A comienzos de abril, todo cambió para Cacho Garay cuando fue detenido luego de ser denunciado por violencia de género por su expareja, Verónica Macías. En el procedimiento se le secuestraron cuatro armas de fuego, por lo que fue imputado por amenazas y tenencia de armas y luego de pagar una fianza de $1.000.000 quedó en libertad.
Días después, el juez Juan Manuel Pina le dictó la prisión preventiva, que cumple en el domicilio de su hermana, al tiempo que el fiscal Carniello le amplió la imputación por abuso amenazas agravadas por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos y privación ilegítima de la libertad agravada. A comienzos de junio trascendió que el humorista fue imputado por violar la restricción de acercamiento hacia Verónica, que pesa sobre el mendocino luego de que ella lo denunciara por violencia de género.
Según precisa la investigación, el comediante habría realizado una llamada telefónica a la mujer. La comunicación se habría hecho desde la casa de su hermana, en Coquimbito, Maipú, donde el comediante cumplía con la prisión domiciliaria. “Me siento muy mal anímicamente”, atinó a responder Garay ante los cuestionamientos. Y acerca de lo que solicita tanto su defensa como la querella, simplemente dijo: “Lo que la autoridad determine, lo voy a acatar”.
Pero días después, la UFI de Violencia de Género emitió una orden de allanamiento en el domicilio que compartía la pareja y encontraron varias armas y municiones que se encontraban escondidas dentro de un tocadisco. Fue la propia víctima quien volvió a llamar al 911 advirtiendo la situación. En esa oportunidad se halló un revólver calibre 32, cuyas características coinciden con las amenazas que la víctima habría recibido por parte de Garay. Este descubrimiento refuerza las acusaciones de Macías y otorga mayor peso a su testimonio en el caso. Además, se encontraron bastones que podrían ser los utilizados en los presuntos abusos sexuales y agresiones físicas denunciadas.
También, con el correr de la investigación se conoció que Garay actuaba junto a una cómplice: Sandra A., una empleada legislativa y ex reina departamental de la Vendimia de Tunuyán. La ex esposa del cómico denunció que la mujer era una de las personas que organizaba las orgías en las que afirma haber sido abusada.
Tanto Garay como la funcionaria, acusados de cometer abuso sexual contra la denunciante, fueron citados para este miércoles y viernes a primera hora de la mañana. La fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet le solicitará al juez Federico Martínez que revoque el arresto domiciliario de Garay y que dicte la prisión preventiva.
Pero antes, en la mañana del martes, la magistrada los notificó de un cambio en la calificación del expediente. Según informa el Diario Uno, a Cacho Garay lo formalizaron por tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. Este mismo delito ya lo tenía imputado en dos ocasiones tras el hallazgo de armas cuando comenzó la investigación y de un revólver calibre 32 oculto en un tocadiscos cuando se produjo un nuevo allanamiento. El mismo que coincidiría con una de sus declaraciones de Verónica Macías, quien dijo haber sido amenazada con un arma de las mismas características cuando era abusada sexualmente.
Si sos víctima de violencia familiar o sexual, o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año.
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