Wanda Nara siempre dijo que su segundo hogar estaba en su mansión de Milán, en Italia. Allí, la mediática armó su casa a su gusto, se ocupó minuciosamente de cada detalle de la decoración del interior y del exterior también. Porque se trata de una casona inmensa con un parque en el que abundan árboles de todo tipo, en especial variedades frutales que le encanta cosechar junto a sus hijos cuando los frutos están maduros.
Así es que este fin de semana Wanda armó las valijas y partió en una escapada junto a sus 4 chicos: Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella, ya que el mayor de sus varones, Valentino se encuentra en Buenos Aires porque pertenece a las inferiores de fútbol del club River Plate, y su marido, Mauro Icardi, se quedó en Turquía por sus compromisos futbolísticos para el Club Galatasaray.
Así las cosas, este sábado la empresaria compartió imágenes de las actividades que realizó junto a sus niños, y también mostró en videos las situaciones más divertidas y de relax que eligió para estos días. Una vez que arribaron al aeropuerto de Milán, se dirigieron a la lujosa mansión que está a su nombre en la ciudad italiana. Cabe recordar que allí vivió junto a Maxi López y después con Mauro Icardi.
Sus chicos, en particular los tres varones, están perfectamente adaptados a la vida de la ciudad europea, e incluso su lengua de origen es el italiano, es decir, es la que eligen para hablar entre ellos en la cotidianeidad del hogar. Así las cosas, los cinco se instalaron en la casa, que tiene todo perfectamente equipado para que puedan disfrutar cómodamente de sus instalaciones.
En las imágenes que compartió la mujer de Icardi se pudo ver una mesa larga servida cálidamente con tazas y vajilla para el desayuno, que estaba compuesto por jugos de frutas recién exprimidas, galletitas, recipientes con arándanos y frutos rojos, dulces caseros, leche, yogur y una cafetera expresso, bien italiana. El comedor, con las paredes pintadas de verde, dejaban traslucir el paisaje del parque, detrás de unos ventanales de vidrios repartidos enmarcados en cortinas de voile, blancas hasta el piso.
Apenas Wanda comenzó a filmar, arrancó por el living y comentó detrás de cámara: “Miren lo que es mi casita del campo, es como una casita de cuentos, no pueden creer lo tierna que es”. Luego, continuó registrando las imágenes de las que se siente orgullosa de formar parte. “Este es mi tocador de acá del campo”, mostró mientras la lente hacía foco en un escritorio repleto de maquillajes, cremas, neceseres varios y un recipiente con peines y cepillos. Del otro lado del cuarto, se pudo apreciar su dormitorio, con una amplia cama en el centro rodeado de enormes ventanales de piso a techo, con vidrios repartidos y cortinas de voile, que daban un aire de frescura a todo el ambiente. “La decoré con tanto amor y dedicación que cada vez que volvemos me vuelvo a enamorar”, escribió a modo de epígrafe abajo de la filmación.
Sobre una de las mesitas de sitio, la hermana de Zaira Nara ubicó un portarretratos con una foto del rostro de Mauro. “Me está mirando”, dijo en tono bien bajo, casi susurrando. Acto seguido, con una canción italiana de fondo, mostró un árbol repleto de uvas negras, y en la imagen siguiente, a su hija Francesca lavando la fruta que acababa de extraer de las ramas más bajas. La nena le dijo que las había cortado ella y le preguntó, pícara, si no tenían gusanos. “¡No!”, le dijo Wanda para tranquilizarla.
Con el correr de las horas, para disfrutar del calor del verano europeo, Isabella se metió en la pileta, y la conductora de Masterchef aprovechó para retirar del horno una preparación casera que hizo durante la tarde. “Recién terminado mi budín de banana”, anunció y arrobó en la publicación a los tres jurados del ciclo de Telefe que la acompañaron en su debut en la conducción, Donato Di Santis, Damián Betular y Germán Martitegui.