Adabel Guerrero abrió su corazón y contó cómo nunca antes su dura historia de vida, la superación gracias al amor propio y las herramientas de las que se valió al inició su carrera como artista para poder afrontar los conflictos que la fueron golpeando.
Tanto a través de su cuenta de Twitter cómo de Instagram, Abel contó que se animó a dar un paso grande en su carrera y que lanzó la apertura de la Academia Latinoamericana de Artistas Singulares para ayudar a artistas que estén pasando por la misma situación.
“Hace exactamente 30 años comencé con mi carrera artística, sin imaginar jamás que llegaría hasta donde estoy hoy”, comenzó diciendo la bailarina y agregó: “Voy a resumirte 30 años en 3 minutos para que no cometas los mismos errores y logres crecer en tu carrera artística”, le adelantó Guerrero a los usuarios.
Y se remontó a sus comienzos: “Cuando empecé sólo tenía 3 cosas: la necesidad de salir de mi casa, mi pasión por bailar y ganas de ser reconocida”, sostuvo de manera sincera y emocionada. “A los 8 años ingresé en el mundo del ballet, me encantaba la magia del escenario, cómo la música me transportaba en el aire y la contención afectiva en la escuela”, recordó. Aunque en ese momento también iniciaron los problemas.
“Todo iba maravilloso hasta que a los 13 comencé a desarrollar las curvas de mi cuerpo, que era contrario al ideal de cuerpo que tenía que tener una bailarina clásica, y ahí tuve mi primera crisis”, señaló.
“Mi carrera se veía limitada por la forma natural de mi cuerpo. La exigencia fue tan fuerte que caí en la bulimia, sólo comía galletitas de salvado con lechuga para luego ir a vomitarlas”, confesó Adabel respecto a un momento de la adolescencia que la marcó.
A continuación, la bailarina habló de las pérdidas en su vida. “Lo que nadie sabía, es que a mis 17 años murió mi mamá, lo que me llevó a una segunda gran crisis personal y profesional..”, confesó a corazón abierto en las plataformas digitales.
“Quedé sola teniendo que decidir a los 17 años qué iba a hacer con mi vida”, reveló y en aquel entonces tampoco tenía presente a su padre, quien, según contó en otra oportunidad, él la había abandonado a ella y a su hermano cuando se separó de su mamá.
“Estuve sin bailar más de un año en el que trabajaba como mesera para pagar las deudas que había dejado mi familia. Llegué a pensar que mi sueño nunca se iba a cumplir”, explicó con sinceridad frente a las adversidades que le había traído la vida.
Luego de mucho esfuerzo y esmero, Adabel tuvo su oportunidad: “En 2003 quedé por primera vez en un casting: el de Pepe Cibrián. Viajaba todas las madrugadas en tren durante 4 años haciendo eso para poder trabajar ahí”.
“Y esto me permitió: recuperar mi pasión por el baile, aprender también canto y teatro, poder vivir de lo que amo y contar siempre con trabajo, ser reconocida popularmente, trabajar en terapia para poder sanar heridas pasadas y disfrutar de mi familia día a día, darme cuenta que mi potencial no tiene más límites que los que yo decida ponerle”, sostuvo Guerrero.
Yendo a la parte más linda de esta historia y viendo los frutos que cosechó, Adabel le siguió contando a sus fanáticos: “Así que superando todos mis miedos e invirtiendo en mi misma, logré tener la vida que soñaba desde mis 8 años”, ejemplificó con su testimonio de vida.
Por último, Adabel Guerrero anunció el lanzamiento oficial de la Academia Latinoamericana de Artistas Singulares (ALAS) un espacio para ayudar a más jóvenes a formarse y que no estén solos como lo estuvo ella: “Es por eso que te invito a que completes el formulario en el enlace de mi biografía para descubrir cómo te puedo ayudar de forma personalizada a que despegues tu carrera artística artística a nivel regional, destacando tus virtudes únicas y singulares”, concluyó la bailarina.