“Hoy van a luchar por las medallas esta noche”, dijo Wanda Nara al comienzo de la emisión de Masterchef del miércoles por la noche. Y enseguida agregó: “El peor de la noche se va a llevar el delantal negro que lo llevará directamente a la gala de eliminación. Tienen que descubrir qué hay abajo de las cajas”.
“Un nidito lleno de 6 huevos”, dijo María Sol. “Y siento que se me escapó una ponedora”, anunció recordando su infancia en el campo. “¿Qué vamos a hacer con estos huevos?”, les preguntó Donato De Santis, dándole pie a Damián Betular para que explique la consigna: “Tendrán que preparar dos platos en donde el huevo tenga preponderancia”. Finalmente, Germán Martitegui concluyó: “La primera preparación tendrá que ser entregada a los 30 minutos, y la segunda a los 60 minutos”.
“Se tendrán que organizar para trabajar en simultáneo”, les pidió la conductora y María Sol afirmó entre risas: “Hoy más que nunca los huevos al plato”.
Donato les indicó que la mini prueba consistía en superar mucha puntería. Con un huevo frito gigante decorado sobre la pared, los jurados le quitaron la yema y los participantes tuvieron que arrojarla para embocarla de a uno adentro de la clara. “El que gane va a poder usar en sus elaboraciones cantidad indefinida de huevos”, les dijo.
El primero en pasar al frente fue Juan, quien embocó al instante. “Donde pone el ojo, pone el huevo”. bromeó Wanda.
Luego, fue el turno de Candelaria, quien lo tiró por encima del decorado. “Al infinito y más allá”, afirmó la joven. Le siguió María Sol: “Voy a reivindicar mujeres”, pero su tiro no alcanzó a cubrir el centro del huevo dibujado en la pared.
Rodrigo disparó con seguridad y acertó la yema adentro del huevo. Entonces, la hermana de Zaira fue contundente: “Chicas no rompan los huevos, porque solo tienen seis”.
A la hora de ir al mercado, los participantes tuvieron solo tres minutos, con excepción de Juan y de Rodrigo que no tuvieron que preocuparse por recoger huevos, ya que por haber ganado la mini prueba tuvieron una cantidad indefinida.
Cuando volvieron al estudio y comenzaron a cocinar, los participantes se pasaron huevos de uno a otro arrojándoselos como si fueran pelotas. Betular pasó por las islas de los participantes, y al detenerse frente a la de Rodrigo se sorprendió cuando el jugador le contó lo que pensaba preparar con caviar. A los gritos, exclamó: “¡Germán, Donato, acá hay caviar!”. Luego, le dijo: “Hay tantas cosas para hacer, mirá todo lo que tenés, esto es una mala sangre terrible, no quiero volver más a esta estación”.
“El hombre de los mil huevos”, le dijo Donato a Juan Francisco, en alusión a que el cocinero amateur había ganado la mini prueba. Luego, le aconsejó y le dio tips para utilizar los ingredientes que tenía sobre la mesada. “A puro huevo”, les dijo Wanda y les recordó a todos que faltaban nada menos que 45 minutos.
Después, fue el turno de Germán, quien pasó por la estación de María Sol. “Me mira con cara media rara pero me da el ok”, dijo la participante a la cámara, satisfecha. “Tenés solo dos huevos”, le recordó Martitegui.
Cuando pasó por la isla de Candelaria, le preguntó qué iba a preparar con la escasez de huevos que tenía. “¿Y si lo hacés frito?”, le sugirió. Y le explicó paso a paso cómo hacerlo. “Que no te quede duro porque va a ser una tristeza”, le recomendó a la joven.
Más adelante, a Rodrigo se le cayeron varios ingredientes al piso. “¿Te das cuenta que todo esto es producto del desorden que tenés acá, ¿no?, ¿Por qué tanta cantidad de cosas?”, lo retó Martitegui. “Esto es un desastre”, concluyó el chef.
Wanda se acercó a la estación para intentar convencerlo de que la ordene. “¿Querés que te ayude a ordenar algo? decime lo que no vas a usar”, le dijo. “Nada de todo esto voy a usar”, respondió sinceramente el participante. “Wanda, te pasaste con lo que ordenaste, tengo cosas que planchar en casa, ¿no querés venir?”, le dijo picante. Luego, mirando a cámara admitió: “Mucha gente me pregunta cómo es Wanda en la vida real, y bueno, es así”.
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