Los 8 escalones de los 3 millones es uno de los programas más consumidos actualmente por la audiencia televisiva. El ciclo que se emite por El Trece y que conduce Guido Kaczka, no solo busca entretener y conocer la historia de vida de los concursantes sino que también ofrece una gran suma de dinero para el ganador quien además puede regresar al día siguiente para duplicar ese monto. E incluso hace un mes redobló la apuesta, al anunciar que también se competiría por un departamento.
“Señoras, señores, va a cambiar el juego. Son ocho, siguen siendo ocho que suben escalones, siguen estando los tres millones de pesos, pero en los escalones se abren caminos”, comenzó diciendo el conductor mientras se llevaba a cabo la entrega de un nuevo premio. “O sea, no hay solo escalones sino que se abre un camino posible, que no tiene que ver con más escalones, y ese camino que se abre es porque van a ser los Los 8 escalones de los 3 millones, pero además, lo más importante, se va a jugar por un departamento a estrenar en Capital Federal”, sostuvo.
Por lo tanto, desde ese momento, en uno de los escalones de cada programa, los participantes responden para hacerse de una llave que los depositaba en la final. En algunas ocasiones, siguieron adelante en busca del premio millonario, en otras vendieron la posibilidad de ganar el departamento a cambio de dinero. En ese punto, uno de los momentos más recordados se produjo luego de un tira y afloje a la vista de todos, y de meditarlo un largo rato, cuando la participante Ludmila -que finalmente se alzó con 13 millones de pesos- terminó pagando una suma inédita hasta el momento. “Dos millones de pesos, por un lugar en la final del departamento, que somos unos cuantos”, ofertó Luciano, el poseedor de la llave antes de que pasara de mano. “Precio final. La compro”, sentenció la comunicadora y se dieron la mano.
Es en medio de ese panorama que la final por el inmueble comenzó anoche, con 20 participantes. “De ustedes, uno va a ganar el departamento a estrenar, que les dije que es amoblado, que está sobre avenida, que es divino, que los gastos de escritura están incluidos, también los gastos de expensa”, detalló el conductor, mientras también escuchaban atentos cada uno de los famililares que fueron a acompañar.
En un principio, la eliminación era uno contra uno, con categorías como “mandatarios del mundo”, o determinar si una palabra correspondía a un sustantivo, un adjetivo o un verbo. Así, tras ese primer filtro, fueron 10 los que quedaron, para luego comenzar con las preguntas de “verdadero o falso”, como suele suceder en las emisiones habituales del ciclo. Tras esa contienda, tres fueron los participantes que quedaron relegados, de los cuales subirían dos.
Así las cosas, se llegó luego a una instancia en que 8 personas continuaban en competencia por el departamento, y fue en ese instante que quien tomó la palabra fue el conductor. Pasada una hora y 15 minutos de programa, llegaría el tiempo de confirmar quiénes continuaban: “¡Sube Jeremías, sube David, sube Gabriela, sube Benjamín, sube Gianluca, Facundo, Silvia y Francisco!”, exclamó
“Son 8, fueron quedando de 20, y es tan tarde, tan de noche... tampoco puede ser esto hasta la 1 de la mañana. Ustedes 8, mañana en los escalones definen el departamento a estrenar. Señoras y señores, mañana es el asunto, sí o sí, son 8 es el juego, hasta mañana que se define el departamento”, en medio de la tensión que se vivía en el ambiente, que finalmente se cortó con un aplauso generalizado tanto de los participantes como del público acompañante y el jurado.