El lado B de la ceremonia más esperada por el mundo de la televisión dejó detalles para destacar. La entrega número 51 de los premios Martín Fierro tuvo emoción, reencuentros, homenajes y muchos discursos encendidos. La transmisión de Telefé estuvo a la altura con el gran labor de Santiago Del Moro en la conducción que duró un poco más de cuatro horas al aire.
Desde las primeras horas de la tarde ya era posible ver a quienes transmitirían cada una de las instancias de la ceremonia al público, en un hotel que se encontraba vallado mientras del otro lado, cientos de curiosos se agolparon a la espera de poder divisar algunos de los famosos que por allí pasarían, quienes amablemente mientras arribaban, saludaban desde lejos.
Al ingresar al hotel la tarjeta plástica con su correspondiente QR eran la clave para poder habilitar el paso, además de anunciar el número de mesa en que debería ubicarse, previo paso por la alfombra roja y por el hall del subsuelo antes de la entrada al Salón Pacífico.
Había cinco espacios dispuestos con diferentes banners y escenografías para que las fotos que se saquen en el lugar no sean una más del montón, y vaya que rindió sus frutos, porque ninguno quería perderse la posibilidad de tener una instantánea ya sea con un fondo de globos dorados, o una cortina de papelitos, o al menos con un sobrio banner que llevaba el logo MF impreso.
Los primeros invitados comenzaron a ocupar el salón minutos después de las 19 horas, lugar en el que ya estaban dispuestos cada uno de los platos, con el correspondiente menú de lo que se serviría en cada uno de los pasos, además de ir ajustando los últimos detalles, como la prueba de luces, micrófonos y el sistema de audio en el que cada tanto se iba a informando cuánto tiempo faltaba para salir a aire y dar inicio a la ceremonia propiamente dicha.
En la mesa, junto al plato, los famosos se encontraron con una bandera argentina de pequeñas dimensiones que luego se usaría para flamear en el momento que la selección argentina era homenajeada. había una pequeña figura con el logo de los premios y un imponente arreglo en el centro con variadas flores en tonos blancos. El snack ya estaba servido: era un crocante de algarroba y queso de cabra, hongos confitados, trufa negra, remolacha lio, hierbas y flores de verano.
A las 21 horas llegó la advertencia para quienes aún se encuentran dando vueltas por el salón: hay que quedarse sentado en el lugar para que todo fluya correctamente. Cinco minutos después ya sí se daría paso en la transmisión oficial desde el salón, para comenzar a conocer a los ganadores de la noche.
Luego de las palabras de bienvenida de Santiago Del Moro llegaría el tiempo de un discurso del presidente de APTRA, Luis Ventura, quien en un encendido mensaje en línea con las pocas opciones de ficción local en la pantalla chica, destacó: “Basta de latas turcas, colombianas... ¡empiecen a laburar los actores!”, direccionado a quienes tiene la toma de decisiones respecto de lo que se ofrece al espectador.
El primer premio de la noche (Mejor Movilero) fue para Gustavo Tubio, quien después de recibir la estatuilla se lo podía ver recorriendo los pasillos y el hall visiblemente emocionado tras ese triunfo. Luego a Fede Bal y en tercer término a Mariel Di Lenarda, cuya sonrisa se volvió imborrable, y a quien no soltó en ningún segundo su Martín Fierro mientras saludaba a conocidos y amigos que no dejaban de felicitarla.
Presentado por Rodolfo Barili y Cristina Pérez, Abel Pintos entonó las estrofas del Himno Nacional Argentino, en el primer momento especial de la noche, tema que integra el álbum Alta en el Cielo, que incluye ocho emblemáticas canciones patrias que interpretó junto a la Orquesta Académica del Teatro Colón. La gente, respetuosamente parada, espero que termine para comenzar a agitar las famosas banderas argentinas que pintaron de celeste y blanco el lugar.
La primera sorpresa de la noche sería la tan comentada terna a mejor programa musical, que tenía entre los elegidos a La peña de morfi, conducido por Jey Mammon, quien en ese instante todavía no había llegado al lugar. Y el ganador fue Puente musical el ciclo que se emitió por la pantalla de El Nueve, con Flor Otero y Germán Tripel al frente. “Estamos súper contentos, súper emocionados. La verdad que fue un regalo hermoso que nos dieron hoy. Competíamos con Morfi, que tenía como un marketing que se iba a llevar todo y nos sorprendió muchísimo la verdad. Ahora ir a busca a nuestra hija a casa y abrazarla fuerte, porque se lo dedicamos a ella, y esperar que se duerma y darnos muchos besos. Esperemos que esto sea un empujoncito para la nueva temporada, ojalá. No encantó hacerlo, lo disfrutamos mucho, una idea que nació en pandemia y que generó hasta un Martín Fierro”, detallaron en exclusiva para Teleshow todo lo que estaban viviendo.
El plato principal, luego de la entrada de burratina artesanal con cremoso de pesto, fue la ternera braseada con compacto de humita. El momento de la comida logró que la gente se mantuviera en sus lugares. El resto del tiempo, los famosos se trasladaban de mesa en mesa para ir a saludar o incluso para cholulear un poco y pedirle alguna foto.
A más de una hora comenzada la ceremonia, llegó Jey Mammon y todas las miradas estuvieron puestas en la mesa integrada por el equipo de La Peña de Morfi. Fueron muchos los que se acercaron a saludar al conductor, aunque por momentos quedó de manera solitaria sin la cercanía de sus excompañeros. También él se tomó un minuto para acercarse a la mesa donde se encontraba Susana Giménez y saludarla con un fuerte abrazo y beso, que los tuvo unos minutos charlando. “Estoy viviendo un momento súper, todo divino”, con esas palabras resumiría su vivencia sobre lo acontecido en esta entrega de premios.
Los famosos que mas charlaron durante la gala fueron Manuel Wirtz y Juana Viale en el medio del salón, en tanto que otro dúo que por lo visto tenía varias cosas por contar, fue el de Benjamín Vicuña y Ángel de Brito, que por varios minutos mantuvieron una conversación en el pasillo entre los dos sectores de mesas, mientras Susana Giménez agradecía el premio a la trayectoria. Por atrás, pasaba Mauro Icardi, quien al ver un micrófono e intentar hacérsele alguna pregunta, cambiaba su cara de serio a más serio y con un resoplido que evitaba hacer cualquier tipo de declaraciones.
Llegó el momento del tan comentado: el postre en lata. En ese recipiente se podía encontrar un cremoso de queso y chocolate blanco bajo una lámina de chocolate blanco con frambuesas. A la mesa llegaría la lata y un pequeño martillo de madera para poder quebrar esa lámina dulce. Fue en ese instante que la mesa de Telefe Noticias, una de las más encendidas de la noche, aprovechó para generar percusión entre la tapa de la lata y la herramienta de madera, que fue acompañado por muchos de los que allí se encontraban.
Cerca de la 1 de la madrugada, la ceremonia llegaba a su fin y el café era ofrecido a los asistentes, además de distintos tipos de bombones. Pese a lo ocurrido en ediciones anteriores, aún el salón estaba con una amplia concurrencia, y fueron pocos los que no se quedaron a ver cómo Santiago el Moro con la camiseta se la selección argentina puesta celebrara el Martín Fierro de Oro para Gran Hermano. Acompañándolo, algunos de los participantes del ciclo, productores y directivos del canal que festejaron el tan merecido logro.
El fin de la fiesta. Los últimos saludos y las promesas de volver a cruzar palabras pronto. En las afueras del hotel, todavía un grupo de fanáticos pese al clima y el horario continuaban estoicos a la espera de un saludo, siendo Ángel De Brito, Alfa de Gran Hermano, y Damián Betular y Germán Martitegui, los más solicitados para saludos o para selfies.
A menos de 10 minutos de que sean las 2 de la mañana de este lunes, Analía Franchín y Sol Pérez dejaban el salón y se convertían en las últimas dos famosas en abandonarlo, luego de una entrega de premios Martín Fierro 2023 que había comenzado mucho antes en el Salón Pacífico del Hotel Hilton, donde nada estuvo librado al azar.
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