Este jueves, Gran Hermano España tuvo su primer eliminado. Con un 69 por ciento de los votos, el público decidió que el chef Luca Dazi quede eliminado del reality tras quedar en placa con Alex Caniggia. “No me salen ni las palabras”, aseguró el joven que luego sería el expulsado.
“Es un juego”, reiteró Alex Caniggia a Luca quien cabizbajo se mostró muy dolido por el resultado de la votación. Ambos se fundieron en un abrazo de apoyo. “Ha sido una experiencia corta pero intensa. He venido aquí para algo: algún tipo de mensaje o de madurez me llevo. Quería estar aquí porque tenía mucha ilusión de poder vivirlo pero si la audiencia decide que no tengo que estar, son los que mandan”, explicó Luca Dazi antes de abandonar la casa.
“Intento ponerme una coraza de que soy una persona fuerte, que a veces me da igual todo... Sabía que esto pasaría porque a veces esta coraza me juega una mala pasada. Sabía que se vería esa imagen de mí y quiero ir cambiándolo”, completó Dazi.
Una vez más, Alex Caniggia sacó a relucir su experiencia en reality shows en España. El hijo de Claudio Paul Caniggia y Mariana Nannis ingresó a la casa de GH VIP, una versión “famosos” del juego que en el país europeo se emite por Telecinco y que va por su edición número 8. El elenco de este formato, y a diferencia del original, está compuesto por famosos, cantantes, bailarines, influencers, modelos, actores y periodistas, entre otros perfiles.
En su video de presentación, el mellizo de Charlotte Caniggia se mostró con su habitual desenfado, siempre desenvuelto y con muchas ganas de empezar una nueva aventura. Asimismo, no negó la mala relación que viene llevando con sus padres en los últimos años y además prometió que va a contar mucho de esas internas familiares dentro de la casa.
Durante la última semana, los participantes del reality español GH VIP debieron enfrentar una inusitada escasez de alimentos. Con un presupuesto limitado de 119 euros, los 17 habitantes de la casa tuvieron que gestionar sus recursos de manera austera. Sin embargo, como pasara en otras emisiones del ciclo en el mundo, en un intento por aliviar esta situación la producción presentó un desafío por el que podrían conseguir más alimentos.
Titulado Palmas o pagas, el reto consiste en presentarle a cuatro concursantes diversas opciones de comidas que van desde hamburguesas hasta pizzas, cada uno con un monto especificado. Cada uno de ellos elige un plato pero, para hacerse con el premio, debe comer un alimento oculto bajo una campana. Si el concursante no consume el alimento oculto, pierde la cantidad de dinero asignada al plato seleccionado. En caso contrario, se lleva el plato de comida sin perder dinero del fondo común.
Finalmente, Oriana, Laura, Jessica y Álex Caniggia fueron los seleccionados por la audiencia para tener la oportunidad de ganar alimentos adicionales. Oriana optó por un plato de panchos y, siguiendo las instrucciones del presentador Ion Aramendi, levantó la campana para revelar que abajo había sesos de vaca. Tras ello, Ion le recordó que tenía un minuto para terminar ese plato, momento en que la participante, entre arcadas, aceptó.
El disgusto y la impresión que le generaba no se podían ocultar de su rostro, y luego de escupir el primer pedazo, volvió a intentarlo, y tapándose la nariz con los dedos y acompañada de mucha agua, logró finalizar con el desafío impuesto. ‘’Por este esfuerzo Oriana, te doy las gracias, tus compañeros también y van a comer todos la comida americana y el precio final no baja, muy bien Oriana, gracias’', le reveló el presentador.
El último participante en este desafío fue Álex Caniggia, quien eligió pizza pero antes tuvo que enfrentarse a chinchulines hervidos. Tras ver el plato y olerlo su cara se transformó y se mostró reacio, pero el conductor del ciclo continuó arengándolo: “Estos son los intestinos de vaca, están cocinados, o sea que no te van a hacer nada malo”, aunque reconoció que “huelen fuerte”.
Debido a las dudas que se habían generado, le dieron un minuto para que reflexione y piense si lo consumiría o no, instante en que el mediático pidió la arenga del público. “¿La gente dice que coma? Mirá lo que es esto”, explicaba mientras se llevaba un pedazo cerca de su nariz para confirmar que no estaba tan buena la idea. Sin embargo, tras confirmarle que era el momento de que el reloj comenzara a correr, comenzó a comerlos con las manos, mientras sus compañeros se mostraban horrorizados por el espectáculo.
Realizado el desafío, Alex volvió a la casa con la satisfacción de poder compartir las pizzas con todos, aunque los problemas llegarían después: las horas pasaron y al participante se lo pudo ver a las pocas horas tirado en un sillón, con los ojos tapados, sin querer comunicarse con nadie y sin comer, lo que lo llevó a un ayuno debido a las molestias que sentía. Las redes sociales se volcaron a consultar cómo seguía la salud del mediático, que con el correr del tiempo comenzó a recuperar la salud.