En el año 2014, Silvina Luna, a pocos días de recibir el alta tras una intervención por cálculos renales derivados de una cirugía en la cola realizada por Aníbal Lotocki, fue al programa de Susana Giménez. En una charla íntima con la diva, abrió su corazón sobre lo que realmente había ocurrido, además de dejar un mensaje a las nuevas generaciones. La entrevista se volvió viral por estos días, en los que la modelo pelea por su vida luego de sufrir complicaciones por la mala praxis del cirujano.
”Llevo una vida súper... mi alimentación es naturista, soy deportista. Desde que yo me operé hasta esta altura de mi vida, como que cambió bastante mi estilo de vida por suerte”, señaló sobre su presente de entonces, luego de haber pasado por el quirófano. Y agregó: “Antes por ahí trabajaba más poniendo el cuerpo en campañas publicitarias, en ropa interior. Quizás eso me llevó, porque el medio tiene cierta exigencia por no hablar de que a mí no me pasó nunca, pero ayer hablando con una compañera hay productores que te dicen: ‘¿por qué no te operás la nariz?’ o ‘Estás gordita, tendrías que bajar, ¿por qué no te hacés una lipo?’ Entonces, hay que hablar de estas cosas, el medio es muy exigente y uno tiene que estar bien del bocho, bien tratada y segura para no caer en eso”.
Respecto del momento en que decidió pasar por el quirófano, aclaró: “Yo hace tres o cuatro años atrás, como cualquier chica que quería un cambio y por ahí por querer abarcar todo, por querer mejorar algo decidí ir a ver un médico. Confié en la palabra de un profesional. Era algo chiquito, parecía algo fácil, algo que no iba a tener ningún tipo de riesgo. Eso fue en el 2011, en 2010 me hice estudios en la clínica Favaloro y yo tenía mi salud impecable, tenía el calcio perfecto y tenía mis riñones sin piedritas, sin nada. No había ningún problema ni enfermedad hereditaria como se anda diciendo por ahí”.
Sin embargo, luego de la intervención quirúrgica todo cambiaría: “En el 2011 me opero y en 2013 me hago estudios de rutina y me sale una hipercalcemia, el exceso de calcio en sangre y eso hace que tenga una leve insuficiencia renal. Me empiezan a investigar y me entero que en el Hospital Italiano había cuatro casos de chicas que se habían inyectado sustancias de relleno con lo mismo. También con hipercalmemia y con problemas en los riñones y algunas hasta con problemas mayores, incluso una chica estaba en diálisis. Entonces caigo al Hospital Italiano con el equipo de nefrología, que es un centro increíble en nuestro país que les agradezco muchísimo por mi internación de estos días y por cómo me han ayudado y me cuentan de estos casos y empezamos a hacer un tratamiento básicamente para bajar ese calcio”.
“Eso no se puede sacar, y no hay que ponerse nada que sea para siempre. La mayoría de las chicas cuando llegan a la consulta con el cirujano, me pasó a mí, una como que ya está decidida entonces por ahí no pregunta tanto. Hay que preguntar, consultar, ir a ver no sólo un médico, sino dos o tres que te digan que no, que sí, que esto se puede, que esto no está permitido. Que las madres acompañen a sus hijas Obviamente que uno no se va a exponer a eso si sabe que va a correr un mínimo de que tu salud se ponga en juego”, reflexionó sobre lo ocurrido, a la vez que intentó alertar a quienes pese a todo aun continuaban con la intención de realizarse un tratamiento estético.
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