En septiembre de 2020, en plena pandemia de coronavirus, la madre de Nancy Pazos falleció luego de contagiarse de ese virus respiratorio, suponiendo un durísimo momento en la vida de la periodista. “Lo único que tenía mamá era su departamento. Segundo piso por escalera. Un chalecito de dos ambientes en la terraza de un PH. Y se lo compré yo hace veinticinco años”, contó al conocerse la noticia en aquel momento.
“El departamento de ella ni siquiera estaba a su nombre. Mis viejos nunca tuvieron casa propia. En la década del ‘90, mucho antes de casarme con Diego Santilli, y gracias a mi trabajo, ayudé a los dos a comprarse su casa y a mi hermana la suya un poco más tarde”, agregó la periodista. A casi tres años del fallecimiento de su mamá, este lunes Pazos se quebró en el aire A la Barbarossa (Telefe) al hablar de ese episodio.
Luego de contar que vendió la casa en la que vivió en sus últimos 23 años y de hacer un minucioso relato de cómo fue la exhaustiva mudanza, la cual le tomó más de cuatro meses en los que embaló muebles, ropa y elementos de todo tipo, Pazos dijo que no lloró por la venta de la propiedad porque “fue una decisión tomada en familia”.
“La verdad es que no lloré por esto. Estamos re contentos todos de cambiar de casa. Lo que sí me dio sí fue mucho agradecimiento con ese lugar, que fue para mí un lugar en el mundo, en el que nacieron mis tres hijos. Y me fui sin nostalgia”, caracterizó la panelista. Luego también contó cómo fue el proceso de adaptación de sus perros, quienes durante la primera noche en la nueva casa se escaparon, aunque ya aparecieron. Y también sorprendió a todos sus compañeros de programa al revelar lo que había hecho con las cenizas de su madre.
“¿Qué hiciste?”, quiso saber Georgina. “Las esparcí en mi casa anterior”, le respondió Pazos. “¿Le dijiste al señor o se está enterando ahora?”, le preguntó la conductora en referencia al nuevo dueño de su casa. “Se está enterando”, dijo la periodista. A lo que Pía Shaw, compañera del panel, dijo: “El espíritu de tu mamá va a aparecer”. “Pasa que en realidad ella amaba esa casa y fue mi primer lugar en el que me vio triunfar, ser feliz. Mi viejo me pidió que lo esparciera en otro lugar y con mamá siempre me quedé con la duda”, dijo Pazos.
“Mamá tuvo una vida dura y ella vivió mucho a través de lo que a mí me sucedió. Entonces para mí fue mi manera de homenajearla, así como se quedó uno de mis perritos, que justo se murió, y yo decía: ‘Qué loco, se quiso quedar acá’”, argumentó Pazos. Por otra parte, Nancy contó que se encontraba sola a la hora de tener que esparcir las cenizas. En ese momento, se quebró y mientras las lágrimas le cruzaban el rostro, Barbarossa se acercó para abrazarla y consolarla. “Ay, chicos, hay que bancarla a Nancy porque una mudanza es terrible”, cerró Georgina.
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