1. —De chica soñabas ser…
—Cantante y bailarina. Amaba a Rafaella Carrá y me gustaba imitarla.
2. —En el living de tu casa…
—Amaba a los Parchís, a Enrique y Ana, y los imitaba. Armaba shows y los “torturaba” a todos: a mis padres, a mi hermana, que no le gustaba nada, a amiguitas que venían del colegio, a mi prima… También imitaba a Mirtha y se lo confesé años después, cuando me invitó a su programa. Tenía una vecina, Luciana Ford, y con mi hermana íbamos a su casa y jugábamos a Los Parchis, a full. Representaba obras de teatro que escribía, dirigía y, por supuesto, protagonizaba.
3. —¿La primera vez que te subiste a un escenario?
—Fue en el Colegio Bernasconi. Para los actos escolares siempre esperaba que me eligieran y lo hacían porque yo era muy caradura para actuar. El primer recuerdo de actuar fue en el preescolar en El Gato con Botas, y en primer grado fue en Alicia en el País de las Maravillas. Cuando íbamos a ver espectáculos con mis padres, siempre esperaba que me llamaran a participar en el escenario y no me quedaba tranquila hasta que no lo hicieran.
4. —La obra Annie…
—Fue mi primer trabajo profesional, a los ocho años. Era algo que me encantaba hacer y rescato la amistad hermosa que me quedó con Noelia Noto. No seguimos la amistad en ese momento y nos volvimos a reencontrar de grandes. Me acuerdo mucho del perrito de Sandy, que lo amaba, de Susana Zárate, de Wilfredo Farrán que era el director, de Héctor Pilati, que amaba su voz, de María Alexandra, Raúl Lavié, Mike Rivas, que era el director musical y jugábamos mucho con su hijo Diego. Me acuerdo también de Florencia Morelo: jugábamos muchísimo juntas, iba a su casa y me quedaba a dormir. Me acuerdo de Nancy Anca, también. Una de las huérfanitas, que era Mariel Coty, traía un arroz con leche que me volvía loca.
5. —La escuela primaria…
—La hice en el Bernasconi. Quedaba a la vuelta de mi casa, íbamos caminando con mi mamá y con mi hermana. Cursé preescolar y toda la primaria. Era buena alumna, estudiaba, aunque no tanto como después en la secundaria, que no sé, me convertí en una cosa reaplicada (risas). Amaba el colegio. Estaba dividido entre chicos y chicas, y a la salida esperábamos que saliera alguno y gritábamos. Era un colegio hermoso. Recuerdo a mi maestra de primer grado, Tessy, a quien adoraba. Yo tenía una linda letra porque me gustaba escribir lindo. Trabajaba al mismo tiempo, y vivía un poco entre el colegio y, como hacía Mesa de Noticias, en el canal completaba la tarea. Era como un mundo muy particular para una niña, pero era mi mundo.
6. —Crecer en estudios de televisión y escenarios fue…
—Mi vida. No reniego de eso: era mi mundo, donde más cómoda me sentía.
7. —¿Lo mejor de ser de contextura pequeña?
—Que viajo cómoda y me acomodo rápidamente en todos lados. Eso es espectacular. Para la danza también fue bueno porque era muy ágil. También para correr cuando hacía carreras de pique en el colegio, porque aunque no tengo piernas largas, la contextura chiquita me ayudaba a ser ágil y muy rápida.
8. —¿Lo peor de ser de contextura pequeña?
—Cuando voy a un recital me tienen que alzar para ver. Y además siempre tengo el miedo que me van a aplastar (risas).
9. —El teatro te brinda la posibilidad de...
—Del juego, de estar presente aquí y ahora, y sentir la respiración del público y de la gente. Es un acto único, irrepetible y maravilloso.
10. —¿La clave para llevarse bien con un ex?
—Ponerle humor a todo y no tomarte nada como algo personal.
11. —¿Tres actividades que disfrutás hacer?
—Viajar, mis clases de yoga, pasar tiempo con mis animales, con mis amigos, disfrutar de mi jardín. Tengo muchas actividades que disfruto.
12. —¿Tres actividades que odiás hacer?
—Planchar, manejar mi auto a Capital, y odio profundamente todo lo que tenga que ver con los números. Y aunque no es una actividad, odio el frío.
13. —¿Último libro que leíste?
—El tiempo de las moscas, de Claudia Piñeiro.
14. —¿Una obra de teatro en cartelera para recomendar?
—Lo que el río hace, de las hermanas Marul; Medida por medida, de Chamé Buendía; Las cautivas, con Laura Paredes y Lorena Vega; y El brote, que la dirige Emiliano Dionisi.
15. —Que haya tan poca ficción en la tele te produce…
—Tristeza, mucha tristeza, porque siento que está virando para otro lado: está cambiando el tema de la televisión abierta y no hay producciones nacionales. Adrián Suar es el único que estuvo jugándose a proponer nueva ficción; él sigue apostando y quiere que funcione. Tengo el recuerdo de haberme criado mirando ciclos espectaculares en todos los canales, donde tenías de todo para ver. Hoy no, y me genera mucha tristeza.
16. —Trabajar en El toque de un poeta, dirigida por el estadounidense Barry Primus, que solo hablaba inglés, fue…
—Fue una obra un poco fallida. Yo no lo conocía a Barry, era amigo de Lito (Cruz), quien había sido maestro mío. Lo más lindo que puedo rescatar de esa obra fue el vínculo que armé con Susú Pecoraro, que nos hicimos amigas, y con Lito. Con él compartíamos charlas, lo quise muchísimo y lo conocí ya no como maestro, sino como persona. Lito me generaba una enorme ternura, aparte de admirarlo. Me quedo con la parte humana, pero digamos que la obra fue un acto fallido.
17. —El dinero mejor gastado es…
—En viajes. Sin dudarlo.
18. —¿Una actriz de la que sos fanática?
—Meryl Streep. La amo. Amo todas sus actuaciones, todos sus trabajos. Es un camaleón, como pocas veces he visto en mi vida.
19. —Si pudieras armar el actor más bello con un poco de todos lo actores con los que trabajaste…
—Serían los ojos de Fede Amador, el pelo de Facundo Arana o de Gonzalito Heredia. También podría ser el pelo y la boca de Sbaraglia. Y los músculos de Sebastián Estevanez y de Luciano Castro. Son todos actores profesionales y muy queridos.
20. —En Historia Clínica, ponerte en la piel de Evita...
—Me hizo conocer a esa mujer y estar totalmente tomada por esa figura durante cuatro o cinco días. Me fascinó ese trabajo porque fue un combo maravilloso porque estaban dos talentos: López Rossetti, por quien tengo una profunda admiración, se encargó de la historia clínica y siguió siendo médico mío durante un tiempo, y estaba Felipe Pigna como historiador. Me sentí muy ayudada y me pude meter en la piel de ese personaje. Fui al Museo Evita, conocí gente que fue divina, que me mostró cosas inéditas de ella, videos, escuché su voz en la grabación. O sea, fue muy atrapante para mí meterme en su piel.
21. —¿Un personaje de todos los que interpretaste que te gustaría volver a interpretar?
—Juana, de Valientes. La volvería a interpretar en alguna que otra escena; me sigo riendo y me sigue divirtiendo cuando la veo.
22. —Lo bueno de actuar de mala en la ficción es…
—Es que sos totalmente inimputable: podés hacer y jugar a lo que quieras, algo muy divertido.
23. —Lo malo de actuar de buena en la ficción es…
—La buena solo era buena y no tenía mucho matiz: siempre era la que sufría, a la que le pasaba todo. O sea, presentaba poco matiz, poco abanico para contar. Ahora ya no: hay más colores, hay más grises, ninguno es tan bueno, ninguno es tan malo, hay más paleta de colores, hay más luces y sombras. Antes la buena no podía tener algún rasgo de maldad o de oscuridad. Actuar de buena era mucho más aburrido que actuar de mala.
24. —Alguna vez te definiste como la anticocinera porque…
—No me gusta. Le pongo onda, garra y no cocino tan mal. No soy amante de la cocina para nada, para mí es como una pérdida de tiempo. Lo hago cuando tengo ganas de preparar algo para mi hija o para alguien, pero no es algo que me nace ni mucho menos. No me divierte. Pero me encanta comer y probar comidas diferentes. Además, me encanta que me cocinen; de hecho mi hija cocina muy pero muy bien.
25. —En el 2013 llevabas grabados 25 programas de televisión, 22 unitarios. Y 25 obras de teatro y 11 películas. Hoy la suma daría…
—No sé cuánto daría la suma, pero mucho más. Tuve la suerte de poder trabajar constantemente y eso es un privilegio.
26. —¿Una anécdota laboral que siempre te hace reír?
—Actuaba con Selva Alemán y Arturo Puig en ¿Quién le teme a Virginia Wolf?, la pasábamos genial aunque la obra era terrible. Yo usaba una media peluca y en un revoleo, se me sale y quedo en medio de una escena dramática con una especie de media en mi cabeza...
27. —¿Un canje insólito que te ofrecieron?
—En la pandemia me ofrecían barbijos extraños, con brillos, algo ridículos, pero bueno, había que subsistir.
28. —Del mundo artístico sos muy amiga de…
—Flor Raggi. De Marcelita Kloosterboer, aunque no nos vemos tanto. Soy amiga de Nancy Dupláa, Andrea Pietra, Carola Reyna, Bettina O’Connell, que además su hija es mi ahijada. También de Carla Peterson y Constanza Nacarato. Con algunas no nos vemos mucho pero son todas personas que quiero mucho. Soy muy amiga de Juan Gil Navarro, Facundo Arana. De Martita Betoldi, una autora. Adoro a Claudia Lapacó. La quiero mucho a Susu Pecoraro; no somos tan amigas, pero nos queremos.
29. —¿Sos tan serena como aparentás?
—No, no soy nada serena. Sí trabajo mucho para equilibrar y estar tranquila. Vengo haciendo mucho trabajo conmigo, pero no soy nada serena. Engaño, engaño...
30. —Si tuvieras que elegir un animal para reencarnarte, ¿cuál sería?
—Elegiría un perro, sin dudarlo un solo segundo.
31. —¿Algo que te da asquito?
—Los pelos que se juntan en la bañera o en una pileta.
32. —Cumplir 40 años de democracia ininterrumpida te genera…
—Me provoca decir que tengamos memoria, que no nos olvidemos y que sigamos teniendo memoria.
33. —Cuando seas grande querés ser…
—Una vieja que se siga divirtiendo, que siga estando con sus amigas, que siga estando en el escenario, que siga teniendo pasiones y teniendo incentivos.