Durante catorce años, Paloma Fort estuvo inmersa en una intensa búsqueda para descifrar los misterios que rodean su verdadera identidad. Inscripta en su DNI como hija de Felipe Fort (fundador de la fábrica de chocolates) y de Encarnación Ruiz Ruiz, popularmente conocida como Aschira, una impactante revelación le fue confiada y podría cambiar el rumbo de su historia.
Según detalló, antes de que su madre falleciera le confesó que su verdadero padre era Carlos Fort, hijo de Felipe y a su vez padre de Jorge, Eduardo y Ricardo. De confirmarse esta información, no solo se estaría haciendo justicia al derecho de Paloma de conocer su verdadera identidad, sino que también podría tener implicaciones significativas en la distribución de la herencia del imperio chocolatero.
Vale recordar que si bien Felipe fundó FelFort en 1912, fue su hijo quien hizo del negocio un emporio millonario. Y entonces habría que repartir la millonaria herencia entre cuatro y no entre tres. Según relató la propia Paloma, como heredera de Felipe solo obtuvo un departamento que el chocolatero le dio a la astróloga fallecida en el 2019.
A pesar de sus esfuerzos, la mujer no había logrado encontrar un recurso legal que le ofreciera claridad sobre su situación. Sin embargo, un reciente giro en los acontecimientos cambió el escenario: Jorge y Eduardo Fort estarían dispuestos a someterse a una prueba de ADN, lo que determinaría si efectivamente son hermanos de Paloma. Además, existe la posibilidad de exhumar el cuerpo de Carlos para obtener más evidencia.
En diálogo con Intrusos (América), Alejandro Broitman, abogado de Paloma, se refirió a este nuevo escenario: “Tanto Jorge como Eduardo Fort aceptaron someterse ellos al ADN y que también se sometan los restos de Carlos Fort. Motivo por el cual en esta etapa tenemos que profundizar y acelerar los tiempos. No hay fecha aún (del estudio), pero es muy próxima, dado que ya estaríamos en condiciones”, señaló el letrado.
“Yo me entero hace poco de que tenemos los restos del señor Carlos Fort. Tenía entendido de que estaban cremados”, señaló Pamela en este punto, y aclaró: “Yo no estaría haciendo lo que estoy haciendo si no tuviera certezas”. “No es solo lo que siente, es que en realidad ella lo necesita como todo ser humano”, completó su abogado en referencia al derecho a la identidad.
En un momento de la charla, Guido Zaffora le consultó: “¿Vos sabés que lo que piensa la familia Fort es que vos hacés todo esto por dinero?”. Sin dudarlo, Paloma respondió: “¿Lo dice la familia Fort? ¿Quién lo dice? Que yo sepa, jamás aceptaron salir a los medios para hablar del tema, jamás se prestaron a contestar ninguna pregunta. Que ellos digan que yo esto lo estoy haciendo por dinero, probámelo”, aseveró.
También se tomó un minuto para referirse a Ricardo Fort, de quien aseguró que fue el único que la reconoció: “Pero no podía darme una mano de ninguna forma porque si no se le complicaba a él la situación dentro de la familia. Entonces, obviamente, yo lo entendí perfectamente a él, y no lo culpo”.
Felipe y Aschira se conocieron a principios de los ‘60 en España, en un viaje que el empresario realizó por el Viejo Continente tras la muerte de uno de sus hijos. Luego de vivir un amor con el océano de por medio, Encarnación se instaló en Buenos Aires junto con su hija mayor Eva, fruto de un matrimonio anterior.
En 1964 y sin una ley de divorcio que le permitiera a él volver a contraer matrimonio, la pareja se casó vía México y tras cinco años de convivencia tuvieron una hija a la que bautizaron Paloma. Para ese entonces, 1969, Felipe estaba enfermo y cuando su hija tenía menos de un año, falleció. De ahí en más, las cosas no fueron fáciles para la mujer que luego se haría famosa como astróloga, que quedó viuda con dos hijas y a quien la familia Fort nunca aceptó. Incluso Ricardo alguna vez se refirió a ella como “la amante” de su abuelo.
A pesar de que estuvo durante años en televisión, Encarnación casi nunca habló de su vida personal ni mucho menos de su relación con la familia de quien había sido su marido. Y fue recién muchos años después, cuando Ricardo había hecho famoso el apellido más allá de las golosinas y su madre ya vivía en España, que Paloma salió a los medios a contar su verdad, asegurando que su padre era Carlos y no Felipe. “Mi madre me dijo que Carlos es mi padre, ella era pareja de Felipe, pero se veía con Carlos”, dijo Paloma en reiteradas entrevistas sobre la demanda de filiación que inició hace más de una década. Y que está cada vez más cerca de resolverse.