Natalie Weber y Mauro Zárate se encontraron por primera vez hace 14 años en el mundo virtual de las redes sociales, gracias a un mensaje del futbolista en el que expresó sus ganas de conocerla. Tras varias insistencias, ella terminó aceptando, y la relación entre ambos se solidificó con rapidez, hasta que llegó la familia que forman con sus hijos Mía y Rocco.
Aunque en retrospectiva, la modelo confiesa que los primeros días de su unión con el deportista no estaban llenos de pura alegría y felicidad, había sombras que nublaban su paraíso. Su desconfianza llegó a tal nivel que se encontró a sí misma inspeccionando meticulosamente el teléfono móvil del futbolista en más de una ocasión.
Cuando fue invitada como panelista al programa LAM (América), decidió compartir sin censura los desafíos más severos que tuvo que enfrentar durante su matrimonio. La discusión se puso en marcha cuando se sumergió en un profundo debate sobre la infidelidad y lanzó una afirmación inquebrantable: “De los cuernos y de la muerte no se salva nadie. Sí, fui cornuda”, aseguró. No obstante, fue rápida en aclarar que su declaración no tenía relación alguna con su experiencia junto al exjugador de Vélez y evitó referirse al destinatario de esa frase.
A pesar de que no hubo terceras personas que causaran conflictos en su relación, Weber admitió que atravesaron una fase sumamente tempestuosa con Zárate. “No soy celosa, fui muy celosa, muy tóxica, revisaba el teléfono una vez por semana”, explicó. Tras ello, reveló que descubrió una serie de mensajes: “Las minas son regaladísimas con el jugador”, disparó. “Video, fotos, de todo...”, continuó dando detalles de lo vivido.
“A las botineras les gusta el rubro, ¿viste? mandan muchas fotitos”, prosiguió, para luego explicar que su marido no borraba las imágenes y gracias a ello pudo acceder a ese material. Consultada sobre cómo fue que logró superar los celos, se sinceró, con algo de resignación: “Llevo 14 años ya, si no me relajo...”. Sin embargo, dejó en claro que no era sólo un problema de ella. “Los primeros años éramos muy tóxicos, a él no le gustaba que yo laburara... La maternidad me sacó del medio, estaba con una teta, la otra, mamadera, pañales, y eso vino bien un tiempo y después ya tomé vuelo de nuevo”.
En una charla con Teleshow tiempo atrás, Natali recordó sobre su primera reacción cuando supo la verdadera identidad del hombre que le escribía en sus redes sociales. “Yo tenía muchos prejuicios. Para mí, los jugadores de fútbol eran todos mujeriegos, infieles y fiesteros. Nunca había estado con uno y siempre había dicho que ni loca me iba a meter en ese rubro. Los veía en los boliches enfiestados y no quería saber nada con ellos”, dijo Natalie
Sin embargo, a medida que se iban conociendo a través de la pantalla, se dejó llevar por sus sentimientos y comenzó a enamorarse. Sus respectivos compromisos laborales no les permitieron conocerse personalmente hasta seis meses después, tiempo en el que mantuvieron conversaciones por chat y telefónicas. “Volvía de los desfiles corriendo a conectarme”, reconoció ella.
Lo que el futbolista no esperaba era encontrarse primero con quien sería su suegra. “Como tenía miedo de que no me gustara le dije que me había salido un ensayo de último momento, que fuera a mi casa y lo esperó mi mamá. Y ella me dijo qué le parecía. Fue muy loco: Mauro conoció a mi mamá antes que a mí”, relató la modelo.
Así comenzó su historia de amor. A los pocos días él debía regresar a Italia y ella se fue con él. “Volví re enamorada”, recordó quien debió enfrentar a sus hermanos, que tenían el mismo prejuicio que ella sobre los futbolistas. “Decían que iba a ser cornuda toda mi vida, pero Mauro no es así. Es distinto. Es único”, defendió a su marido.
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