“Todos vamos por el sí, pero puede ser que no... Y tenés que estar preparada”.
Jimena Piccolo recuerda como si fuera hoy la conversación que mantuvo en mayo del 2022 con el doctor Edgardo Young en la clínica de fertilidad a la que concurrió junto a su pareja, Pablo Pardo, para realizar un tratamiento y lograr tener un hijo. Lo habían intentado de manera natural, pero al ver que no sucedía, y luego de una serie de análisis previos, la ginecóloga les sugirió “no perder el tiempo” y consultar a un especialista.
“Llegué con miedo... Pero cuando conocí al doctor me encantó porque fue súper empático: nos explicó todo”, le cuenta a Teleshow la actriz, que comenzó a trabajar en televisión a los cuatro años y a los nueve saltó a la popularidad por su personaje en Chiquititas, de la mano de Cris Morena. Rememora entonces las palabras del profesional en aquel primer encuentro: “Por tu edad, no esperaría a hacer un tratamiento de baja complejidad ya que es muy difícil que quedes embarazada en esa circunstancia. Iría directamente a una fecundación in vitro”.
Hoy, Jimena -de 37 años- está a días de ser madre por primera vez: la semana próxima nacerá Artemio.
Jimena y Pablo aceptaron la sugerencia de Young de inmediato y un mes después, luego de la preparación médica necesaria, iniciaron el primer tratamiento. “No funcionó”, cuenta la actriz, recordaron aquella primera desilusión, que sin embargo, la impulsó a seguir luchando por ser mamá.
“Cuando te dan el negativo estás con toda la ilusión. Además, tenés muchas hormonas, lo que hace que estés más sensible”, dice Piccolo, quien tenía síntomas de embarazo, lo que la hizo pensar que había funcionado aquel primer intento. “¡Estoy re embarazada!”, pensó cuando comenzó a sentir sueño y náuseas. “Después me enteré que era por todo lo que estaba tomando”.
“Siempre es desilusionante para lo que una espera, pero yo tenía el foco muy puesto y estaba segura de que tarde o temprano iba a pasar. Sabíamos que era un tratamiento largo, que hay gente que espera años y que pasa por mil desilusiones”. Dos meses después, volvieron a intentarlo.
Durante ese tiempo, la pareja buscó continuar con la cotidianeidad de su vida, como si nada sucediera. Es la forma que encontraron para no sobrepensar, ni ponerse ansiosos. “La vida continúa, me anoté la fecha en que tenía que volver a pedir turno y listo”, cuenta Jimena, a quien la única actividad que le prohibieron hacer fue tenis, deporte que practicaba a modo de recreación.
Jimena y Pablo les habían contado a sus familiares más cercanos y algunos amigos íntimos que habían realizado el tratamiento. “Más que nada porque había que entrar al quirófano”, aclara la actriz, quien no tenía intención de difundirlo demasiado para evitar que las expectativas se vinieran en contra. “Cuando una busca de manera natural no lo anuncia, simplemente cuenta cuando queda embarazada y listo. Yo no quería sentir la presión de tener que contar y que me generara más ansiedad de la que nosotros ya teníamos”.
Cuando llegó el turno de hacer el segundo tratamiento, Jimena estaba más tranquila. Ya sabía todos y cada uno de los pasos que afrontaría y solo restaba esperar 14 días para hacerse un análisis de sangre. Antes, el médico le hizo una salvedad, buscando efectividad en el resultado: “En lugar de implantarme un embrión, me implantaron dos. Más no te dejan porque pueden prender todos y se convierte en un embarazo de riesgo”.
Dos semanas después, Jimena -quien está al frente del podcast Acceso Total, junto a Fede Díaz- debía hacerse el análisis que determinaría si aquel tratamiento había funcionado. “Esos días son terribles porque todo el tiempo estás pensando en no hacer nada por las dudas, aunque el médico dice ‘vida normal’”. La noche anterior, su marido -”que estaba más apuradito”- le sugirió que se hiciera un test de farmacia. “Yo no quería saber nada por miedo a algún falso resultado, así que me lo hice, lo dejé en el baño y le dije que fuera a verlo él”.
Pablo tardó más de lo que Jimena hubiera creído, lo que llamó su atención. Lo fue a buscar y cuando ingresó al baño, encontró a su marido frente al test, sin reacción alguna. “Decía ‘positivo’. No lo podíamos creer”, recuerda la actriz, que está en pareja hace 12 años con Pablo, quien trabaja en la empresa de su familia. Por caso, aquel día tenían una reunión con sus seres queridos y debieron aguantar las ganas de gritar a los cuatro vientos que iban a ser papás.
Al día siguiente fueron a hacerse el análisis de sangre con el que ratificaron el resultado positivo y el médico les pidió que lo repitieran 48 horas después, para una nueva confirmación. La ecografía se la practicó recién siete días después. “Ahí te dicen realmente que hay un bebé y no es solo un embrión”, detalla Jimena, como si ya fuera experta en la materia. Aquel día, además escucharon el latido de su hijo por primera vez.
Ahora sí, ya no hacía falta ninguna otra confirmación: Jimena y Pablo iban a ser papás. No había pasado un mes de gestación y todavía faltaba esperar otros dos más para poder anunciarlo. Aunque no quisieron dejar más tiempo para comunicárselo a sus familiares y amigos. “Estaban todos muy contentos. Fue un bebé muy buscado, muy deseado”, resalta Piccolo, quien transita la semana 37 de embarazo: tiene fecha de cesárea programada para el próximo miércoles 28 de junio.
La actriz dará a luz a su hijo en el Sanatorio Otamendi, en el barrio Recoleta. “Tengo diabetes gestacional, el bebé está muy grande, ya pesa 3,800. ¡Ya podría salir!” -bromea-. Me siento súper bien, con dolores normales de un bebé tan grande en un cuerpo tan chico”. Jimena transitó un mes y medio del embarazo en reposo preventivo, y debió dejar de manejar los últimos cinco meses por algunos dolores e incomodidades.
Hace cuatro años, siquiera antes de empezar a buscar a su hijo, Jimena navegaba por Instagram y encontró la cuenta del obstetra Ignacio Pérez Tomasone, reconocido por ser el médico a cargo de los nacimientos de varios hijos de famosos, como Anita, hija de Pampita y Roberto García Moritán. “Nacho publicaba los videos de los partos y me generaba mucha ternura cómo les hablaba a los bebés apenas nacían. Yo en ese momento ni siquiera pensaba en quedar embarazada, ni estaba en nuestros planes, pero le dije a Pablo: ‘El día que quede embarazada él va a ser mi obstetra’”. Dicho y hecho, lo primero que hizo Jimena cuando salió de hacerse la ecografía fue llamar a su consultorio para pedir un turno.
Al igual que la elección de su obstetra, Jimena ya sabía que su hijo se llamaría Artemio incluso antes de comenzar a buscarlo. Y sin saber que sería varón, claro, aunque deseándolo desde chica. “Hicimos todo al revés. Primero teníamos nombre y obstetra y después lo buscamos”, bromea. “A los dos siempre nos gustó Artemio y cuando leímos lo que significaba nos pareció increíble”, dice sobre el nombre de origen griego cuyo significado es día/noche, integro/intacto.
En tanto, lo que más les atrapó a Jimena y a Pablo era el juego de palabras en el nombre: arte mío. “Nos parecía muy loco, de verdad es un nombre que tiene mucha fuerza. Y es nuestra creación”, enfatiza Jimena Piccolo antes de finalizar la entrevista con Teleshow, ya sabiendo que falta cada vez menos para conocer a su hijo tan deseado y esperado, a quien tendrá en brazos dentro de pocos días, cuando dé a luz a su mejor arte, a su mejor creación junto a su marido, a Artemio Pardo Piccolo, que seguirá iluminando su familia.
La alegría por la llegada de Artemio es tal que Jimena y Pablo quisieron celebrar con anticipación junto a una gran fiesta para todos sus amigos y familiares. El baby shower contó con shows en vivo de Bandana, Flor Otero y Germán Tripel, los personajes de Disney, y todos tuvieron la posibilidad de verlo y escuchar el latido de su corazón durante el festejo ya que le realizaron a la actriz ecografía que quedará en el recuerdo de todos los que esperan la pronta llegada del bebé. “Fue muy emocionante”, concuerda la pareja al respecto. Y promete que para el primer cumpleaños de su hijo redoblarán la apuesta y seguirán festejando la vida.
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