“Hablamos como dos horas hace poco y me gustó escucharte, creo que la gente necesita escucharte”, abrió Florencia de la V el mano a mano en Intrusos junto a Jey Mammon, en lo que representa la vuelta a un estudio y a un programa en vivo del músico, tras la denuncia pública por presunto abuso sexual que le realizó Lucas Benvenuto, cuya causa judicial ya está prescripta.
“Estoy muy bien. Muchas veces se dice: ´Gracias por elegirme´, y sí, soy yo el que te eligió, el que quiso charlar con vos al aire”, recogió el guante el conductor. “La última vez que pisé un estudio de televisión fue cuando hice el primer programa de La Peña de Morfi del año. Pero después de esa charla que tuve con vos, entendí que tenía que trasladarse a un encuentro de esta naturaleza”, explicó sobre el motivo por el que eligió asistir al programa de América y hablar con Florencia, con quien compartió una amistad durante varios años.
“Como mamá me conmovió mucho ver a Lucas, es un nenito al que le pasó de todo. Y cuando surgió tu nombre nadie pudo separar tu imagen de su historia”, se anticipó Flor, pero Jey la interrumpió: “Yo estoy parado arriba de eso desde siempre: ´Con los chicos no´, ´A la víctima siempre se le cree o se lo escucha´. Yo ahí estoy parado como comunicador, pero hay una historia de vida que yo transité con una persona y si me permiten la expresión, fui cagado a piñas desde el principio y no tuve reacción. Sentí que me martillaban la cabeza y no tenía manera de salir a hablar”.
Mammon hizo hincapié en su mirada respecto al tratamiento que tuvieron los medios sobre su caso: “Mientras me pedían que hable, se paraban arriba de ese discurso consolidando que yo estaba adentro de todo lo que había ocurrido en su vida, junto a mi imagen y mi foto junto a la red de pedofilia, un caso que tenía que ver con Marcelo Corazza. Entonces yo pensaba: ´Yo lo conozco, tuve una historia con él y él mintió. Primero que lo conocí a los 16 años y no hubo ninguna violación´”.
Luego, contó qué hizo en todo este tiempo de ausencia en la pantalla chica. “Estuve reconstruyendo esta historia, por eso recuerdo las fechas. (A Lucas) lo conocí hace 15 años, estaría bueno que cada uno piense en dónde estaba hace 15 años. Él denuncia un no hecho de hace 17 años, porque dice que tenía 14 y yo, 32. Desde los comunicadores, a nadie se le ocurrió hacer las cuentas: para empezar, ya miente con la edad. Hay testigos, algunos cercanos al ámbito de él”.
“Yo le hablaba a la tele: creo que casi enloquecí en este tiempo. Yo me puse a juzgar a la televisión -se sinceró-. No podía parar de ver lo que decían de mí, aunque la psicóloga me decía que apague la tele. Un día estaba mirando Intrusos, y Marcela Tauro dijo: ´¿Qué estamos esperando, que se tire por el balcón?´. Y yo lo pensé a eso... En ese momento que Marcela dijo eso, saqué los pasajes y me fui a España”.
Jey también se refirió a su cambio de estrategia y la razón por la que decidió demandar a Benvenuto, cuando había dicho que no lo haría. “En un momento dije que no quería demandarlo: me preguntaba qué lo lleva a él a decir eso. En Lucas veo a una persona rota, y en mí también. Voy a la demanda porque hubo instancias de mediación previas. A la tercera vez que van a la casa, la chapa de numeración no estaba en la puerta de la casa. ¿Te digo la verdad? Vos me decís que me escuchás ahora y que me escuchás distinto. Mi discurso siempre fue el mismo, no cambió nunca. Entiendo que ahora se me puede escuchar desde otro lugar, porque pasó el tiempo, pude ver quién se subió a la moto con mala leche, quién me escribió y me pidió que les cuente un poquito. Pero a nadie se le ocurrió preguntar: ´¿Será verdad lo que él dice?’. Cuando me fui de viaje decían que me escapé del país, eso me dolió muchísimo. La pasé y la estoy pasando muy mal por el estado de cancelación”, aseguró el Mammon, quien aclaró que no iba a mencionar a los periodistas que, a un entender, procedieron de manera incorrecta al abordar su caso.
Con respecto a su estado actual y si planea volver a trabajar en los medios, Jey fue contundente: “Él mintió y yo tengo la vida destrozada. Yo no quiero volver a trabajar, lo que quiero es limpiar mi imagen. Yo no quiero que baje la espuma, nada más lejos de que baje la espuma. Quiero que quede claro lo que pasó y lo que no pasó. No sé si quiero volver a la televisión”.
Entonces, fue consultado sobre si asistirá a la entrega de Premios Martín Fierro, a realizarse el próximo domingo: La Peña de Morfi, que condujo durante todo el 2022, está nominada: “Te podría decir que me importan un carajo los Martín Fierro, pero me parecen los premios más hermosos de la televisión, los más lindos. Me preguntan si voy a ir, si estoy haciendo esto para volver a la televisión: no hay nada más lejos que volver a La Peña de Morfi. Pero si voy, me voy a sentar ahí porque no hay nada más merecedor que esa nominación. Si me tomo todo personal, me voy a España de nuevo, te juro. Todo me parece injusto, yo estoy sobreseído, tendría que estar trabajando”.
La conductora le consultó entonces si creía que se merecía estar nominado como mejor conductor, y sin dudarlo asintió con la cabeza. “No celebro estar fuera de la pantalla, creo que me merecía estar nominado a los Martín Fierro como mejor conductor y ganármelo. Siento que me lo merecía porque cuando yo llegué al canal, me llamaron para hacer otra cosa. Y me cargué al hombro un programa muy heavy, en donde faltaba Gerardo (Rozín)”, dijo, con lágrimas en los ojos.
Antes de cerrar la entrevista, y tras algunos cruces muy intensos con Laura Ubfal y Pampito, panelistas de Intrusos, comunicó que, efectivamente, asistirá a la ceremonia de APTRA: “El domingo voy a los Martín Fierro con la frente en alto porque no tengo nada que esconder. Y que me miren a la cara los que no tienen nada que esconder también. Si me saluden si quieren, y si no quieren que no me saluden. Y si hablan por atrás, que hablen por atrás. Y si me quieren creer que me crean, y si no quieren, que no me crean”, afirmó Jey Mammon.
Si sos víctima de violencia familiar o sexual, o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año.
Si usted, o algún familiar o allegado suyo, está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, siente que nada tiene sentido o se encuentra atrapado en una situación a la que no le encuentra salida, llamar al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o bien al (011) 5275-1135 (desde todo el país).
Seguir leyendo: