Puede pasar tranquilamente con los eventos que se anuncian con mucha antelación, y más en estos tiempos de alta demanda de entradas. Conciertos, películas, obras de teatro ponen a la venta los tickets meses antes de la fecha y en el medio pueden pasar cosas. Que se superpongan compromisos o que por causa de fuerza mayor no puedan asistir. O que simplemente se olviden.
Esto ocurrió con Priscila y su papá, ambos seguidores de Divididos, que sacaron los tickets para ir con su padre a ver al trío en el Movistar Arena... y cuando llegó la fecha lo olvidaron. Luego de su histórico concierto de mayo pasado en Vélez, donde celebraron 35 años de carrera, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella anunciaron una serie de fechas en el recinto de Villa Crespo, dos para el primer fin de semana de septiembre y otros dos este viernes 15 y sábado 16.
Sin embargo, la antelación le jugó una mala pasada a la joven, que contó su frustración en su cuenta de Twitter “Mi papá sacó entradas hace TRES meses para que vayamos a un recital juntos. Fue hace dos días. Nos olvidamos de ir”, escribió Priscila el 4 de septiembre, junto a una foto de Marge Simpson con la que buscaba expresar su decepción. A las pocas horas, cuando el mensaje había tenido buena repercusión, jugó una carta y la lanzó al universo virtual. “Bueno en una de esas si Mollo lee este tuit y quiere solidarizarse con una fecha nueva me vendría súper”, escribió y se sentó a esperar.
A veces la red social deja a un lado el odio y la violencia y se pone en modo cadena de favores. Entre la viralización del mensaje y el empuje de conocidos y anónimos, finalmente llegó a la banda, en la previa al concierto del pasado viernes. “Hola Priscila. ¿Tienen ganas de venir mañana al show? Preguntale a tu papá si puede”, le escribieron desde la cuenta oficial de Instagram. El gesto fue celebrado por todo el universo virtual, que siguió la historia con toda la expectativa, recordando experiencias similares y haciendo fuerza para que la gesta llegue a buen puerto.
Priscila y su papá no solo consiguieron ir al recital que habían esperado durante tres meses. También asistieron a la prueba de sonido y tuvieron un encuentro con Mollo, con quien relataron entre risas la situación. “Lo bueno fue el sinceramiento”, señaló el guitarrista, que luego posó para la foto junto a la joven y el baterista Catriel Ciavarella. Final feliz para una historia que nació de un olvido y terminó con padre e hija cantando las canciones de la Aplanadora dos semanas después de lo pautado pero con la emoción redoblada. “Tuitear sale bien. Muchísimas gracias por todo, fue increíble. Es lo mejor que me ha dado esta red social después de un par de amigos”, escribió la protagonista, cerrando así la historia.
En junio pasado, mientras la banda recorría el país en el marco de su tour por los 30 años, otro episodio particular que involucra a la banda se hizo viral en las redes. Fue cuando el trío anduvo por la Patagonia, para dar un concierto en Trelew y otro en Comodoro Rivadavia. Y luego de este último, mientras se dirigían hacia el aeropuerto para emprender el retorno a Buenos Aires, un curioso incidente vial provocó que los músicos olvidaran por un rato su status de estrellas de rock y dieran rienda a su espíritu solidario.
Todo ocurrió cuando un vehículo sufrió un desperfecto en su batería, lo que motivó que Ricardo Mollo y Catriel Ciavarella bajaran del micro que los trasladaba para ver cómo podían ayudar. Las imágenes que circularon en las redes lo muestran al guitarrista empujando junto a otras dos personas, mientras el baterista se ubicaba en el asiento del conductor y buscaba darle arranque al automóvil.