Desde que la semana pasada Mariano Caprarola falleció de repente como consecuencia de un paro cardiaco cuando estaba por recibir el alta de su internación en el Centro Médicus Azcuénaga de la ciudad de Buenos Aires, otras expacientes de Aníbal Lotocki salieron a expresarse públicamente. El caso de Gabriela Trenchi es conocido, porque ella ya ha denunciado al médico en la Justicia luego que en el año 2015 Lotocki le hiciera una colocación de hilos tensores en los glúteos pero, según cuenta Trenchi, el médico hizo algo diferente a lo que habían pautado.
“Me sacaba grasa de las rodillas para poner hilos tensores y yo le dije que no quería nada que no fueran hilos tensores con mi grasa. Pero Lotocki me colocó otro material en todas las piernas, sin preguntarme, lo cual hizo ebullición en mi cuerpo”, había contado la empresaria en C5N en abril pasado respecto a la operación a la que se sometió en 2015 y que convirtió su vida en un calvario. “Cuando terminó la cirugía estaba ensangrentada y vendada de los pies a la cintura. A las dos horas me mandó a mi casa”, dijo.
Después de ese momento, la vida de Trenchi no volvió a ser la misma. Le salieron granulomas en todo el cuerpo que le provocan unos agudos dolores, también le apareció una enfermedad autoinmune producto del metil metacrilato que le habría introducido en su organismo. Y en los últimos días, estuvo internada debido a un desorden gástrico producido por la medicación que ingiere para paliar los dolores derivados de una presunta mala praxis practicada por el polémico médico.
Así las cosas, en la tarde del miércoles, la empresaria textil habló al aire de A la tarde (América) y desde allí disparó contra la mujer de Aníbal Lotocki, María José Favarón, y también mencionó cómo se encuentra. “No hay facturas en los procedimientos que hace Lotocki. Imagínense que si él trabaja en negro, no tiene facturas de nada. Él solo sabe qué es lo que coloca, mezclado con grasa”, comenzó Trenchi.
Y continuó: “Eso hace que el cuerpo haga una ebullición, no solo traiga granulomas que sería lo de menos, sino otras enfermedades autoinumes. Son lesiones gravísimas que te llevan a la muerte. Más adelante, compartió su actual estado de salud. “A causa de todo esto tuve un montón de problemas. Yo era una persona súper sana, tenía una vida feliz, él me arrancó la vida y voy a seguir luchando hasta mis últimas consecuencias, hasta donde Dios me de vida”.
Luego, recostada desde una cama siguió contando acerca de su presente. “A causa de un ácido que me colocaron para los huesos porque la densitometría me salió que me puedo quebrar sentada por el material que me colocó, me trajo un montón de consecuencias porque mi cuerpo no está bien. Tengo las defensas muy bajas y estoy hace 15 días con tomografías y estudios en el Hospital Italiano, en Los Arcos, vivo con una persona que es cirujana general por eso, gracias a Dios puedo estar en casa, tengo una gastroenteritis y una gingivitis medicamentosa, no puedo trabajar que es lo más grave, porque este señor ya me hizo perder un montón de cosas: mi departamento, perdí mi vida, viajaba, tenía una vida re sana y hoy me encuentro en estas condiciones que no es vida”.
Con respecto a Lotocki, Gabriela fue contundente: “A mí me indigna cuando escucho a la mujer, nadie los amenaza de muerte, por lo menos yo no quiero verlo muerto, yo quiero verlo preso. Los hijos no tienen nada que ver, yo no me voy a meter con las criaturas porque no tienen la culpa de la clase de padre que tienen”.
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