Después de poco más de dos años de éxito, con giras y taquillas agotadas, Verónica Llinás y Soledad Silveyra se despidieron de Dos locas de remate, la obra teatral dirigida por Manuel González Gil. Y esta semana, en diálogo con Socios del Espectáculo (El Trece), la actriz que surgió de la escena underground porteña de los años 80 reveló que entre las protagonistas no estaba la mejor de las ondas.
“La obra fue un exitazo con Solita Silveyra y sorprendió que de repente terminaran”, le apuntó Adrián Pallares. “Si, bueno, yo sentí... Voy a hablar por mi, pero creía que ya había cumplido su ciclo. Cuando algo sentís que ya está, que tenés ganas de hacer otra cosa... Me pasó eso”, contestó Llinás. “¿Te llevabas mal con Solita?”, quiso saber Rodrigo Lussich, el otro conductor del ciclo. Y ahí Verónica se sinceró.
“Tenemos caracteres muy fuertes las dos. También trayectorias muy diferentes, venimos de distintos lados. Yo estoy bastante acostumbrada a trabajar en grupo, porque vengo de las Gambas al Ajillo... Sole creo que pertenece a otra escuela. Ella siempre fue una estrella, desde que empezó”, comenzó contestando Llinás. “¿Hubo problemas de convivencia? Especialmente con tanta gira, cuando se comparte mucho...”, quiso saber la periodista Nancy Duré. “Desde el principio...”, comenzó diciendo Verónica, aunque pareció traicionada por su inconsciente. Se le escapó y en el piso la interrumpieron entre risas. Pero ella aclaró: “Igual nos queremos, no es que nos odiamos y nos llevamos mal”.
“Más que nada era en la escena, después qué sé yo... Todo fluía, nos hemos divertido mucho de gira. Yo solo tengo mi experiencia. Es muy buena actriz, a mi me encanta como actriz y la verdad que siempre la admiré y bueno... A veces había rispideces en el escenario. Sobre todo en las obras donde hay risa, es más difícil, porque a veces vos hacés un chiste y la risa anula el chiste del que viene después”, amplió Llinás. Pero cuando en la mesa comenzaron a hablar de otras figuras que habrían tenido problemas al compartir elenco con Silveyra, Verónica los frenó en seco. “Igual no hablemos de Solita, chicos. Por favor se los pido”, cerró con humor la actriz.
“Esto que voy a decir va a sonar como que me estoy haciendo la joven, pero viví mirando sus novelas. De chica era como el non plus ultra de la femineidad”, le había dicho Llinás a Infobae sobre Solita y en la previa al estreno de Dos Locas de Remate.
“De algún modo, siento que los que estamos haciendo teatro ahora somos una suerte de, no voy a decir de héroes porque es mucho, pero realmente le estamos poniendo el cuerpo a las balas. No queremos que esto muera, no queremos que los espectadores se desacostumbren a ver teatro. Vamos a ponerle el cuerpo aunque la ganancia sea mínima; lo que importa es que el teatro esté vivo. Hay un montón de gente haciendo eso y está buenísimo. Ahora, que me toca a mí, siento el agobio y el peso, pero también la alegría de estar sumando”, agregó después acerca del contexto en el que se estrenó la obra, abril de 2021, el cual estuvo condicionado por los protocolos impuestos por la pandemia del coronavirus.