La reflexión de Karina La Princesita: “Las heridas de la infancia nos marcan”

Con un compilado de imágenes de sus distintos estados de ánimo, la cantante volvió a referirse a sus problemas de ansiedad

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Karina La Princesita reflexionó sobre su problema de ansiedad (Instagram)

En más de una oportunidad, Karina La Princesita Tejeda ha hecho referencia a su infancia, que estuvo marcada por la violencia de su padre. Y, en los últimos meses, se ha volcado a sus redes sociales varias veces para hablar de su angustias, de sus problemas de ansiedad y hasta de su depresión. Sin embargo, esta es la primera vez que la cantante vincula, directamente, la difícil situación familiar que le tocó atravesar cuando era una niña desprotegida con los fantasmas con los que se enfrenta ahora que ya es una mujer consagrada.

Sobre un video que compila imágenes de sus distintos estados de ánimo y las diferentes circunstancias que vive a diario, desde el llanto hasta la carcajada más desaforada, la artista escribió: “Por ponerle todo al corazón, por las noches de tristeza, por las tardes de nostalgia. Por querer sólo encerrarme. Por a veces no saber quién soy. En los viajes interminables rebalsados de pensamientos, por intentar esconder lo que siento. Pero también por ponerle todas mis ganas, por querer salir de la oscuridad, por ponerle corazón, por sonreír a pesar de todo”.

Y luego compartió ese reel junto a una profunda reflexión. “A veces las heridas de la infancia y lo que nos tocó vivir, nos marca. Puede que esas heridas nos acompañen a lo largo de nuestra vida, así tengamos una vida para muchos, soñada. Hoy, con todo eso, me acepto y me abrazo . Abrazate de vez en cuando”, señaló la intérprete de Corazón mentiroso.

Pero aclaró: “La acción de abrazarte es una muestra de que te estás ocupando y estás sanando. Esto no es un pedido de ayuda o aviso de que estoy mal. Muy por el contrario. Es parte de reconocerse con todo lo que sos y avanzar”.

Karina la Princesita y su
Karina la Princesita y su mamá

En una entrevista que le realizó Carolina Pampita Ardohain en 2018, La Princesita había recordado una infancia marcada por las agresiones físicas que debió atravesar con su madre y su hermano. “Yo soy de esas personas que he roto cosas del pasado. Mi papá era violento, pero lo perdoné. Dejé de tener miedo porque él se enojó cuando yo una vez conté en una revista que nos habíamos criado con mucha violencia y que le pegaba a mamá”, relató la cantante

Y explicó: “Me crié viviendo un tiempo en lo de mi abuela, otro tiempo en lo de mi amiga, hasta que mi mamá pudo alquilar una habitación: ella trabajaba todo el día para pagar ese alquiler. Mi mamá fue muy valiente. Yo me quedé con ella, y mi hermano se fue a vivir con mi papá. En un momento no sabía si estaba más enojada con mi mamá que con mi papá. Hubo un tiempo que viví con mis abuelos. Durante unos meses nos mandaron a Santiago del Estero a mi hermano y a mí”.

Cabe recordar que, en abril del 2021, Mónica Cuello, la madre de la cantante, había revelado el calvario que vivió con el padre de su hija que la amenazaba con un arma de fuego frente a sus hijos. “Me apuntaba a la cabeza y le decía a ellos: ‘Bueno, decidan, ¿la mato o no la mato?´. Y ellos lloraban, eran muy chiquititos. Son cosas que son grosas para una criatura”, había contado en diálogo con Ángel de Brito.

Y agregó: “Después me culpé mucho tiempo porque no salí antes, pero bueno, la violencia de género trae eso de que te dicen que no servís para nada. Al principio se armaban las discusiones, pero después cuando veía los golpes me quedaba muda. Eran piñas, patadas en el piso. No podía entender cómo una persona que decía que me amaba, me hacía eso”.

En esa misma entrevista, la mujer recordó el episodio que marcó un antes y un después en su vida: “El padre de los chicos quería tomar gaseosa y Kari le sirvió en el mismo vaso que estábamos cenando, porque él se había ido a acostar, y él se enojó. Le dijo: ‘Pero vos me traes este vaso sucio...’”. Ella le llevó también una botella retornable de una gaseosa y, en un momento, le revoleó la botella y la parte del pico le pegó en la espaldita a Kari. Tenía 10 años. Lo único que hice fue preguntarle: ‘¿Por qué con ella?’ Le dije que yo me aguantaba todo, pero que con los chicos no se meta”.

Fue entonces cuando Mónica tuvo una conversación con sus hijos. “Les dije que el tema es que yo me aguanto lo que sea, pero hasta acá llegué. Si ustedes se vienen conmigo, nos vamos. Pero si ustedes se quieren quedar porque acá tienen su lugar, yo me quedo con ustedes. Pero era o él o yo”, recordó sobre el momento en que se decidió a terminar la relación.

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