Un día después de la gran final de Masterchef, el ciclo en el que por primera vez se lució como conductora, Wanda Nara decidió dar su primera entrevista luego de su viaje a Turquía. La empresaria se fue a Estambul junto a su marido, Mauro Icardi, y cuatro de sus cinco hijos, Constantino y Benedicto, de su relación con Maxi López, y Francesca e Isabella, de su pareja actual con el jugador del Galatasaray, justo después de que se diera a conocer que estaba atravesando un problema de salud. Y, aunque luego ella misma confirmó su enfermedad en un diálogo privado con Ángel de Brito, este lunes habló en vivo con Cristina Pérez y Rodolfo Barili para Telefe Noticias.
Después de contar cómo fue la adaptación de sus chicos al país donde están instalados y de la decisión del mayor, Valentino, de quedarse en la Argentina para jugar en las inferiores de River Plate, la empresaria habló de su salud. “La verdad que fue todo muy rápido para mí. Terminó la grabación de Masterchef el viernes (7 de julio), el domingo (9 de julio) fue el Martín Fierro y yo viajaba a los poquitos días. Así que me hice un análisis que, como se supo porque se filtró, no salió como esperábamos”, comenzó diciendo.
Y continuó: “Era algo de rutina que yo me hago siempre antes de viajar. En el lugar que esté, yo siempre me hago un chequeo y después viajo. Y fue como un shock porque en ese momento lo primero que me dijeron fue: ‘No te podés subir a un avión’. Y no se sabía por cuánto tiempo. La verdad que fue un shock para toda la familia, porque justo el club le había mandado a Mauro un avión para que hiciéramos la mudanza y nos podamos ir. Y fue todo muy de golpe”.
Consciente del interés que hay sobre su situación, Wanda explicó: “Yo la verdad es que dudo mucho sobre si tengo que hablar o no del tema. Me encantaría poder hablarlo libremente, pero a veces la gente te juzga. Piensa que si lo hablás no es real o no es tan serio. Entonces, prefiero guardármelo. Obviamente, mi gente y mis amigos saben lo que pasa y están. Y creo que cuando esté un poquito más fuerte o sienta que lo pueda contar, lo voy a salir a decir. Me hubiera gustado que todo fuera de otra manera. Son las reglas del juego y las acepto”.
Así las cosas, la empresaria se encargó de descartar la posibilidad de llevar a la Justicia a quienes hayan difundido su diagnóstico sin su consentimiento. “Trabajo en este ambiente desde muy chiquita y la letra que no nos gusta es esa. Puede pasar que haya cosas que uno no quiera que salgan. A veces hay cosas que querés que salgan, a veces hay cosas que los famosos publicamos a propósito para promocionarnos. Y, así como me acompañaron todo este tiempo en las buenas, porque recibí el Martín Fierro Revelación y me acompañaron en el programa que hice, también me están acompañando muchos periodistas en lo privado. Y no tengo nada para decirle a quién filtró la información”, indicó.
Y agregó: “Obviamente me sacudió, porque en un momento en el que yo todavía no entendía lo que tenía o no sabía qué era, tuve que salir a dar explicaciones. Y, sobre todo, tuve que soportar gente que diga: ‘Lo está publicando ella, lo está diciendo ella...’. La gente que me conoce y la que me conoció ahora estando todas las noches al aire en un programa diario, sabe que nunca jugaría con una cosa así. Si hay algo que soy es buena persona y no jugaría nunca con un tema de salud. Me parece que hay un momento que es el límite y es la salud”.
Luego, Wanda explicó cómo vivió su diagnóstico en relación a sus seres queridos. “A mí me pasa que siento que soy la fuerte de la familia”, explicó. Y dejó en claro que ella es la que contiene a su hermana Zaira, a su mamá Nora, a su esposo y a sus cinco hijos. En ese sentido, dio como ejemplo el momento en el que tuvo que impulsar a su marido para que se animara a dejar el Paris Saint Germain obligándola a ella y a sus hijos a mudarse de Francia cuando él estaba lleno de dudas.
“Yo sentía que si yo me caía se caían todos conmigo, porque estábamos muy shockeados todos. Me pasaba también con mis amigos: Kennys estaba en shock. Entonces yo caminaba en mi casa en pijama y en un momento dije: ‘Me tengo que poner las pilas o voy a arrastrar conmigo a todos’. Y eso fue lo que pasó. De a poco, porque la verdad es que no tuve mucho tiempo. Tenía que ocuparme de mí. Y también tenía que escuchar lo que estaban diciendo afuera porque mis hijos estaban yendo al colegio en Argentina y cuando llegaron les hacían preguntas. Entonces me tuve que sentar y hablar con ellos, cuando quizás hubiera esperado un poco más”, relató la empresaria.
Y con un nudo en la garganta difícil de disimular, señaló: “Son las reglas del juego. Cada periodista se maneja como puede o como le parece. Yo no tengo nada que reprocharle a nadie. Solo que, en mi caso, cambió un poco la velocidad con la que lo hubiera hecho o la manera en que lo hubiera resuelto. Siempre soy de hablar con mis hijos y contarles todo. Y creo que ellos tienen la personalidad que tienen porque siempre hablé. Cuando nos mudamos, nos sentamos todos, debatimos y vimos qué pensaba cada uno. Y esto fue un poco duro porque me hacían preguntas y yo no tenía las respuestas. Pero también les tenía que decir porque era algo de lo que se estaba hablando en todos lados”.
Finalmente, Wanda se mostró muy agradecida por el cariño recibido. “Muchos se comunicaron por privado, el canal se portó excelente conmigo. Y también tenía que pensar... Yo estaba muchas horas de pie, trabajando. Y decía: ‘¡Si yo estuve 14 o 12 horas de la mejor manera!’. Sentía a veces un malestar en la panza, pero yo creía que era porque estaba comiendo a escondidas de los chefs cuando se llevaban las comidas. Pensaba que era por eso. Damián (Betular), Germán (Martitegui) y Donato (De Santis) todo el tiempo llevaban comida al canal. Pero es así. Es la vida. Y me gustaría, más adelante, poder hablar y, quizás, ayudar a alguien que lo necesite o que tenga las dudas o los miedos por los cuales pasé y que todavía sigo teniendo”, concluyó. Y, sobre el final de la charla, confirmó que seguirá su tratamiento en Fundaleu, en la Argentina.
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