“Me voy a quedar lo que sea necesario”, dijo Maxi López minutos después de haber arribado al aeropuerto de Ezeiza. El empresario, que actualmente reside en Londres junto a su pareja, Daniela Christiansson, y la beba de ambos, Elle, llegó a la Argentina en la mañana del domingo luego de enterarse de que Wanda Nara, la madre de sus hijos mayores, Valentino, Constantino y Benedicto, estaba atravesando un problema de salud. Y se mostró dispuesto a colaborar en todo lo que estuviera a su alcance, en especial, conteniendo a los chicos que se enteraron por los medios de la situación que estaba viviendo su mamá.
Cabe recordar que la conductora de Masterchef y el exjugador de River Plate se separaron a fines del 2013 en medio de un escándalo, luego de que ella descubriera las supuestas infidelidades de López y comenzara una relación con Mauro Icardi, por entonces amigo de Maxi, con quien luego se casó y tuvo a sus dos nenas menores, Francesca e Isabella. Y esto hizo que entre ambos se desataran varios conflictos mediáticos y judiciales, que se prolongaron a lo largo de varios años. Sin embargo, en los últimos tiempos y sobre todo después de la crisis que Wanda tuvo con el delantero del Galatasaray de Turquía a raíz del Wandagate, la relación entre ambos logró encausarse para el bien de sus hijos. De manera que hoy mantienen un trato, al menos, cordial.
Así las cosas, luego de que Nara cancelara su viaje familiar a Europa para poder realizarse los estudios necesarios y así determinar cuál es su diagnóstico, López no dudó en viajar él a Buenos Aires para reencontrarse con los chicos y acompañarlos en este momento. “Soon the Boyz”, había escrito en una historia de Instagram, en la que publicó una foto de sus hijos dando a entender que pronto se reuniría con ellos. Y así sucedió.
Según revelaron este martes en Socios del Espectáculo, el programa que conducen Adrián Pallares y Rodrigo Lussich por ElTrece, la idea original de Maxi era que sus hijos se fueran a vivir unos días con él a su casa de Nordelta. Sin embargo, dadas las circunstancias, los chicos prefieren quedarse en el domicilio de Wanda para estar cerca de ella. Así que López optó por instalarse en una vivienda en el barrio Santa Bárbara, donde reside su ex, para así poder ocuparse de los pequeños durante el día y que, al mismo tiempo, ellos pudieran seguir en contacto permanente con su madre.
En las últimas horas, el exfutbolista compartió en sus redes algunas escenas cotidianas de sus días junto a los chicos. Se lo vio jugando un torneo de metegol con Benedicto, mientras Valentino aguardaba su turno en el jardín. Y luego mostro el desayuno que había preparado para Constantino. Maxi también dejó en claro que se estaba encargando de llevar a los chicos a sus entrenamientos y mostró lo primero que habían hecho tras el reencuentro, que fue ni más ni menos que jugar un picadito de fútbol.
Después de muchos trascendidos, fue la propia Wanda quien este martes decidió hablar a través de un posteo. “Buen día a todos , acá estoy después de unos días que necesité para mí, y quiero contarles un poco lo que pasó”, escribió en una extensa carta abierta. Y siguió: “El miércoles decidí por mi cuenta realizarme análisis de rutina, como acostumbro cada vez que viajo o una vez al año. Algunos valores salieron mal y tomé la decisión de internarme para complementar con otros chequeos que salieron bien. El jueves, también por mi cuenta, me retiré de esa clínica para realizar más estudios en un lugar especializado. Lo hice buscando aportar más información a los resultados de mis primeros estudios”.
Luego explicó: “Como toda mamá, intenté ocultarle a mis hijos mis miedos y mis angustias. Sobre todo porque aún no tenía un diagnóstico certero. Lamentablemente, el viernes recibieron por un periodista la confirmación de un diagnóstico que ni yo misma tenía. La medicina no es exacta y en ese momento no habían pasado ni 24 horas de mi primer estudio. Siempre mis hijos se enteraron todo por mí, siempre hablé y esta no iba a ser la excepción. Pero hubiera elegido hacerlo con más resultados y estudios en la mano; y sobre todo con mis tiempos. Agradezco a mi familia, a cada amigo y cada uno de ustedes por demostrarme el amor que me tienen. Ya estoy en mi casa, a la espera de más exámenes y siguiendo las indicaciones de los profesionales que me acompañan. Lo mantendré en mi intimidad, sobre todo para resguardar a mis hijos”.
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