que no fue así, había más gente. ¿Lo estás inventando para mañana salir en los medios”, la increpó.
“Lo que vos estas haciendo no se hace. Yo no me lo merezco porque a vos no te hice nada. Si te equivocaste, pedime disculpas porque yo te estoy diciendo que no fue así. Vos no me gustás, nunca me gustaste”, prosiguió mientras se le quebraba la voz. “Me tengo que bancar todo un programa pasándola mal no sé por qué, porque lo único que hice fue consolarte porque vos estabas mal.
“Yo lo conté genuinamente, Andrea. Vos lo sentiste así y te ofendió, y me decís que no es correcto que te lo diga. A mí me pareció divertido, nunca fue mi intención lastimarte. Jamás”, se excusó la vedette. “¿Es un pedido de disculpas, Belu?”, interpretó el conductor. “Yo te disculpo, pero sabé que no me gustaste nunca”, repitió Rincón.
Cuando la situación parecía volver a desbordarse, el conductor apeló a una táctica que suele aplicar con sus hijos. “¡Estatua! No se pueden mover”. Y retomó el hilo del programa dándole la palabra a Graciela Alfano.
PH siguió su rumbo sin mayores alteraciones más que algunas referencias irónicas a la discusión. Y ratificaron las paces cuando la producción las puso frente a frente. Claro que después Rincón, Francese y los testigos hablaron del tema en otros programas. Y el conflicto entre las protagonistas parece no tener solución.