Este sábado, Sergio Lapegüe habló en El Galpón (El Trece) sobre la enfermedad que padece su mamá, y se mostró conmovido. “No me habla, pero le agarro la mano y sonríe”, expresó. Elba, la mamá del conductor y periodista, tiene Alzheimer y en reiteradas oportunidades su hijo habló al respecto.
Todo se dio cuando José María Muscari-uno de los invitados al programa- contó que Perdida Mente es una de sus obras de teatro representa sobre el escenario el tema de esta enfermedad. “Cuenta la historia de una jueza de la Nación, que es el personaje que hace Leonor Benedetto, que le detectan Alzheimer, es una palabra bastante tabú. Esta obra, desde el humor, desmitifica la enfermedad.... Lo más atractivo es que desmitifica el concepto que uno tiene sobre el Alzheimer, que es una enfermedad bastante ‘sagrada’”, detalló el director.
En ese marco, Lapegüe abrió su corazón y expresó emocionado: “Mi mamá tiene Alzheimer y he visto todo el proceso degenerativo, que es impresionante. Voy todos los días a verla. Dejar uno de los noticieros que yo hacía fue para poder dedicarme a acompañarla”.
“El otro día alguien me dijo ‘pero ya no te conoce’. Sí, pero yo la conozco. Y ella, cuando yo voy, no me habla, pero le agarro la mano y me sonríe. Es impresionante, es conexión. Nos cambia a todos alrededor, nos cambia la perspectiva de la vida de una manera tremenda. Es un tema tabú y que mucha gente no conoce”, señaló al borde de las lágrimas.
José María Muscari compartió: “Vos no sabes la cantidad de gente que me agradece y les agradece a las chicas después de la función, que el tema sea tocado con tanta naturalidad. Porque, así como pasa con el cáncer, con el HIV, son enfermedades que no se pueden ni nombrar, no se animan a decir la palabra. Lo que está buenísimo es que la obra saca el velo que hay alrededor del tema y le pierde el miedo”.
Siempre mostró debilidad por su mujer, Bochi, y sus hijos, Mica y Elvis. Sin embargo, después de pasar veintiún días internado en Clínica Juncal de Temperley a raíz de las complicaciones derivadas del coronavirus durante el 2021, el periodista se mostró mucho más sensible en relación a sus afectos. Y, en una entrevista con Luis Novaresio tiempo atrás habló a corazón abierto de sus padres, Roberto y Elba, y aseguró: “Nunca me dijeron ‘te quiero’”.
Frente a esta confesión, Novaresio recordó que, por una cuestión generacional, cuando ellos eran chicos no era tan fácil decile un ‘te amo’ a sus progenitores. “No. Mis padres nunca me dijeron: ‘Te quiero’. Nunca. Cuando conozco a Bochi y teníamos un mes de novios, ella era maestra jardinera y tenía veinte años, me hizo con sus manos en cerámica una cosa que decía: ‘Te quiero’. Y cuando íbamos en el auto o subíamos a un colectivo, la verdad no me acuerdo, me lo regaló. Yo me sentí tan mal, porque era la primera vez que alguien me decía: “Te quiero”. Le dije: ‘Yo no te quiero porque no te conozco’. Le agarró una bronca que lo tiró por la ventanilla. Se bajó y se fue”, contó Lapegüe.
“Mi papá falleció hace once años, fue lo máximo para mí. Y mi mamá tiene Alzheimer, que es una enfermedad tremenda. Yo voy a verla sábados y domingos, y de lunes a viernes cuando puedo. Ella sabe que soy alguien importante para ella. Pero no sabe que soy su hijo. Aunque yo sé que es mi mamá”, explicó él.
¿Si hoy le puede decir que la quiere? “¡Sabés cómo la abrazo y cómo le digo: ‘Te quiero’! Pero yo no sé si ella lo recibe. Es como para analizarlo. Ella tiene Alzheimer, no se acuerda de nada y no sabe nada. Pero sabe algo: mi número de teléfono. Y me llama y me dice: ‘Sergio, ¿cuándo venis?’. Yo lo traté mucho con mi psicólogo y me decía: ‘Es peor que estar muerto eso’. Porque el cuerpo está de mi mamá, pero no está ella adentro”, señaló. Y contó que, durante la pandemia, el cuadro de su madre, de 86 años, había empeorado.
Luego, al hablar de lo que le quedó por decirle a su padre, Lapegüe se quebró. “Yo a mi viejo no lo pude abrazar nunca. Mi hijo Elvis siempre me decía cuando era chiquito: ‘Abrazalo al abuelo’. Y yo no podía. Mi papá era militar. Era una persona tan generosa. Venía todos los santos días a mi casa a tomar mate y a hablar con Bochi, fundamentalmente. También a estar conmigo un rato. Y nunca lo pude abrazar y nunca le pude decir te quiero. Sólo en el lecho de muerte, cuando se estaba yendo. Y ya tampoco sabía si me estaba escuchando. Pero le dije todo lo que quería decirle”, relató en ese momento sin poder contener el llanto.