Una de las caras más visibles de la señal de noticias TN es Dominique Metzger. Durante años, fue parte de una de las duplas más carismáticas de la emisora junto con el recordado Edgardo Antoñana todos los fines de semana. Luego llegaría el turno de su desafío al frente de un envío diario por las tardes hasta llegar a este presente en el que acompaña a Nelson Castro en la conducción de Telenoche, nave insignia de los noticieros de El Trece.
En sus redes sociales se presenta como conductora, periodista y además, cocinera. Y es que esta fanática de las series se recibió como cocinera profesional, aunque no llegó a ejercer debido a cuestiones que la excedían, como lo recordó en una charla con el Chino Leunis y el Pollo Álvarez en el ciclo Poco Correctos (El Trece).
“Estudié cocina, me recibí, pero no lo quise ejercer porque mientras iba estudiando, fui trabajando y haciendo pasantías, y ahí me di cuenta de que no era para mí”, aseguró, para luego recordar un momento vivido en esa corta experiencia en la profesión. “Me mandan a la Patagonia con un cocinero francés tres meses”, en un viaje que distaba mucho del que se pudiera haber imaginado.
“Era como un Gran Hermano, era en Chubut entre dos lagos. Había que llegar en avión hasta Comodoro Rivadavia, de ahí una avioneta hasta Alto Río Senguer, y de ahí en ripio y dos lanchas que te llevaban. Era El resplandor”, graficó sobre lo vivido cuando tenía 21 años, haciendo un paralelismo con el clásico filme de los ‘80.
En medio de ese panorama, todo fue cuesta arriba: “No conocía a nadie, nadie me conocía a mí y el cocinero francés era el único y fui a ayudarlo. No hablaba español, solo hablaba francés”, contó, aunque sortear el tema de la comunicación fue apenas uno de los inconvenientes que se suscitaron entre ellos.
“Estábamos en la belleza de la Patagonia, pero había que hacer todo, porque venían una vez cada 15 días a traernos provisiones y desde el desayuno a la cena había que armar todo. Era muy culo con rosca el lugar, muy top y había que hacer todo, y el tipo se pensó que venía a otra experiencia”, expresó sobre lo que se estaba viviendo en medio de su pasantía. “Al tipo se le dio por el chupi, por tomar”, recalcó sobre la actitud del chef francés contratado para la ocasión. “Hasta que un día no pudo salir a trabajar”, debido a su afición al whisky y demás bebidas alcohólicas: “Lo que había, cualquiera. Y hubo un día que no pudo, no arrancó“.
Con el tiempo, Dominique decidió que la cocina iba a quedar para el ámbito privado y enfocó su carrera en los medios. “Soy igual a vos, al que está del otro lado. A una persona, a una mujer, a un hombre que labura, que le cuestan sus cosas. Que sabe el valor del sacrificio, del trabajo, de lo que salen las cosas. Quiero creer que soy una buena mujer, una amiga querida, una hermana, una hija querida. Y para mí eso es lo más importante, los lazos y los vínculos, lo otro es mi trabajo”, admitió en una entrevista con Teleshow, en la que también se hizo cargo de sus enojos: “Me saca de las casillas, por ejemplo, el desorden. Soy bastante ordenada, me gusta tener mi casa ordenada y limpia. Los trámites, sí, los trámites, soy malísima. Me sacan, no sé hacerlos”.
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