La mujer del Gato Dumas recordó la muerte del chef y contó cómo un año después enfrentó al médico que lo atendió

Mariana Gassó, viuda del reconocido cocinero, reveló qué hizo con el especialista que atendió a su marido al cumplirse un año del fallecimiento

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La mujer del Gato Dumas recordó la repentina muerte del chef (Video: Intrusos, América)

El 14 de mayo de 2009, en Pilar, falleció Carlos Alberto Dumas Lagos, más conocido por su alias Gato Dumas. El reconocido chef argentino había sido operado de un cáncer de próstata pero poco tiempo después de esa intervención una afección pulmonar se cobró su vida. Y a 19 años de su inesperada muerte, su viuda Mariana Gassó dio detalles de los últimos días del cocinero.

“Yo lo admiraba muchísimo, era buena persona, tenía un corazón enorme, generoso... Lo vivían estafando. Era inocente, de esas personas confiadas, con valores, principios, no tenía malos pensamientos, no criticaba. Todo lo que te decía, te lo decía en la cara. Pero sí tenía mucho carácter, era de gritar”, comenzó diciendo en la mesa de Intrusos (América).

Florencia de la V le preguntó cómo hizo para explicarle a Olivia, la hija que tuvieron juntos, el fallecimiento de su padre. “Tenía 5 años, era muy chiquita. Pero agarré una caja en la que el Gato guardaba los anteojos. Y le dije: ‘Vos escribile a papá, hacele dibujitos y ponelos en esta caja. Papá hoy es un ángel, se fue de viaje al cielo, en algún momento nos vamos a encontrar con él, así que vos escribile’”, recordó. Por otra parte, Gassó puntualizó que Dumas “no estuvo enfermo, le detectaron el cáncer y se dio todo muy rápido. Oli no vio a su papá enfermo”.

“¿Hubo mala praxis?”, quiso saber Pablo Layus, sentado a la mesa. “Yo estoy segura, en mi corazón, de que sí”, comenzó diciendo Gassó. “O sea, no lo cuidaron. Y como consecuencia de no cuidarlo, ocurrió todo lo que ocurrió. Llamalo ‘mala praxis’ o como sea”, agregó.

Mariana Gassó, última mujer del Gato Dumas
Mariana Gassó, última mujer del Gato Dumas

Y luego detalló: “Sentí que no lo cuidaron porque el Gato en esos diez días que estuvo en casa, en más de una oportunidad yo llamé por la medicación que le estaban dando, porque no había ningún tema de anticoagulantes, y me habían hablando de eso. le faltaba el aire... Cuando lo llevo a que le saquen los puntos (de la operación), le faltaba el aire. Le hicieron una placa y quedó internado porque tenía un coágulo. Ahí empezaron a anticoagularlo. Por eso cuando hablo de mala praxis, hablo de mala praxis humana. La persona que lo atendió a mi nunca me llamó cuando pasó lo que pasó, nunca se preocupó por ver cómo estábamos. Como que de golpe se murió el Gato y desapareció todo”.

Por otro lado, Gassó explicó cómo se dio el desenlace: “Gato tenía un tumor, se lo sacaron y no había quedado nada, supuestamente. El problema es que cuando hacés una cirugía de abdomen, son complicadas y a veces generan este tipo de cosas. Pero se toman sus precauciones. Y el Gato era grandote, tenía sus kilitos”.

Asimismo, la viuda de Dumas contó que nunca realizó ningún tipo de denuncia al respecto. Que simplemente fue a visitar al médico de su marido cuando se cumplió un año del fallecimiento. “Como digo yo, fui cuando cumplió un año de angelito. Pedí un turno con su médico de cabecera. Ese día me levanté, recorrí cada rincón del hospital en el que estuve con él. Todo: estuve en el bar, en cada piso en los que nos sentamos, lo recorrí todo y como que me vino toda la historia”, comenzó a recordar.

Gato Dumas falleció en mayo de 2004
Gato Dumas falleció en mayo de 2004

“Después de cargarme de todo eso, me senté hasta que se abrió la puerta y el doctor me llamó. Y sané. Le pude decir todo lo que sentí durante todo ese año. ¿Qué me dijo él? ‘Viniste a clavarme una espina.’. Primero se empezó a cubrir y todo eso, pero yo le dije que no le iba a reclamar nada, que él iba a poder seguir operando y todo. No era cuestión de lucrar, yo le dije que humanamente a él no le importó nada, ni la familia, ni la vida. ‘Usted, como médico, actuó mal con eso...’. Quería mirarlo a los ojos y decirle todo. Durísima estuve. A mi me sanó y espero que este señor haya aprendido algo. Y al día siguiente, al médico le regalé una rosa, que al Gato le encantaban, y le escribí una carta en donde le dije: ‘Cuídela, de usted depende quedarse con la espina o con la rosa’”, cerró.

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