En una Argentina en crisis, la industria del espectáculo también se resiente: las producciones de ficción en la televisión abierta con casi nulas (a excepción de la nueva tira de Polka, algún proyecto de la TV Pública y poco más) y los proyectos cinematográficos, escasos. El teatro pareciera escapar a las dificultades, si bien los actores contratados son pocos: aún contando el streaming, solo el 5% tiene trabajo. Y en estos días se conocieron las delicadas situaciones de dos actores, que funciona a la vez como ejemplos contundentes y dolorosos: Pablo Alarcón debió montar en una plaza un espectáculo “a la gorra” y Jorge Martínez vive en la Casa del Teatro, ambos con apremios económicos. Y sin embargo, los artistas argentinos no son los únicos con dificultades.
“La estadística indica que en Estados Unidos solo el 2% de los actores ganan lo suficiente para vivir exclusivamente de la actuación y llegar a fin de mes”, detalla Santiago Tati Pereira Colombo, un joven actor argentino que vive en Nueva York. “Esta cifra no significa que el otro 98% viva debajo de un puente; simplemente, necesitan tener otro side-job (empleo) como le llaman acá, para poder pagar sus cosas”.
Pereira Colombo describe que al menos en Nueva York, adonde reside, “la realidad es que hay muchos proyectos, chicos, grandes, diversos que requieren muchos actores”, pero la contrapartida es que siendo esa ciudad una de los destinos del espectáculo, también hay muchos artistas que van allí, buscando obtener su propio lugar. “Hay gente que estudió, se preparó y entrenó toda su vida para actuar. Y es gente que dejó todo por estar acá. No solo vienen de distintas partes del mundo, sino también del resto de los Estados Unidos. Esto hace que sea un mercado súper competitivo y que al final, solo queden los mejores”.
Si en la Argentina la inestabilidad económica condiciona a la industria, en Estados Unidos, la huelga de los guionistas complica las producciones ya que se sumó el sindicato de actores. “Lo principal que se reclama es que se regularice el tema de la inteligencia artificial para que no devore la industria, y por otro lado, que se dé respuesta a la falta de pago de residuales”, indica Pereira Colombo, en referencia a la repetición de programas ya emitidos originalmente, que vuelven a salir al aire.
En nuestro país, esto se logró en el año 2008 con la Ley del Intérprete. Luego de un reclamo de más de 10 años se reglamentó que los actores y las actrices perciben un pago por la emisión y repetición de cada programa o película en la que participaron, ya sea por televisión abierta, cable, satelital, en empresas de transporte aéreo, terrestre y hasta en hoteles. Un caso emblemático es el de la sitcom Casados con hijos.
En Estados Unidos la huelga de guionistas comenzó el último 2 de mayo. Fue la primera en 15 años, con movilizaciones en los principales estudios de Los Ángeles y Nueva York, situación que afecta a la industria y a los actores. “A mí me llegan menos castings que hace un par de meses. Todo está medio frenado -lamenta el argentino-, y nadie sabe muy bien qué va a pasar. No soy un experto, pero creo que en algún momento van a tener que ceder o habrá un parate total de la industria y un blackout de contenido. Ya hay muchas producciones que se tuvieron que frenar y posponer los lanzamientos y estrenos”.
Pese al panorama complejo, el actor rescata que “todo esto lo que está haciendo es que surjan muchos proyectos autogestionados y alternativos, obras de teatro, películas independientes. Todo porque se están poniendo a trabajar en proyectos por fuera del sindicato. Todo esto le da aire a la industria y hace que florezcan otros proyectos más diversos, con la posibilidad de contar historias que a las grandes productoras no llegaban”.
Quizá porque la mayoría de los argentinos son “expertos en crisis”, Santiago no se asusta por un presente incierto: “Creo que es muy interesante observar de cerca lo que va pasando en la industria y cómo va mutando”, dice. Hoy, trabaja en diversos proyectos que lo tienen entusiasmado. “Arranqué hace un par de meses y ya estuve en una mega ópera que se llama The Student Prince, con funciones en Brooklyn. Además participé en dos ediciones del festival Cimientos, en el IATI theater, que es un teatro formado por la comunidad latina. Protagonicé tres cortos que se encuentran en post producción: Phoenix, Under the L y Alarms Dont Work Under Water. Estuve en una serie web que hacia una productora de la India en Nueva York y estoy ensayando para dos obras. La primera se llama Five Times in One Night y se estrena en septiembre y la otra, The Magical Journey of Arlekina, un mega musical que se estrena recién para 2024″.
Los proyectos actorales los matiza con las clases que da en una escuela y que toma de canto y baile, además de estudiar actuación en el mítico estudio de Lee Strasberg, el mismo donde se formaron Al Pacino, De Niro y Jane Fonda, entre otros. “El hecho de dejar atrás mi vida, mis amigos, mi familia, era un paso enorme y un esfuerzo gigante. Si lo iba a hacer, quería jugármela de lleno. España, México e Inglaterra eran opciones, pero para la actuación no hay mercado como el norteamericano. Mi pensamiento fue: ‘Si voy a dejar todo para irme no quiero hacerlo a medias, quiero un desafío grande y jugar en las grandes ligas’”.
Afincado en la Gran Manzana, Santiago asegura que “lo más lindo es la gente con la que me voy cruzando en cada proyecto: son personas de distintos lugares del mundo, con historias diferentes a la mía y de quienes aprendo un montón”. Y cuando termine la huelga se imagina “estar de proyecto en proyecto, grabando para una serie mientras hago funciones de una obra en Broadway a la noche. Quizá siendo profesor en alguna escuela de actuación de acá también. Me veo también yendo y viniendo para hacer proyectos en Buenos Aires. Todo a su tiempo…”.