En el lugar aún se siente ese aroma a show y fiesta, está en los pasillos del Polo Cultural Saldías, los mismos que tiempo atrás caminó Luis Alberto Spinetta. A unos metros de donde ensayaba el Flaco, entre banderas de Perú, México y otros recuerdos de su gira internacional, Silvestre y La Naranja asimila el momento que vive. Ahí mismo, en ese semillero de arte que se ubica a metros de la costa, la banda anunció su más grande show hasta ahora: Estadio Obras.
Por años, mejor dicho décadas, fue el lugar soñado por muchos. Llenar un Obras, el templo del rock, esa era la meca. De Serú Girán a los Redondos grandes bandas de la historia pasaron por ese escenario. Por eso, hoy la ambición del grupo está más fresca que nunca. “Tocar en Estadio Obras es un sueño para todo artista argentino, es un lugar icónico del rock nacional. Todos vimos bandas que amamos toda nuestra vida y no solo nosotros sino que también nuestros padres y nuestros abuelos. Toca una fibra histórica”, dice Justo Fernández, cantante del grupo.
Te puede interesar: Bizarrap fue elegido como uno de los diez líderes de la próxima generación, según la revista Time
La fecha elegida es el 15 de septiembre, día que llega para confirmar que la banda se encuentra en una nueva categoría. No sólo marca el crecimiento musical, sino también la consolidación del grupo como parte importante de la escena argentina. Tras presentarse en el Cosquín Rock y Lollapalooza Argentina 2023, después de llevar su música por primera vez a México luciéndose en el Festival Vive Latino, el grupo –Justo Fernández, Francisco Nicholson, Luco Grasso y Ferla Laprida– va por un nuevo desafío.
“Es 100% así, el elemento consagratorio que tiene Obras, que tocaron todos, Fito (Paez), Serú, Los Abuelos de la Nada, todas bandas que admiramos mucho y que tuvieron shows que fueron consagratorios para su carrera. Claramente hay algo en Obras, ¿no? Una vez que llegas ahí se tiene algo consagratorio, para nosotros es un sueño hecho realidad”, sostiene el bajista, Luco Grasso.
Te puede interesar: Mora, de conquistar los rankings de la música latina a su primer show en el país: “Me gusta mucho la energía del público argentino”
Un sueño que empezó a manifestarse en la infancia y la adolescencia, cuando el deseo de brillar sobre los escenarios se mezclaba con los relatos, anécdotas y noticias que abuelos y tíos les contaban sobre el lugar. A pesar de todo, un tiempo atrás ninguno de ellos creía que pudiera suceder.
El ‘efecto Obras’ incluso le dio un gran impulso a la banda que ansía llegar a esta fecha bisagra, así lo cuenta el guitarrista Francisco Nicholson: “Es loco, hace un año que no me la creía y ahora de repente como que ya queremos comernos el siguiente. Tengo hermanas más grandes y en los 90s fueron a ver bandas de rock pesado, tipo Megadeth. Es un lugar que albergó tanta música que es una locura”.
Ahí, la banda –que cuenta con más de 1.000.000 de oyentes mensuales en Spotify– presentará su último disco: Sueño Cítrico. Un álbum que mezcla géneros como el soul, rock y hasta destellos de punk en el que se escucha a un Silvestre y La Naranja ecléctico y con más fuerza que nunca.
El concepto detrás de Sueño Cítrico
A diferencia de los discos anteriores –Anim4les (2019) y Supersticiones (2021)– esta vez el grupo decidió, después del Lollapalooza en Chile, ‘encerrarse’ por 11 días en un estudio para crear nueva música. “Queríamos tener la experiencia de la grabación a la vieja usanza, aislarnos de todo y grabar el disco medio 24/7, metidos, los cuatro”, recuerda Justo. Ahí ‘exprimieron’ la naranja a fondo y terminaron de sacarle provecho, aprovechando esa energía, no solo musical sino también de amistad.
Esa misma esencia se transmite en la tapa del disco en el que se aprecia la ‘naranja’ cortada a la mitad, reflejando cómo el grupo se abre y muestra su lado más íntimo. “El sentimiento es hermoso, de abrirse así, de exponerse de forma pura. Eso es hacer música y la tapa de arte es eso, exponerse y mostrarse todo. El concepto es ese, jugar con el recurso de la naranja cortada al medio y el jugo chorreando sería nuestra música y nosotros mismos, como si estuviéramos abiertos al mundo y expuestos. Sueño Cítrico engloba esa sensación de hacer música”, reflexiona el bajista.
Si bien Silvestre y la Naranja siempre se caracterizó por su sonido ecléctico, en este trabajo coexisten diferentes géneros, haciendo que sea casi imposible etiquetar a la banda. Con un recorrido que supera los 10 años, el grupo toma la bandera y aporta lo suyo para delinear los siguientes pasos de la escena musical argentina.
Tal como en Sueño Cítrico, donde el primer tema se llama amanece, la banda empieza un nuevo viaje y un nuevo sueño de la mano de su música. Aún no saben cuándo despertarán, pero sí tienen la certeza de que cuando lo hagan habrán concretado la mayor ilusión con la que soñaron, hasta ahora.
Seguir leyendo: