La guerra entre Cinthia Fernández y Matías Defederico no da tregua. Con tres hijas en común, Charis, Bella y Francesca, desde que se separaron en 2016 continúan disputando por problemas económicos, judiciales y mediáticos. Cuando la pareja se rompió, en medio de un escándalo, los conflictos se desencadenaron por las visitas a las nenas, por el dinero de la cuota alimentaria que debe pasarle Defederico a su exmujer para sus hijas y en el medio se han metido familiares directos, como la exsuegra y la excuñada de Cinthia, con quienes ha mantenido una guerra a la vista de todos.
De esta manera, hace unas semanas, la mediática se quejó nuevamente del valor de la cuota de los alimentos. Según contó Cinthia en un posteo en su cuenta de Instagram - medio que utiliza para hacer descargos de todo tipo - su exmarido no le actualiza los valores desde hace meses.
En un juego de preguntas y respuestas con sus seguidores, contó que le sigue enviando 55 mil pesos, que no le alcanzan para nada. “El único al que la inflación no le toca los valores... Se ve que no aumenta el corte en la barbería”, disparó indignada haciendo alusión al ingreso probable que tiene el deportista, que montó un local para hombres en una popular avenida de Villa Urquiza.
Por esos días, la modelo y actriz contó que tuvo que volver a embargar a su expareja en una cifra que superaba los 2 millones de pesos. Entonces Cinthia compartió por sus redes sociales una captura de un mensaje de su abogado en el que se podía leer el pedido de embargo. “Aparentemente Matías no contestó la intimación, así que le mando el escrito para firmar pidiendo que se haga efectivo el embargo”.
También, la mediática había revelado que hubo un tiempo en el que no había tenido para comer. En un mano a mano de preguntas y respuestas con sus seguidores de Instagram habia sorprendido con esa fuerte declaración. “Un día tenía 2500 pesos en la cuenta y no tenía más leche, ni me pagaban en el trabajo y me había quedado sin nada en la heladera”, comenzó su relato la bailarina. “Me acuerdo que lo estiré lo más que pude hasta que mi cuerpo no dio más: me largué a llorar en frente de mi pareja y con mucha vergüenza le confesé lo que me pasaba y él me ayudó”, continuó Cinthia, para luego revelar que la mano que la ayudó fue la de su ex Martín Baclini.
En esta oportunidad, ya más relajada pero aun muy enojada con la situación, Cinthia posteó dos videos en sus historias de Instagram para hacer un descargo muy particular. En el primero, mostró una encuesta que había realizado entre sus seguidores para que adivinaran el monto que había efectuado en un gasto para su casa. “¿Cuánto dicen que me vacunaron? Menos de 100 mil, más de 100 mil, más de 200 mil”, eran las opciones. Entonces, sobre esa captura ella agregó: “Buen día, me explotó el MD (mensajes directos) con este tema. El que no se entera parece que es el papá de las bendi, el cual la inflación no le llega nunca”, y debajo se podía leer la transferencia que le había efectuado Defederico por la suma de 55 mil pesos musicalizado por el tema Rata de dos patas, de Paquita la del barrio.
En el siguiente video, Cinthia recopiló y plasmó varias capturas de mensajes de sus seguidores, que decían: “¿55 mil por las tres? Qué hdp, ni un pobre se anima a tanto”, “¿Por qué el juez no ve cómo vive? ¿Y compara con lo que dice que tiene? Cambiá de juez”, “¿De verdad tu ex te pasa 55 mil pesos? Yo tengo una nena y le paso a mi exmujer 100 mil y le pago el colegio”, “La verguenza ajena que me da que hace meses sea la misma plata”, “Yo no lo puedo creer, estoy en la misma con mellis de 3 años. 60 mil, no pago ni la obra social con eso”.
En esta oportunidad, Cinthia apeló al humor y de fondo grabó una canción con la melodía de Ocho cuarenta, de Rodrigo pero con la letra modificada acorde a su situación personal. Junto a otra mujer, se la escuchó cantar a la mediática: “También sabe que como madre, nada les voy a hacer faltar, obvio amiga, entonces se sienta tranquilo a ver la deuda pasar. Con suerte le toca una feria y él tiene para otro mes más, para el juez en las vacaciones los chicos no comen más. Pero llega un momento y va a tener que pagar, pero ahí te pido una audiencia donde empieza a llorar: ‘Señor juez, todo esto no puedo pagar, ella me quiere robar’. Y ahí sabés qué pasa, ahí te trata de loca y tenés que demostrar que el tipo está mintiendo y te quiere cagar. Y armate de paciencia si ya no das más, que te la va a complicar, pero va a pagar”.
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