Fue el escándalo mediático menos esperado del 2022 y, al parecer, continúa pero puertas adentro. Se trata de la pelea entre Piñón Fijo y sus hijos Sol y Jeremías, la cual quedó expuesta a partir de un posteo en la cuenta de Instagram del popular payaso. A principios de agosto de año pasado, Fabián Gómez -tal es su verdadero nombre- le contó a sus seguidores que sufría por no poder ver a su nieta Luna. Por esto culpó a su hija, madre de la niña, e incluso habló de los derechos de los abuelos prometiendo ir a a la Justicia para destrabar el conflicto.
Lejos de calmarse, la cosa fue en aumento y a Piñón le respondieron sus hijos y también su exesposa Karina Suárez. Fue a partir de esta separación que el vínculo familiar habría comenzado a degradarse. Al quedar de relieve este episodio y convertirse en tema de conversación, la familia decidió dejar de exponer sus diferencias en lo mediático para optar por el silencio público. Pero este lunes el payaso, a su manera, le dio su palabra a Matías Vázquez, movilero de A la tarde (América).
“Estamos solucionando las cosas a puertas cerradas. Las puertas materiales, pero las del corazón están totalmente abiertas. Y eso lo manejamos en familia, eso queda ahí y lo que se está tratando de reconstruir queda en la intimidad familiar”, comenzó diciendo a la vez en que agregó que “hay mucha gente atravesada por esta problemática” refiriéndose al derecho de los abuelos a ver a sus nietos.
Cuando el cronista le preguntó si extrañaba el vínculo con sus hijos, contestó en el mismo modo: “No, porque todavía lo tengo y lo estoy tratando de reconstituir, pero puertas adentro”. Y luego justificó su manera de declarar: “Cualquier cosa que diga, en general... Hay un mecanismo, hoy por hoy, que aprendí. Que si yo te digo media frase a vos, eso es título de otro medio que lo va a desvirtuar”.
Tampoco quiso contar si volvió a ver a su nieta o si finalmente conoció a León, el hermanito de Luna. Menos que menos le respondió a quienes lo señalan de maltratador y ni quiso mandar mensajes públicos a su familia. “No voy a decir nada. Y, ¿cómo no voy a amar a mi hija? No voy a hablar del tema, porque esto hay que hablarlo puertas adentro de la familia. No es un medio válido la tele o las redes... Eso sí uno aprendió a manejarlo y a tratar de ser respetuoso, porque muchas cosas que uno diga son fragmentadas y eso hiere a otro que uno ama”, insistió.
En cuanto a su accionar del año pasado, que lo llevó a exponer las diferencias familiares en una Instagram Story, consideró que “se fue de las manos... Ahí la inteligencia artificial y la inteligencia artificial hicieron lo suyo”.
Ante la insistencia del notero, Piñón soltó algunas definiciones y dice no ver con pesar el hecho de no estar trabajando con sus hijos. “A mi me pasa lo mejor que le puede pasar a un padre, que un hijo venga y te diga: ‘Papá, quiero hacer mi propio camino y quiero hacerlo con las herramientas que aprendí al lado tuyo’. Con eso uno ya está hecho. Después, los matices que hay como en toda familia, lo vas manejando”, dijo. Y también contó que el día en que habló eso con su hijo Jeremías: “Nos emocionamos, nos abrazamos y lloramos en su momento. Y tampoco lo hicimos público, fue una cuestión íntima”.
“¿Lo que más querés es ver a tu nieta?”, volvió a preguntarle el cronista. “Estamos en un proceso hermoso e íntimo de reconstrucción de una cantidad de cosas que nunca tendrían que haberse filtrado a los medios. Se nos fue de las manos en los medios”, insistió Piñón. Casi despidiéndose, le agradeció al público. “A la gente, gracias por estos 33 años, gracias por el apoyo, por el cariño, por la ternura. Y gracias por el respeto”, dijo. “¿Y a los que te pusieron en el rol de maltratador?”, le planteó el notero. “Uno no puede andar con un puntero corrigiendo al mundo”, fue la lacónica respuesta del payaso. Y cerró: “Más allá que físicamente uno no está al lado muchas veces, comparte las mismas emociones. Somos la misma raíz”.
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