“El trabajo lo considero como una herramienta para alquilar y para comprar la comida. ¡Denme trabajo de lo que sea! Tengo ganas de trabajar allá, mandar mi currículum, postularme para un trabajo, tener entrevistas...”, decía tiempo atrás Fernanda Iglesias a Teleshow cuando habló de su futuro en España, a donde viajó a fines de marzo junto a su hija Ema, de 18 años. “Voy a probar suerte”, agregó la periodista que cumplió el sueño de vivir y tener una experiencia en el exterior.
Una semana después de haber llegado a Málaga, fue presentada como la encargada de prensa y comunicación de Deportivo Argentino, un nuevo club de fútbol federado que en septiembre debuta en la división tercera andaluza del campeonato español. Sin embargo, un mes después decidió cambiar de rubro y hoy trabaja en una inmobiliaria ubicada en Marbella.
“Necesitaba un trabajo que sea en blanco porque acá para todo te piden recibo de sueldo. Por eso cambié”, cuenta Fernanda en una entrevista exclusiva con Teleshow y explica por qué decidió reinventarse desde su llegada. ¿Cómo consiguió su actual empleo? Mientras recorría como turista: “Hice un paseo un barco en Puerto Banús y conocí a un hombre argentino que es el dueño de una inmobiliaria en Marbella. Él hace mucho que vive acá y no sabía bien quién era yo -dice la periodista-, hablando, le conté lo que me esta pasando, hace cuánto había llegado, que estaba buscando trabajo, que en algunos lugares me pedían plata para entrar, otros solo me daban comisión...”, comienza su relato sobre la charla que tuvo con el empresario durante su recorrido turístico.
Luego de escuchar atentamente la experiencia de la periodista, el hombre la citó para una reunión al día siguiente: “Yo estoy buscando empleada para mi inmobiliaria, si te interesa venite mañana y tenemos una entrevista”. Fernanda no dudó en ningún momento, 24 horas después se presentó en Marbella, y consiguió el trabajo en el que se desempeña hoy, de lunes a viernes de 9 a 18.
Si bien aceptó el nuevo proyecto, la periodista decidió seguir viviendo en Málaga, a donde se instaló desde que llegó junto a su hija Ema, y es por eso que todos los días maneja 130 kilómetros (entre la ida y la vuelta). “Vine a Málaga a ver qué onda y terminé ateniendo clientes que quieren alquilar o comprar en la Costa del Sol. Así que, ya saben a quién acudir si quieren una casita frente al Mediterráneo”, escribió en su cuenta de Instagram cuando anunció el cambio de rubro.
Hace un mes que comenzó a trabajar en la inmobiliaria y asegura que está feliz. “Tengo recibo de sueldo, seguridad social de España, ya estoy aportando, todo. Eso es re importante, cuando vas a hacer cualquier trámite te piden nómina, que es el recibo de sueldo. Por eso también acepté, porque es un trabajo en blanco”, destaca y hace la salvedad: “Me enseñan muchas cosas porque para mí es un mundo nuevo”.
Antes de viajar, la periodista había expresado que su prioridad era conseguir un empleo, no importara cuál fuera el rubro, y tampoco tenía la premisa de que fuera dentro de lo suyo. “Me gustó el desafío y el hecho de todos me tratan muy bien”, agrega quien en un principio se desempeñó en la comunicación.
Con respecto al trayecto que hace a diario (hay 63 kilómetros entre Málaga y Marbella), Fernanda cuenta que adquirió un auto y que ya se acostumbró a manejar en la ruta de montaña. “Al principio tenía miedo, pero ahora ya la tengo calada”, dice y agrega: “El ida y vuelta es lo más cansador, pero es así. Acá mucha gente viaja todo el tiempo, es como vivir en Pilar y trabajar en Buenos Aires”.
Por su parte, Fernanda habla de cómo maneja la situación familiar y “la extrañitis”. Su marido, el productor Pablo Nieto, y su hijo Jeremías, de 12 años, se quedaron en la Argentina: el niño está terminando el primario, y su esposo continúa trabajando en Buenos Aires. “No nos separamos como familia”, dijo en su momento y hoy lo ratifica. Desde que surgió este viaje, la idea de ellos era ver lo que sucedía para luego decidir en dónde vivirían todos juntos.
“La verdad es que estamos todos bien. Hablamos muchísimo y todo el tiempo nos vamos contando lo que nos pasa, tipo minuto a minuto. Tengo una familia muy unida que por suerte me bancó en todo esto. Todos colaboran con la logística familiar, con cosas que yo hacía y que ahora no puedo hacer, obviamente. Soy muy afortunada de tenerlos. Eso me da emoción y por eso al estar lejos muchas veces siento extrañitis. Yo soy la que más extraña”, se sincera la periodista que dentro de poco se reencontrará con su hijo: Jeremías viajará de vacaciones a reencontrarse con su hermana y su madre. “Está ilusionado con venir”, dice.
Pablo Nieto, en tanto, no puede viajar porque tiempo atrás, en febrero, fue sometido a una cirugía cerebral y tubo trombosis, motivo por el cual los médicos le sugirieron que espere un tiempo para viajar. “Le pasó antes de que yo me fuera. Ya estaba controlado cuando me fui, pero por un tiempo prefieren que no viaje en avión. Él está mejor, pero no se anima a volar. Me fui tranquila porque ya estaba controlado, si no, no me iba”, hace la salvedad Fernanda.
¿Y qué sucederá más adelante? “Todavía no sabemos lo que va a pasar, es muy pronto -aclara- Me está yendo bien por el poco tiempo que llevo acá, pero nos gustaría analizar toda la situación. Vamos paso a paso. Todo puede pasar pero es un proceso. No hay nada decidido aún. Yo tengo claro que mi familia no se va a separar, así que o vienen ellos o yo vuelvo. Depende lo que se decida. Pero seguro terminamos juntos”.
Por último, Iglesias habla de su hija Ema, quien la acompañó en la aventura de vivir la experiencia en el exterior. “Está re bien. Ahora no está trabajando, pero se hizo muchos amigos y pronto se va de viaje por algunos países de Europa”, dice sobre la joven de 18 años.
Seguir leyendo: