Tras la denuncia pública por presunto abuso sexual que le realizó Lucas Benvenuto, cuya causa judicial ya está prescripta, Jey Mammon volvió a un estudio y a un programa en vivo para una entrevista con Florencia de la V en Intrusos.
Antes que nada, la conductora expresó que “como mamá me conmovió mucho ver a Lucas, es un nenito al que le pasó de todo. Y cuando surgió tu nombre nadie pudo separar tu imagen de su historia”. Fue en ese instante que el invitado la interrumpió: “Yo estoy parado arriba de eso desde siempre: ´Con los chicos no´, ´A la víctima siempre se le cree o se lo escucha´. Yo ahí estoy parado como comunicador, pero hay una historia de vida que yo transité con una persona y si me permiten la expresión, fui cagado a piñas desde el principio y no tuve reacción. Sentí que me martillaban la cabeza y no tenía manera de salir a hablar”.
El conductor hizo hincapié en su mirada respecto al tratamiento que tuvieron los medios sobre su caso: “Mientras me pedían que hable, se paraban arriba de ese discurso consolidando que yo estaba adentro de todo lo que había ocurrido en su vida, junto a mi imagen y mi foto junto a la red de pedofilia, un caso que tenía que ver con Marcelo Corazza. Entonces yo pensaba: ´Yo lo conozco, tuve una historia con él y él mintió. Primero que lo conocí a los 16 años y no hubo ninguna violación´”.
Jey también se refirió a su cambio de estrategia y la razón por la que decidió demandar a Benvenuto, cuando había dicho que no lo haría. “En un momento dije que no quería demandarlo: me preguntaba qué lo lleva a él a decir eso. En Lucas veo a una persona rota, y en mí también. Voy a la demanda porque hubo instancias de mediación previas. A la tercera vez que van a la casa, la chapa de numeración no estaba en la puerta de la casa. ¿Te digo la verdad? Vos me decís que me escuchás ahora y que me escuchás distinto. Mi discurso siempre fue el mismo, no cambió nunca. Entiendo que ahora se me puede escuchar desde otro lugar, porque pasó el tiempo, pude ver quién se subió a la moto con mala leche, quién me escribió y me pidió que les cuente un poquito. Pero a nadie se le ocurrió preguntar: ´¿Será verdad lo que él dice?’. Cuando me fui de viaje decían que me escapé del país, eso me dolió muchísimo. La pasé y la estoy pasando muy mal por el estado de cancelación”, aseguró, quien aclaró que no iba a mencionar a los periodistas que, a su entender, procedieron de manera incorrecta al abordar su caso.
Hoy en día, Lucas es patinador artístico y reside en Ushuaia. Desde allí es que se hizo eco de lo que dijo el excatequista en la nota con el programa de espectáculos de América. Lo primero que hizo fue compartir una foto en sus historias de Instagram, en donde se ve una bandeja repleta de hamburguesas caseras que cocinó para él y su pareja.
“Mira qué relajado que estoy que te hice una docena de hamburguesas de avena, lenteja y verduras”, escribió Benvenuto, dando a entender que su energía estaba puesta en otra cosa y no tanto en lo que pudiera decir el conductor, quien anunció que lo demandó al joven por calumnias e injurias.
Por la noche, Ángel de Brito contó en LAM que se comunicó con el joven y reveló el diálogo que mantuvieron. “A la tarde hablé con Lucas Benvenuto. Le pregunté si tenía una foto de sus 16 años para ver cómo era en ese entonces y me dijo ‘tengo algunas fotos de niño, no de esa edad. Las únicas fotos que tengo de esa edad son las que sacaron los pederastas que estuvieron conmigo’”, reprodujo el conductor.
Tras ello, explicó: “Aprovecho que me hablaste para decirte que estoy muy mal de ánimo, la estoy pasando muy mal. Hoy falté a dar las clases de patín”, actividad en que se mantiene abocado en el sur del país. “Te juro que es muy parecido a cuando era un niño y esa sensación de que hablar está mal. Y si bien el 90% de la sociedad está conmigo, me siento solo igualmente. Así salga bien o mal todo esto, nadie va a arreglar lo que rompieron adentro mío. Me da igual lo que pase. No me van a devolver eso”, concluyó Benvenuto.
Si sos víctima de violencia familiar o sexual, o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año.
Si usted, o algún familiar o allegado suyo, está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, siente que nada tiene sentido o se encuentra atrapado en una situación a la que no le encuentra salida, llamar al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o bien al (011) 5275-1135 (desde todo el país).
Seguir leyendo: