El presente de la pastelería tiene una figura destacada que, desde su irrupción hace poco más de dos años, aún concita la atención de grandes y chicos por el efecto que genera: la llamada torta piñata. Se trata de una preparación que cuenta con una estructura de chocolate que, al romperse, deja al descubierto un interior repleto de golosinas y regalos, tanto para quien está de festejo como también para los invitados.
Durante la última emisión de Mañanísima, el programa conducido por Carmen Barbieri en Ciudad Magazine, la pastelera Samanta Casais realizó esta preparación, y mostró el paso a paso durante toda la duración del programa. En el bloque final llegaría el momento de develar era el producto terminado, y cómo se sentía el hecho de romper la torta para ver qué hay en su interior.
Para ese momento clave de la emisión se eligió a Diego Ramos, quien había sido el invitado a un reportaje para hablar de su pasado y su presente, tanto en la vida personal como en la artística. Así, tanto la conductora como la pastelera y el actor se dispusieron alrededor de la preparación, acompañados de los columnistas Pampito y Estefi Berardi. Tras entregársele un martillo de madera, Ramos consultó de qué forma debía asestar el golpe, si de arriba hacia abajo o desde un costado. La creadora le pidió que lo hiciera “con toda la bronca”. Dicho y hecho...
Luego de cantarse a sí mismo el “Feliz cumpleaños”, el actor bajó el martillo con más fuerza de lo que cualquiera en el estudio hubiera imaginado. Y al golpear de costado la torta, directamente rompió el imponente plato sobre el que se encontraba presentada, provocando que todos tuvieran que alejarse en un instante para ponerse a reparo por los vidrios que saltaron.
“¡Sentí que me saltó un vidrio!”, gritó una alarmada Berardi, en tanto que Pampito comenzó a reír y a señalarle a Ramos lo que había realizado: “Le diste con mucho hombro”, consideró. Por su parte, Samanta sólo atinó a gritar “¡Mi plato!”, horrorizada, sufriendo porque ya no serviría más... La primera reacción de Diego fue mirar a cámara y asegurar que podía fallar, y mientras se dirigía a la pastelera, le aclaró: “Decí que tenés muchos y no pasa nada...”.
En una charla en los últimos días con Teleshow, Diego Ramos había reflexionado sobre el presente de la televisión: “Siempre veo mucha tele, no tengo prejuicio, y si no me gusta algo lo cambio, creo mucho en el poder del control remoto, o sea que creo que las cosas que están, si están, por algo es. Le hablo mucho a la tele mientras miro, me enojo o me río, me divierto y me gustan todo tipo de programas. Creo que caímos en la tele del juicio, del que todo lo sabemos, del que muchas veces la pregunta es más importante que la respuesta, del no dejar poner un punto y avasallar con una repregunta. Me parece que los que hacemos tele tenemos que luchar mucho contra eso. Más allá de eso, me parece que la tele de hoy en día si está así, con los programas que hay y con este tipo de formatos, es porque evidentemente nos gusta”.
Respecto de cómo siguen los días de 2023 aseguró: “Sigue con Sex, de jueves a domingo, viernes doble función, sábado triple. Es un placer, no sólo porque la gente va, sino que disfruta tanto que vuelven dos, tres, cuatro veces con distintos grupos, amigos, familias, parejas. También estoy dirigiendo una comedia en el Paseo de la Plaza, los martes a las ocho de la noche, que se llama Wasabi. Muy feliz, porque la dirección es algo que a mí me gusta mucho, me interesa: me meto mucho, estudio mucho y trabajo mucho y me parece genial dirigir. Estoy grabando un programa para Discovery Human Health que se llama Todo se transforma, donde renovamos ciertos ambientes de la casa. Lo disfruto porque no sólo es conducir, que a mí me encanta, sino también ayudar a gente u organizaciones a que tengan una mejor infraestructura y eso haga que su tarea sea más fácil”.