1. Creció en una familia intelectual de los años 70, “gente de izquierda, progresista, no militante”. Su infancia transcurrió en Belgrano. Vivían en Pampa y Crámer.
2. Cecilia recuerda la alegría de pasear en bicicleta con su hermano y terminar el día saboreando un helado o comprando la revista Archie para él, y Susy, secretos del corazón, para ella. También les gustaba explorar las casas abandonadas.
3. Su madre, Dina Rot, una cantante lírica bellísima, y su padre, Abrasha Rotenberg, organizaban tertulias que duraban hasta las seis o siete de la mañana donde asistían Vinicius de Moraes, María Elena Walsh, Susana Rinaldi y Mikis Teodorakis, entre otras celebridades. Cecilia las recuerda como “unas grescas cargadas de ingenuidad donde se charlaba horas sobre el ‘hombre nuevo’ y ‘un mundo mejor’”.
4. Estudió en el colegio Al Wolfsohn donde, en los actos escolares, escribía, dirigía, hacia el vestuario y protagonizaba muchas de las obras.
5. Al terminar el primario pasó al Liceo 1. Formó parte del centro de estudiantes. “La onda era tomar colegios y esas cosas. Todo era muy divertido hasta que dejó de serlo”, dice. Muchos amigos de esa época están desaparecidos.
6. Soñaba ser bailarina, estudió siete años de danza con María Fux.
7. En su casa había una gran biblioteca y de chica leyó libros de adultos como El Marqués de Sade, Trópico de Cáncer y hasta llegó a leer El manifiesto comunista de España.
8. Su padre fue director de La Opinión. En el 76, cuando el diario fue tomado y muchos periodistas desaparecidos, toda la familia debió exiliarse. Les expropiaron todos sus bienes. La familia creyó que se iba por unos meses pero se quedó en España nueve años.
9. Para Cecilia la partida fue muy traumática. Había terminado el secundario, estudiaba arte dramático con Antonio Mónaco y debutado en cine con No toquen a la nena y Crecer de golpe. Además tenía un novio y se había anotado en Fonoaudiología y Psicología.
10. Con su mamá y su hermano se instalaron en el Hotel Mayorazgo en la Gran Vía de Madrid. La primera noche Cecilia le pidió a su mamá dormir todos juntos y no paró de llorar hasta que salió el sol.
11. A las seis de la mañana su madre le dijo: “Cecilia, esta es la última lágrima que derramás. Se acabó: empieza otra vida. Punto”.
12. A la actriz le pareció que no sobreviviría. Pero al tiempo ya hablaba como una española, retomó los estudios de teatro, filmaba Fresa, limón y menta y tenía un novio marqués cuya madre le hacía la vida imposible.
13. Fue parte de la movida española. Actuó para Pedro Almodóvar en Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón y en Laberinto de Pasiones. Para televisión hizo Las aventuras de Pepe Carvalho y Pigmalión.
14. Se enamoró de Gorka Duo un fotógrafo de modas español que le advirtió: “Yo no puedo ser monógamo por ideología”, mientras se acostaba con las modelos más famosas de ese tiempo. Cecilia lo aceptó y convivieron cinco años.
15. Estando con él, Cecilia se enfermó de hepatitis, le pidió que se quedara con ella en su casa pero su respuesta fue: “Si la que está enferma eres tú ¿por qué tengo que quedarme yo?”.
16. En 1985, “huyendo de una pena de amor terrible, que la sentí como si me hubieran amputado el hígado”, volvió a la Argentina. Pensó que permanecería solo 23 días, pero el perfume de la infancia la embriagó y se quiso quedar. Sin embargo tenía todo en España, donde acababa de firmar un contrato para filmar la película Lulú de noche.
17. El día 20 de su estadía, María Herminia Avellaneda le ofreció trabajo. Sintió que había encontrado el lugar donde quería estar y que algo se le curaba en el pecho. Y se quedó.
18. Su primer trabajo fue en una tira llamada Extraños y amantes, con Antonio Grimau de galán. La telenovela fue un fracaso pero desde entonces no paró de trabajar. Entre otras películas protagonizó Los amores de Kafka, Yo la peor de todas, Un lugar en el mundo, Martín H. En la televisión trabajó en ciclos de calidad como La bonita página, Vínculos, Desde adentro, Atreverse, Nueve lunas y Laura y Zoe. En teatro brilló en Días contados y Una relación pornográfica entre otras obras.
19. En 1991, a los ocho meses de haberse casado con el empresario Gonzalo Gil, conoció a Fito Páez en una fiesta de disfraces de Punta del Este.
20. En un momento, la actriz fue a llenar su copa y él le preguntó. “¿No me traés una a mí, nena?”. “Me gustó, y era un quilombo, yo estaba recontra casada. Era algo que pasa cuando te enamorás. Es complejo, pero sentí que quería estar con esa persona”. A la mañana siguiente, sonó el teléfono y del otro lado estaba Fito cantando el bolero “Algo contigo”, recordó en Infobae.
21. El músico la invitó al cine. El amor fue tan fulminante que la actriz, que ya estaba en crisis con su pareja, se fue con Fito. Pasaron juntos una década y fueron papás de Martín.
22. De Fito asegura que la enamoró “lo mandado que era. Lo poco respetuoso, lo irreverente. Los hombres ante mujeres fuertes, con cierta independencia económica, se muestran muchas veces, temerosos o agresivos. Genera en ellos cosas extrañas porque, seguramente, les toca puntos fuertes de su seguridad de hombre. Con Fito pasó todo lo contrario, me asombró su desfachatez al encararme”, declaraba en una entrevista en 1993.
23. En el 92 el rosarino le dedicó el disco El amor después del amor. Además, le compuso dos canciones: “Un vestido y un amor” -a modo de reconciliación luego de una pelea- y “Tus regalos deberían llegar”, que está en el disco Euforia.
24. “Con Fito somos dos personas distintas y mi deseo por él no pasa porque haga lo que yo quiero, sino porque me sorprenda con lo que él es”. (Revista Gente, septiembre, 1996).
25. Su mamá es cantante y su hermano Ariel es músico. Pero ella se define como “la sorda de la familia”. Le hubiera encantado tocar un instrumento y cantar.
26. Cuenta que de adolescente se sentía “insegura, tonta, un auténtico patito feo”.
27. “Yo con mi compromiso de ciudadana política, me hago cargo de lo que digo y de lo que apoyo o no. Y no hay que tener miedo. ¿En qué época estamos? ¿No puedo hablar? ¿No puedo decir?”. (Luz, octubre, 2011).
28. “Amo a mis amigas y no hay nada más divertido que pasártelo con ellas, pero nunca me enamoré de una mujer”.
29. Tiene un envidiable buen gusto a la hora de vestirse y lo adjudica a “una suerte de olfato previo para lo que se pone de moda”.
30. Se define positiva, ciclotímica y alegre. También intensa: “No dejo pasar las cosas, las digo de frente”. Asegura que es “dura, hinchapelotas, súper exigente y muy perfeccionista”. Es de las que viven el “aquí y ahora” pero hace proyectos para su vida.
31. Duerme casi siempre sin camisón porque de noche todo le da calor. Toda la vida hizo psicoanálisis para “paliar la angustia”.
32. Solía hacer dietas y gimnasio. Su sueño sería “un día no tener que cuidarme nunca más y no engordar porque me cambió el metabolismo”.
33. “No oculto mi vida privada, más bien la protejo. No tengo que ocultarme de nadie ni de nada, pero no hago el recorrido habitual para que me encuentre la prensa. Protejo mi vida privada, familiar y afectiva. Estoy ducha en el escape”. (Ahora, octubre 2002).
34. Con Pedro Almodóvar tienen una relación donde se quisieron, se pelearon, se reencontraron. Cuando él presentó la película Kika, en el estreno se arrodilló ante ella y le besó la mano. Al otro día apareció por el hotel donde la actriz se alojaba con Fito Páez. Les llevó unos regalos. La pareja estaba durmiendo y terminaron los tres en la cama mirando televisión.
35. Mientras se emitía la serie Seinfeld desarrolló una extraña obsesión. A las 12 de la noche si estaba en su casa sí o sí la tenía que ver. Llegó a mirar ocho veces los mismos episodios porque el programa le parecía genial.
36. Rodando la película Sofacama se hizo muy amiga de María Fernanda Callejón: “Tenemos los mismos códigos de trabajo, entrega y compromiso”.
37. Fue novia por un día de Ricky Pashkus. ”Éramos íntimos, al punto que llegamos a ser novios. Un solo día, pero lo fuimos. Empezamos a la mañana y terminamos por la noche, cuando me preguntó: ‘¿Vos sos homosexual?’, yo le dije ‘obviamente que sí' y ahí se terminó el noviazgo”, reveló en su autobiografía el reconocido bailarín, coreógrafo, docente y director de musicales.
38. Después de que la película Todo sobre mi madre ganara un Oscar le llegaron muchos proyectos para filmar en Estados Unidos pero los rechazó porque “ninguno me pareció para mí. Yo solo trabajo en lugares donde siento que puedo aportar algo y elijo proyectos que me permitan arriesgarme, películas que intuyo pueden cambiarme la vida”, explicó.
39. Su primer contacto con la muerte fue siendo adolescente. La hermana mayor de una amiga se mató en un accidente. “Fue un shock. Tomé conciencia que uno no tiene el carnet de sobrevida”.
40. Le gusta mucho el helado de dulce de leche.
41. Odia el invierno, el frío y la lluvia. Ama las noches de verano en una terracita.
42. Su insulto favorito es “la puta que te parió”.
43. No tiene Facebook ni Twitter porque no soporta la agresión. Prefiere quedarse con lo que la gente le devuelve en el teatro o con lo que pasa en una sala de cine.
44. Desde chica era fan de Luis Alberto Spinetta. “De tener póster en mi cuarto de adolescente, lo amaba. Me parecía el más guapo, el más genio, el mejor letrista, todo”, narró en Sobredosis de TV. Y continuó: “Cuando conocí a Fito (Páez) me llevó a comer a la casa del Flaco. Pero me lo dijo en el momento: ‘Vamos a ir a comer a la casa de Luis’. ‘¿Qué Luis?’, le pregunté. ‘Spinetta’, me dijo él, y yo temblaba. Yo soy muy parlanchina y no hablé en toda la noche”.
45. Esa sensación de asombro y admiración por el músico la acompañó desde entonces. “Siempre que lo veía me producía la misma sensación: me quedaba paralizada”. Y agregó que cuando Fito celebró las dos décadas del disco El amor después del amor, en 2012, el mismo año en que falleció Spinetta, al sonar “Pétalo de sal” en vivo, “apareció la voz de Luis, que había muerto hacía muy poco tiempo. Me puse a llorar hasta el final del show, además porque estaba muy cerca de los hijos y las hijas, de Vera y de Cata, a quienes quiero muchísimo al igual que a toda su familia”.
46. Ante la pregunta ¿Qué tiene que tener un actor para ser actor? Su respuesta es contundente: Atrevimiento. No tener miedo a equivocarse.
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