Tras terminar la temporada de fútbol europeo, Paulo Dybala invitó a su novia Oriana Sabatini a pasar unas románticas vacaciones en Estados Unidos, más precisamente en la ciudad de Nueva York. Unos días antes el jugador del Roma había confirmado que se quedará en el club italiano, en donde vive junto a la cantante. Desde la Gran Manzana, los jóvenes se mostraron distendidos y enamorados en las imágenes que compartieron a través de sus redes sociales.
Desde que llegaron a la ciudad estadounidense comenzaron a proyectar las actividades que realizarían para aprovechar todos los momentos juntos para pasear y divertirse. Así, desde su cuenta de Instagram, la hija de Cathy Fulop y Ova Sabatini se dedicó a subir los videos y un carrete de fotos que mostraba sus días de descanso.
Con una amplia sonrisa, se pudo ver a la joven de 26 años junto a su pareja en una de las tradicionales avenidas de Nueva York, con las luces de una cálida noche de verano. Posando para la cámara, la artista escribió: “Nueva York, qué linda que sos”. Apenas publicó esos retratos, su mamá Cathy le respondió: “¡¡Creo que les va New York muy bien!!”.
Después, con un jeans celeste y una remera amplia y cómoda, la modelo y cantante se dejó fotografiar por su novio en el Central Park, uno de los parques más reconocidos de la ciudad. Por la noche, volvieron a disfrutar de una recorrida por las calles neoyorkinas. Así se acercaron a un grupo de artistas callejeros que tocaban instrumentos de música y Ori dejó plasmado el momento con una foto de su novio con los músicos de fondo.
Al día siguiente, la pareja decidió vivir una experiencia diferente y sobrevolar la ciudad en un helicóptero. Para poder realizar el vuelo, tuvieron que seguir todas las medidas de seguridad previstas por la compañía aérea. Desde arneses a sogas que les cruzaron por el pecho, la cantante y el futbolista se vistieron para la ocasión y luego se sumaron al grupo de turistas que realizó la expedición junto a ellos.
Pero no se trató de un vuelo común y corriente, sino que consistió en subirse a una aeronave semiabierta, que dejaba sentir el viento y el aire más frío a medida que iba levantando altura. Apenas despegó del suelo, la cara de Oriana, que estaba siendo grabada por Paulo, cambió completamente. Entre risas y muchos nervios, le pedía al futbolista que no le soltara la mano. “¡No me sueltes!”, exclamaba mientras se sujetaba a la mano de Dybala y con la otra se tapaba la boca de la emoción que estaba viviendo. Detrás, se podían apreciar los rascacielos de la ciudad mientras sobrevolaban el río Hudson, que separa el estado de Nueva York de New Jersey. También, pudieron apreciar la mítica estatua de la Libertad desde el aire.
Al aterrizar, ya sobre suelo firme, la cantante sonrió para la cámara del teléfono de su novio, sentada todavía adentro del receptáculo del helicóptero y con el dedo pulgar levantado en señal de “todo ok”.
Otra de las salidas que no quisieron perderse fue asistir a una función de teatro. En este caso, eligieron Molin Rouge, que recientemente se estrenó en Brodway. También Ori se encargó de tomarle una foto a Paulo antes de comer en uno de los restaurantes italianos en el barrio Little Italy.
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