Durante una emisión en vivo del programa Intrusos (América), Flor de la V experimentó un momento de profunda tristeza y conmoción al tener que informar el fallecimiento de Silvina Luna. Ya desde el comienzo del ciclo se conocía que el estado de salud de la modelo era crítico pero con el correr de los minutos, comenzaron a llegar mensajes a través de WhatsApp y se levantó a hablar por teléfono.
Después de unos minutos, volvió a aparecer en escena, su angustia se intensificó y tuvo que confirmar la triste noticia de la muerte de la actriz. “Chicos, acabo de hablar con Fernando Burlando y lamentablemente tengo que decir que Silvina ya no está en este mundo. Simplemente eso”, declaró con la voz entrecortada. Añadió, visiblemente afectada: “Estas son las cosas que no puedo entender, perdón chicos...”. Tras estas palabras, y abrumada por la emoción, Flor decidió retirarse del estudio, dejándose llevar por un llanto profundo y desconsolado.
Minutos antes, Jorge Rial había dado precisiones sobre su salud. “Todo lo que vamos a contar es esto, esta decisión familiar obviamente de desconectar a Silvina. Lamentablemente esto acaba de suceder. Nada, está en manos de Dios, o lo que vos creas”.
El fallecimiento causó gran impacto entre sus amistades, sus seguidores y la comunidad artística, que desde que se supo la gravedad de su cuadro convocaron a cadenas de oración y llamaron a donar sangre, en una iniciativa movilizó a la opinión pública. Pequeñas muestras de amor originadas en un caso que conmovió a todos, tanto por la juventud de Silvina como por lo injusto de su muerte.
Los problemas de salud de la exparticipante de Gran Hermano comenzaron debido a una intervención estética que se realizó en 2011 a cargo del médico Aníbal Lotocki, quien por ese entonces le inyectó biopolímeros en sus glúteos como parte del tratamiento que terminó produciéndole hipercalcemia y una insuficiencia renal en su organismo. Por ese hecho, el profesional fue condenado por el Tribunal Oral y Correccional N°28 de la Ciudad de Buenos Aires a cuatro años de prisión -y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina- por el delito de lesiones graves en una causa que le iniciaron de manera conjunta Silvina, Stefy Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.
A raíz de esta situación, Luna esperaba un trasplante de riñón y mientras tanto, necesitaba hacerse diálisis tres veces por semana en sesiones de cuatro horas ya que sus riñones dejaron de funcionar. A principios de junio había contado con ilusión que empezaba el camino al trasplante, pero que todo se demorado por haber contraído una bacteria. Ese fue el inicio de una pelea de semanas que le terminó costando la vida.
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