La noticia del fallecimiento de Pepe Soriano durante la tarde de este miércoles 13 provocó gran conmoción en la comunidad artística y los admiradores del cine argentino. El actor tenía 93 años y su muerte fue confirmada por el productor teatral Carlos Rottemberg en sus redes sociales. A partir de esto, surgieron un sinfín de imágenes y, entre ellas, una de sus últimas apariciones públicas, cuando asistió a unos homenajes que se le realizaron a Héctor Alterio, otro de los grandes actores de este país.
Los mismos ocurrieron en abril pasado en la Cúpula del Centro Cultural Kirchner y también en la sede de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai). En el primero, ocurrido el 11 de abril, se celebró la frondosa trayectoria de Alterio y fue declarado personalidad emérita de la cultura. Soriano, gran amigo de él, estuvo presente y ambos se fundieron en un emotivo abrazo que fue captado por todos los presentes.
Del homenaje en cuestión también participaron colegas como Víctor Laplace, Georgina Barbarossa, Ricardo Darín, Eleonora Wexler, Eduardo Blanco, Gerardo Romano y Alejandra Darín, entre muchos otros actores.
En su discurso, Alterio rememoró al “muchachito flacucho y narigón” que paseaba por el barrio de Chacarita, que encontró la forma de hacerse un lugar en este falso mundo divirtiendo al público. En este punto, se refirió a sus “payasadas” que le permitieron encubrir su timidez y dar forma a la galería de personajes antológicos a los que dio vida durante su carrera. Esa que comenzó sobre las tablas en 1948 con Prohibido suicidarse en primavera de Alejandro Casona.
“Estoy contento de lo que he vivido. Dicen, y con razón, que estoy en tiempo de descuento. No sé si saben que tuve un tío en Chacarita que fue un gran arquero de fútbol; espero atajar varios penales todavía y seguir jugando todo lo que pueda”, dijo en aquella ocasión un emocionado Alterio en parte del discurso que pronunció durante la ceremonia.
En esa misma semana de abril, aunque unos días más tarde, Alterio y Soriano coincidieron en un homenaje mucho más íntimo y cerrado para la comunidad actoral, el que llevó adelante Sagai. “En el marco de su despedida de los teatros argentinos, Alterio fue agasajado entre aplausos, risas y lágrimas”, expresó la sociedad a través de un comunicado. Allí mismo expresaba que Pepe Soriano había participado del mismo en calidad de “Presidente de Honor”.
“Se fue un grande. La muerte de Pepe Soriano cala hondo en nuestros sentimientos. Con él se va un amigo. Luego el gran actor, uno de los mejores de este país. Beso enorme para Diana, Victoria y familia”, escribió Rottemberg en la cuenta del Multiteatro Comafi para anunciar el fallecimiento de Pepe Soriano.
Nacido el 25 de septiembre de 1929 en Colegiales, Soriano fue un niño que siempre quiso ser actor y vaya si cumplió ese sueño. Así lo recordó en su última entrevista con Teleshow en 2021, cuando se subía a los tranvías para viajar al centro y todo por un sueño: ver teatro. Era tanta la pasión que los boleteros ya lo conocían y le daban una buena ubicación. Después de dos horas, Pepe volvía al barrio, junto a su casa vivía el poeta Raúl Gonzalez Tuñón y caminaba Zully Moreno. Anduvo por esas calles hasta que cumplió 18 años y se mudó. El niño se hizo hombre y en 1947 debutó como actor amateur en el club Alarcón.
“Trabajaba mientras estudiaba sin ganas Derecho. La vocación por actuar estaba y comencé a participar del teatro universitario”, reveló entonces. Debutó a lo grande con Sueño de una noche de verano, de Shakespeare y en el Colón. “Primer acto, silencio absoluto. Termina el segundo acto, silencio absoluto. En el tercer acto entro y muero en escena y el público empieza a aplaudir. Mi maestro se acerca y me dice: ‘Serás actor pero de peluca’, lo que significaba que podía hacer de jorobados, deformes pero nunca de galán”, remató la anécdota con mucho de profecía, con una sonrisa pícara del que sabe que la belleza pasa pero el talento queda.