Después de tres años, cuando ATAV comenzó una nueva temporada, sorprendió al público con un elenco protagónico completamente diferente, y ambientada en una nueva década del país. Esta vez en los años 80. Y en ese contexto, la historia es contada por Federico D’Elía, Malena Solda, Juan Gil Navarro, Federico Amador y Gloria Carrá, y más actores.
De esta manera, la novela está ambientada en otra realidad: en la nueva temporada se ven los cambios que ocurrieron en Buenos Aires con el fin de la última dictadura y el regreso de quienes se habían exiliado. Y también se tocan temas como la aparición del HIV en la agenda sanitaria, los desaparecidos, la guerra de Malvinas, y lo que se vive como un guiño característico de esa década: el boom del teatro de revista y las vedettes.
“Pero a pesar de los cambios que la sociedad está viviendo, nada será fácil para los personajes de la historia, que deberán luchar por el amor, la búsqueda de la verdad, la dignidad, sus derechos y por justicia; atravesando un camino lleno de obstáculos, traiciones, desilusiones, venganza, odios, pasiones y amores, en un país que avanza hacia la libertad, pero aún con mucha oscuridad por transitar”, rezaba la sinopsis de la nueva temporada que comenzó primero a las 22:15, por El Trece y luego pasó de horario a las 23,15 porque no alcanzó el rating esperado por la señal.
Así, en la noche del martes se recreó aquel inolvidable mediodía en la mesa de Mirtha Legrand, cuando estuvieron invitadas las vedettes del momento. Una Adriana Aguirre muy joven se peleó con Ether Rojo, por quién “competía” mejor entre ellas. A la mesa también estaban sentadas Zulma Faiad y Violeta Montenegro.
“Comer en televisión es todo un arte, no se crean que están comiendo una suprema maryland en el restaurante de la esquina de su casa”, le dijo en la novela uno de los amigos de las vedettes que estaban a punto de ir al programa de Mirtha Legrand, haciendo alusión también a una de las comidas típicas de los bodegones de esos años.
De esta manera, en una recreación de lo que fue aquel mediodía en la mesa de la Chiqui, cuando hubo una fuerte pelea entre todas ellas, las actrices de ATAV, Justina Bustos y Andrea Rincón, interpretaron a las vedettes Mónica Villalobos y Ana Pérez Moretti. Con la clásica música del programa de Mirtha, y las flores rosas rococó rosadas, todo estuvo ambientado para recordar cómo era la televisión por esos días.
“Tengo que agradecer a mis compañeras que fueron sumamente generosas”, comenzó diciendo en tono pausado Mónica, pero enseguida se desató la guerra entre ellas. “A nosotras nos cuesta la carrera, porque hay que aguantar a esta mujer a la mañana”, lanzó Ana y su compañera le retrucó, sin filtro: “No tuve la suerte de algunas de aparecer en una marquesina de la noche a la mañana”.
Pero la tensión fue aumentando. “Mónica tiene muchos años de trayectoria, muchos años Mirtha”, le dijo Ana Pérez Moretti a la conductora, representada por imágenes de ella misma, de ese día exacto.
“Ustedes se olvidan de una cosa: ustedes venden ilusión, venden talento”, les dijo Mirtha cuando las mujeres comenzaron a dispararse frases lapidarias (en la realidad). Pero a las artistas nada las hizo detener y continuaron: ““Vos debés estar muy orgullosa de ser vendedora de ropa mientras nosotras estamos muy orgullosas de ser vedettes, ¿no?”, lanzó Mónica Villalobos, el personaje de Andrea Rincón. Y continuó: “¿Si nos han hecho regalos? Nos han regalado tapados de piel, flores, mucha propuesta indecente que, por supuesto, yo no he aceptado ninguna”, y de inmediato el personaje de Justina Bustos le retrucó: ¿Y esa colección de alhajas de dónde la sacaste, Moni?, son muchas”. Pero Mónica no se quedó callada y disparó: “Disculpame, ¿ese viaje a Europa hace poco con quién lo hiciste? ¿querés que diga?”. Acto seguido, se escucharon risas nerviosas de todas ellas, mientras a Mirtha se la veía comandando uno de los almuerzos más vistos de la televisión argentina.
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