Probablemente haya sido la primera vez que un artista brinda un recital sentado en un sofá, con su pierna derecha recién operada y una bota ortopédica protegiéndola de los golpes. Pero no hay nada más fuerte que la pasión, ni siquiera el dolor físico. Y así fue como, pocos días después de haber sido sometido a una cirugía en el talón de Aquiles, Bruno Ragone se subió al escenario junto a sus compañeros de Destino San Javier, su hermano Paolo Ragone y Franco Favini, para brindar el show que tenían previsto para este viernes en el teatro Ópera.
El trio ganador de dos Gaviotas de Plata en el Festival de Viña del Mar de 2019 como mejor intérprete y mejor canción por el tema “Justo Ahora”, no estaba dispuesto a defraudar a su público, que había agotado las entradas de esa sala de la Calle Corrientes donde se presentaba por tercera vez. Y no lo hizo. Aunque la verdad es que, para muchos, ver en esa situación al mayor de los hijos de José “Pepe” Ragone, uno de los integrantes del legendario Trío San Javier, fue una verdadera sorpresa. “Podría hacer de cuenta que no pasaba nada, pero acá estoy. Me traje un sillón del living de mi casa”, dijo el cantante para desdramatizar el momento.
Entonces comenzaron a sonar los temas viejos y actuales que los fanáticos estaban esperando, como “Qué sea conmigo”, “Bésame de nuevo”, “Agüita”, “Miénteme”, “Te vengo a preguntar” o “Amor de nadie”. Y un exquisito cuerpo de baile se encargó de acompañar con su danza algunos de los momentos más dinámicos de la noche. Pero también hubo tiempo para un íntimo en el que los músicos recrearon su paso por el Teatro Colón, entonando un potpurrí de temas con arreglos sinfónicos que el público aplaudió de pie.
Como es costumbre en los espectáculos de Destino, las risas llegaron de la mano de un ida y vuelta con la gente en el que parodiaron temas de cumbia, cuarteto y música urbana. Y luego se colmó la sala de emoción cuando un coro gospel acompañó al trío a cantar el tema “No te rindas”, que se volvió un furor en los meses de pandemia por su mensaje.
Pero también hubo tiempo para las lágrimas, cuando Bruno hizo subir al escenario a su cuñada, Fiorella Vlank, embarazada de seis meses, y le dedicó la canción “Princesa de agosto” inspirada en Donatella, la beba por nacer. “No me lo esperaba”, dijo entonces Paolo abrazando a su pareja y sin poder contener el llanto. Y después, mientras se proyectaban imágenes de cómo el cantante había anunciado su paternidad en las redes sociales, Franco empezó a entonar las estrofas de “Será varón, será mujer”, el clásico compuesto por su padre, Pedro Favini, y se lo dedicó a sus hijos presentes en la sala.
La gran figura invitada de la noche fue Marcela Morelo, quien sorprendió en el escenario cuando el trío estaba cantando el tema “Si tu te vas”, en el que hicieron una colaboración. Pero de ninguna manera podía despedirse sin un plus, por lo que también deleitó al público con “La fuerza del engaño”, uno de los mayores hits de su extensa carrera.
Sobre el final y mientras sonaban los bises, una lluvia de papelitos anunció el cierre del show. Pero el público no estaba dispuesto a moverse de sus butacas, por lo cual los músicos decidieron improvisar unos temas su repertorio folclórico, como “Diablera”, “Puente Carretero” o “Entra en mi pago sin golpear”. Y todo se convirtió en una verdadera fiesta, que sin lugar a dudas quedará en el recuerdo de cada uno de ellos.
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