Carlos Portaluppi es dueño de una extensa trayectoria artística. El actor fue parte de algunas de las producciones más destacadas de la gran pantalla y también sobre las tablas. En la televisión argentina fue parte de éxitos como Vulnerables, Gasoleros, Epitafios, Vidas Robadas y El Marginal, entre otros tantos.
Su gran labor lo llevó en 2021 a recibir el Premio Konex al mejor actor televisivo de la última década en Argentina, un emotivo reconocimiento a su enorme trayectoria. Sin embargo, mientras su vida profesional marcha muy bien, en su vida personal tuvo algunas complicaciones con el paso de los años debido al sobrepeso.
Por estos días, Portaluppi está celebrando un gran logro y es que pudo hacerle frente a su problema de salud. Por tal motivo, estuvo invitado a Nosotros a la mañana (El Trece), en donde repasó su carrera y contó sobre la cirugía a la que se sometió.
Hace algunos meses atrás el actor había revelado que se estaba ocupando de su salud y que eso lo tenía muy feliz. Ahora, confió que se sometió a una operación en la que le coloraron un balón gástrico que lo ayudó a bajar de peso. “Tuve un descenso considerable, fueron 20 kilos. A esto me ayudó el balón gástrico que me implanté en noviembre del año pasado. Estuve acompañado por un equipo médico que me cuido y con un soporte psicológico y nutricional”, reveló el artista.
“También volví a hacer actividad física después de más de 20, 25 años, que no hacía absolutamente nada. A mí lo que me impacta, en realidad es el cambio que me está generando en lo físico, en lo emocional. Hay un trabajo que es largo todavía el camino, pero fue una herramienta para mí muy buena por diversos motivos de índole personal y familiar”, agregó emocionado.
Además, el actor admitió que él decidió en su momento no hacerse una cirugía de bypass gástrico “por una experiencia traumática de mi hermano menor”. “Esta herramienta me ayudó a atravesar el miedo y pensar que había otra posibilidad para poder cambiar mi condición. Yo estaba ya teniendo problemas en las articulaciones, en las rodillas, por el peso que no me estaba dejando movilizarme bien”, sumó Carlos Portaluppi.
“El balón gástrico es un instrumento novedoso que es cero invasivo, que no requiere de cirugía, no requiere de anestesia. Es un comprimido, del tamaño de un ibuprofeno, que uno lo toma, va unido a un catéter, se posiciona en el estómago y te sacan una radiografía”, contó.
“Una vez que se chequea que la cápsula está bien posicionada se inyecta solución fisiológica, se infla del tamaño de un pomelo, se hace una nueva radiografía para chequear que eso esté bien colocado, se retira el catéter y eso permanece ahí por cuatro, cinco meses, y después, por un parche, se degrada y lo eliminas”, completó sobre su tratamiento.
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