Una nueva semana comenzó en Masterchef Argentina (Telefe) tras la eliminación de Estefania Herlein el pasado domingo. Y al llegar los participantes a las estaciones, se encontraron con que los ingredientes para la prueba del día ya estaban listos sobre sus mesadas, pero que delante suyo tenían la “MasterTower”, un jenga gigante que pondría las cosas más difíciles.
“Ahí pueden ver una canasta con algunos ingredientes que hemos elegido para ustedes, son todas iguales excepto que cada una tiene una carne distinta”, comenzó explicando Germán Martitegui. “Con todo eso van a tener que preparar un plato libre: la única condición es que can a tener que incorporar el arroz que tienen en sus canastas”, agregó Damián Betular. “Van a tener 60 minutos para sorprendernos con un plato rico y creativo. Frente a ustedes tienen la ‘MasterTower’: van a ir pasando de a uno hasta que alguien se le caiga la torre. Y ese, por supuesto, será el perdedor o perdedora. Hay una pequeña complicación: van a ir jugando mientras estén cocinando. Y el que pierda va a tener menos minutos para cocinar”, cerró Donato de Santis con la dinámica de la prueba.
“‘¿Qué pasa con mi plato mientras estoy jugando?’, se preguntarán ustedes. Esa respuesta la tiene Wanda”, agregó el cocinero italiano para darle pie a la conductora del ciclo. “Yo pensé en algo para ustedes... ¿se creen que los voy a ayudar yo? No, pensé en un gran invitado, uno de lujo...”, contó Wanda Nara y a continuación presentó a Mariano Martínez.
De movida, el actor admitió no ser muy ducho en la cocina. “¿Vos cocinás?”, quiso saber Wanda. “Nada... Bueno, algo cocino. Igual no les aseguro nada”, bromeó ante el nerviosismo de los jugadores, a sabiendas de que el actor iba a estar a cargo de cada uno de sus platos mientras a ellos les tocara jugar en la “MasterTower”.
“¿Me voy a involucrar mucho, voy a ensuciarme?”, preguntó Martínez mientras se señalaba su atuendo impecable de saco y remera blanca. “Y... vas a tener que ayudar bastante”, le adelanto Betular. “¿Cómo te ves con el risotto?”, le consultó Martitegui cuando se acercaron a la estación de Aquiles González Sviatschi, quien estaba preparando ese plato. “¡Nunca hice uno!”, dijo el intérprete de éxitos como Son Amores, y el competidor desencajó el rostro.
Justamente Aquiles fue el primero en pasar a jugar al jenga, según lo anunciado por Wanda. La indicación para el actor fue sacar del fuego una parte de su preparación. “Ya me siento un cocinero de Masterchef... Casi me quemo”, bromeó Mariano ante su primera prueba. Después pasó a la cocina de Silvana Díaz, quien confesó admirarlo. La mujer le pidió que le corte unos granos de choclos y que colocara unos hongos grillados entre el arroz. Y el actor cumplió.
Después debió mover la preparación de carne que estaba cocinando Candelaria Sorini con la cuchara de madera. Y luego pelarle una cebolla a Rodrigo Salcedo. Finalizada la primera ronda de jenga, en ese punto el ritmo del programa y de la competencia se puso muy frenético: todos corrían desde las estaciones hasta el jenga y viceversa, mientras Mariano fue pasando por las distintas cocinas casi a la misma velocidad.
El frenesí contagió a Mariano, quien comenzó a confundirse con las indicaciones y las cosas se complicaron. “Acá yo no puedo hablar y hacer esto al mismo tiempo porque me corto el dedo, básciamente”, dijo mientras picaba una cebolla de verdeo para Silvana. Después, pifió al lado del rallador y a Rodrigo le trituró el queso en un volumen más grueso del que necesitaba. También le dejó unos segundos de más en el fuego a la preparación de Aquiles. Y no entendió qué hacer con el aceite de Candelaria, al que se le había apagado el fuego.
Dos segundos después, a la misma Cande se le derrumbó la torre del juego: la penalidad ante la derrota fue que se le restaban cinco minutos del tiempo establecido para cocinar, por lo que debió completar su plato en 55 minutos. Y ahí terminó la intervención de Martínez, quien se retiró aplaudido por la conductora, el jurado y los participantes por su entrega. “Nunca vi trabajar tanto a alguien en las cocinas de Masterchef”, resumió Donato.
En el final de la emisión, llegaron las devoluciones de los platos. Así, Rodrigo -con un disco de arroz con gírgolas y brócolis horneados- y Candelaria alcanzaron el balcón, mientras que Aquiles y Silvana cayeron al jueves de última chance al no convencer a los jueces.
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