Muy activo en sus redes sociales, Marcelo Tinelli suele generar contenidos e interacciones a diario con sus seguidores, sobre todo desde el regreso a la televisión con el Bailando 2023. Pero además de reflejar los momentos más destacados del programa de América, el conductor suele abrir parte de su casa y su intimidad. Siempre familiero, se lo puede ver compartiendo momentos con sus hijos y sus amigos y en algunas ocasiones muy especiales, recordando a quienes ya no están.
Durante la tarde del sábado, movilizado por el clima otoñal en el comienzo de la primavera, Marcelo subió a su Instagram una foto de su abuelo materno. El Abulo, como lo llamaba cariñosamente, aparece sonriente, en una mesa familiar como tantas, Y un texto que sintetiza lo presente que lo tiene a pesar del paso del tiempo, y una manera de que todos lo conozcan un poco más.
“Hoy cumpliría años mi ‘Abulo’. El de las historias inverosímiles, el del ritual de Papá Noel, el que cantaba después de comer, el emprendedor, el dulce, el calentón, el de los habanos, el del vino tinto tomado en bota”, enumeró el Cabezón, reflejando aquellas características que permanecen frescas en su memoria y haciendo partícipes a su primo hermano, Luciano El Tirri y a su tía Mirta. “Vives en mí, para siempre, Abulo querido”, agregó y cerró con un homenaje a las raíces familiares: “Y que vivan Pamplona y las corridas de San Fermín”.
En la siguiente historia, Marcelo subió un afiche de la película El gran pez “En este sábado nublado, mientras me acuerdo de mi abuelo, se me viene esta película a la cabeza, que para mí es la mejor que vi en mi vida”, señaló a modo de introducción. “La veo y lloro. Historias, relatos de un padre que ya no importan si son reales o fantasiosas, solo quiero que me las cuente. Él fue para mí EL GRAN PEZ”, cerró.
En una entrevista reciente con Teleshow, previo al comienzo de su programa, Marcelo había profundizado en la conexión de la película con la leyenda de su abuelo. La anécdota surgió mientras narraba su relación fraternal con El Tirri, esa química que nació cuando eran chicos y se agigantó con el tiempo. Y de lo que lo divierten y al mismo tiempo lo emocionan, los parlamentos desopilantes de su primo, que siempre tiene una respuesta y una explicación para las situaciones más insólitas.
“Me gustaría hacer un programa de viajes con él y escuchar sus historias, que no sé si son verdad. Y tampoco me interesa. Porque ahí está la mirada de mi abuelo, que inventaba historias cada vez más fantasiosas, las agrandaba. Mi abuela lo bajaba a tierra, ‘estas sanateando, José'. Y a mí no me importaba si era verdad o mentira, solo quería que me contara una historia. Por eso lloro cada vez que veo El gran pez de Tim Burton, hay algo del chico que escucha historias del padre que me hace acordar a mis abuelos”, había recordado en la charla de principios de septiembre.
En la misma nota, Tinelli también había invocado a su Abulo a la hora de reconstruir ese gen familiero que lo acompaña desde siempre y que trasladó a sus hijos. “Yo fui criado de esa manera también. En comidas de mesas largas, con las bromas de mi abuelo, las navidades que nos corrían y nos asustábamos, en los algodones para las barbas de Papá Noel, y yo hice lo mismo con mis hijos”, aseguró.